Fiebre Aftosa. Informe de situación epidemiológica (Actualizado agosto de 2019)

Ficha de la enfermedad

La Fiebre Aftosa (FA) o Glosopeda es una enfermedad infecciosa que afecta a un gran número de especies, causada por un virus de la familia Picornaviridae, género Aphtovirus, que incluye 7 serotipos inmunológicamente distintos así como numerosos subtipos diferentes. Se caracteriza por originar lesiones de tipo vesicular en mucosas y epitelio en las especies con pezuñas hendidas tanto domésticas como salvajes, afectando a animales de todas las edades. La morbilidad suele ser muy elevada debido a su alta transmisibilidad, si bien la mortalidad suele resultar baja, afectando principalmente a animales muy jóvenes. Se trata de una de las enfermedades víricas de mayor importancia debido a su gran poder de difusión, al elevado número de especies a las que afecta y a las pérdidas en la producción que origina.

Virus de la familia Picornaviridae, género Aphtovirus
Se distinguen 7 Serotipos: A, O, C, SAT1, SAT2, SAT3 y Asia I  (no hay inmunidad cruzada entre ellos). Dentro de cada serotipo de distinguen diferentes subtipos que pueden ser inmunológicamente también diferentes.

Enfermedad de declaración obligatoria (RD 526/2014), (ver infografía)

Hospedadores: Afecta a todas las especies de pezuña hendida tanto domésticos como salvajes, y así afecta a diferentes especies de bóvidos, óvidos, caprinos y suidos.

Periodo  de incubación: 2-14 días (en pequeños rumiantes puede llegar a ser de 21 días)

LNR: Laboratorio Central de Veterinaria de Algete.

Marco reglamentario

Real Decreto 2179/2004, por la que se establecen las medidas de lucha contra la fiebre aftosa.

Real Decreto 402/2013, por el que se modifica el Real Decreto 2179/2004 por el que se establecen medidas de lucha contra la fiebre aftosa.

Orden AAA/2444/2015, por la que se establecen medidas de emergencia preventivas frente a la fiebre aftosa en el Magreb.

Orden AAA/2719/2015, por la que se modifica la Orden AAA/2444/2015, por la que se establecen medidas de emergencia preventivas frente a la fiebre aftosa en el Magreb.

 

Protocolo de vacunación de emergencia como herramienta para el control de brotes de fiebre aftosa

Ante la aparición de un foco de FA, la estrategia de control recomendada por las autoridades sanitarias  así como por la normativa europea es el vacío sanitario de las explotaciones afectadas, la implementación de estrictas medidas de bioseguridad, vigilancia sanitaria reforzada y control de movimientos para evitar la propagación de la enfermedad como marca la normativa comunitaria y nacional al respecto.

Sin embargo, en algunos casos, estas medidas pueden no ser suficientes para evitar que se propague la enfermedad y lograr su control. En estas situaciones, la vacunación puede jugar un papel muy importante en el control y erradicación de la FA, ya que reduce de manera muy significativa la incidencia de casos clínicos, así como la capacidad infectiva de los animales afectados por la enfermedad.

La decisión de vacunación deberá ser aprobada por el Comité RASVE, debiendo contar con la aprobación de la Comisión Europea. El uso de la vacunación lleva aparejados una serie de ventajas pero también inconvenientes, por lo que habrá que evaluar muy bien los factores y la situación de cada caso particular antes de tomar la decisión de utilizar la vacunación como herramienta de control en el caso de la FA.

Protocolo de vacunación de emergencia como estrategia para el control y erradicación de un foco de fiebre aftosa.

Información epidemiológica sobre la situación de la enfermedad

La enfermedad se encuentra distribuida de forma endémica por amplias regiones de África, Asia, Oriente Medio y Sudamérica, lo que supone una amenaza para la UE y para España, en particular por su proximidad a algunas de estas zonas (Oriente Próximo, Asia Central y norte de África) así como por el intenso movimiento de personas, animales y productos que el mercado global lleva asociado.

En la UE el último foco de esta enfermedad se produjo el año 2011 en Bulgaria. Con anterioridad, en 2007 se declaró la enfermedad en el Reino Unido por un fallo de bioseguridad en el laboratorio de Pirbright que originó un escape del virus, y durante el año 2001 se produjo la mayor ola epizoótica de la enfermedad en Europa de los últimos decenios, afectando al Reino Unido, donde el brote produjo graves pérdidas económicas, Irlanda, Francia y Holanda.

En España, el último foco de FA se detectó en una explotación de ganado bovino en la comarca de Talavera de la Reina en junio de 1986. En el año 1989 se prohibió la vacunación frente al  virus de la FA en España, siendo desde entonces considerado como país libre sin vacunación.

Informe de situación epidemiológica (Actualizado agosto de 2019).

Vigilancia pasiva para la detección temprana de la Fiebre Aftosa

La vigilancia que se realiza en España para la fiebre aftosa está en línea con las normas establecidas por la OIE y por la normativa comunitaria, y es similar a la vigilancia establecida en otros países de la UE. El hecho de ser un país libre sin vacunación en el que los animales no presentan ninguna inmunidad, asociado al hecho de que los síntomas de esta enfermedad sean muy característicos, hace que la  vigilancia de la fiebre aftosa sea pasiva, tanto en animales domésticos como en animales silvestres, descartando laboratorialmente los casos en que se declara una sospecha clínica por aparición de signos compatibles.

Este tipo de vigilancia se basa en dos elementos esenciales: el reconocimiento de los síntomas característicos de la enfermedad en las distintas especies animales y la notificación inmediata a los servicios veterinarios oficiales de cualquier sospecha que se produzca. Sólo de esta forma se podrá llevar a cabo una respuesta rápida a cualquier incursión de la enfermedad en nuestro territorio.

 

Fuente Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación