Cuarentena vs Cuaresma

Marieli: ¿qué quieres, ir al cole o estar de cuarentena en casa?. Cuarentena. Esta es la respuesta clara, concisa y perfectamente pronunciada de una niña que hace 5 años dentro de 4 semanas, hija de un extraordinario compañero de profesión, y a quien dedico esta columna de opinión. No estoy seguro de si lo dice por la extensión menor de los días de estar en casa que en el colegio, que serían los cuarenta días, o por la acción de estar aislada durante un periodo de tiempo para evitar o limitar el riesgo de que se extienda una determinada enfermedad contagiosa. Lo que tampoco estoy seguro de si son días, meses o años, como bien se define dicho término por la RAE, en cuyo caso nuestra protagonista tendría razón. En el trabajo que llevamos a cabo en nuestras granjas porcinas la cuarentena es una práctica común y sistemática, y ahora con el nuevo RD de ordenación de las mismas, también obligatoria, para aislar durante al menos 40 días todas las futuras reproductoras que entran en las granjas a efectos de evitar que se infecten o infecten a los animales en producción de la misma. Partimos de que dichas cerdas tienen un estado sanitario de entrada superior al de la propia granja, al tiempo que nuestros principales objetivos durante dicho periodo crítico son determinar la ausencia de alguna sintomatología clínica infecciosa (vírica, bacteriana o parasitaria) para lo cual debe de haber una previa infección. Durante la cuarentena, también es importante proceder a aplicar el programa de vacunación específico que nos permite lograr la mejor inmunidad posible de las mismas a los agentes infecciosos presentes en la granja, considerando disponer del tiempo preciso para que puedan excretar los agentes infecciosos (portadores y de vacunas) en dicha ubicación antes de ponerse en contacto con el resto de cerdas de la granja. Por lo tanto, es una medida de medicina preventiva de gran calado. Claro que para ello es necesario conocer con precisión las diferencias entre infección y enfermedad (no siempre es lineal), periodo de incubación, periodo de excreción y vías de eliminación de los diferentes agentes infecciosos, puntos clave para que las medidas de cuarentena sean eficaces. Dentro de esta práctica, hoy tan mencionada en humana, debemos diferenciar en si se centra en el individuo o en la población, y si se lleva a cabo con los conceptos “hot box” y/o “cold box”. Para ello el conocimiento completo de la epidemiología y patogenia de los agentes infecciosos involucrados es prioritario.

Pero también estamos en cuaresma, del latín quadragésima (cuadragésimo día antes de la Pascua), que es el tiempo litúrgico del calendario cristiano destinado a la preparación espiritual de la fiesta de Pascua, y que este año va del 26 de febrero (miércoles de ceniza) al jueves santo 9 de abril, en memoria de los cuarenta días que ayuno Jesús. Hasta 1966 durante toda la cuaresma debía hacerse ayuno y abstinencia, y a partir de dicha fecha solo es obligatorio el miércoles de ceniza y el viernes santo, lo que equivale a una gran reducción del tiempo a tan solo el 5% para limitar el sacrificio. ¿Limitar el sacrificio mejora los resultados?. Si se lo preguntamos a los atletas de alta competición responderán que no. Muhammad Ali decía odiar cada minuto de entrenamiento, pero no paraba de repetirse “No renuncies, sufre ahora y vive el resto de tu vida como un campeón”. El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. ¿Siempre tiene el mismo significado?. Me gustaría pensar que la cuarentena actual frente al Covid-19 dure lo mismo que la cuaresma, aunque en mi humilde opinión, creo que lo importante es que lo que estamos viviendo signifique para todos nosotros, independientemente de nuestro color, sexo o religión, lo que la cuaresma significa para la Iglesia Católica, un tiempo de perdón, reflexión y reconciliación.

“Un niño no tiene problema en creer lo increíble, tampoco el genio o el loco. Somos el resto, quienes con nuestros grandes cerebros y nuestros pequeños corazones, dudamos, repensamos y no avanzamos” – Steven Pressfield (USA 1943, novelista y guionista). 

Por Antonio Palomo Yagüe – ADM SETNA