EPIDEMIA vs INFODEMIA

La epidemiología es la disciplina científica que deriva del griego epi (sobre) demos (pueblo) y logos (estudio), siendo el área de la medicina que estudia la distribución, frecuencia y factores determinantes de las enfermedades existentes en poblaciones humanas o animales. Data de Hipócrates (siglo IV a.C.) consolidándose como disciplina científica durante la segunda mitad del siglo XX. El objetivo último de la epidemiología es controlar los problemas de salud, para lo cual se centra en tres campos bien definidos. El primero es conocer la historia natural de las enfermedades y la eficacia de las medidas preventivas y curativas. La segunda es formular, ejecutar y evaluar planes y programas de salud que mejoren la salud de la población. Y tercero, mejorar el proceso de toma de decisiones clínicas para mejorar la salud de los enfermos, así como desarrollar protocolos clínicos. También escuchamos con frecuencia, y más en estos días con el COV-19 a infectólogos, conociéndose la Infectología como una especialidad médica que se encarga del estudio, la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades producidas por agentes infecciosos (bacterias, virus, hongos, parásitos y priones), la cual está muy relacionada con la medicina interna (internistas), incluida todavía hoy en algunos países como una subespecialidad de la misma. Y qué me dicen ya del preventivista, otra figura surgida para aumentar aún más la confusión de los ciudadanos, cuando bien sabemos, y especialmente en nuestra práctica veterinaria la importancia de la medicina preventiva, que como bien dice su nombre se basa en la prevención de las enfermedades, y la gestión de la salud de las comunidades y poblaciones humanas o animales. Dicha medicina preventiva la entendemos en cuatro planos bien diferenciados, como son la prevención primaria que son el conjunto de medidas sanitarias que se realizan antes de comenzar la  enfermedad, la prevención secundaria también denominada diagnóstico precoz dirigida a la detección y tratamiento de la enfermedad en estadios precoces, la prevención terciaria como conjunto de actuaciones centradas en prevenir las complicaciones y secuelas de la enfermedad ya establecida y la prevención cuaternaria como conjunto de actividades que atenúen o eviten las consecuencias de las intervenciones sanitarias innecesarias o excesivas. Bien sabemos de la prevención primaria en nuestras granjas basada en la bioseguridad, y que considero esencial para no tener que llegar a las otras tres.

Una enfermedad endémica es aquella que reina habitualmente, o en épocas fijas, en un país o comarca (Mal Rojo). La epidemia es una enfermedad que ataca a un gran número de personas o de animales en un mismo lugar y durante un mismo periodo de tiempo. La pandemia es una enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región. Juzguen ustedes a cuál corresponde el COV-19. Y luego tenemos otro término, que este ya ni siquiera aparece en el diccionario de la Real Academia de la Lengua, que es” infodemia”, y que quizás podríamos definirlo como el agravante de la pandemia. Info y Epi a buen seguro que no son lo mismo. Epi, además de un legendario jugador de baloncesto español, del nombre de los simpáticos muñecos “Epi y Blas” que a muchos nos alegraron nuestra infancia, son los equipos de protección individual que podamos disponer con el objetivo de protegernos contra uno o varios riesgos que pueden amenazar nuestra salud y seguridad. Bien me gustaría que la Info cumpliese cualquiera de estos tres apartados.

Soy partidario de tener, cuanto mejor información mejor, pero “información de la buena”, creyendo firmemente que no es una cuestión cuantitativa, sino cualitativa. Como sanitarios bien sabemos que todo aquello que científicamente no está demostrado no es válido, a diferencia de las opiniones, que todas son cuanto menos respetables. Pero me pregunto, ¿cuánto daño a la salud física- psíquica y económica hacen opiniones no versadas?.

www,who.int   Dra. María Neira – Española responsable de Salud Pública de la Organización Mundial de la Salud.

 

Por Antonio Palomo Yagüe – ADM SETNA