Negrito, el primer gato Covid positivo de España, no murió por la infección

  • El caso del felino demuestra que estas mascotas no transmiten la enfermedad a los humanos

 

Se llamaba Negrito, tenía cuatro años y pasará a la historia de la pandemia de Covid-19 por ser el primer gato documentado infectado de SARS-CoV-2 en España . Poco después de que su dueño muriera por coronavirus, el felino, que presentaba dificultades respiratorias graves, ingresó en un hospital veterinario de Badalona, donde le diagnosticaron una patología grave del corazón y, debido al estado avanzado de esa enfermedad cardíaca, le practicaron una eutanasia.

Fue al realizarle la necropsia cuando los investigadores del Centre de Recerca en Sanitat Animal (CReSA) del IRTA descubrieron que Negrito también estaba infectado, aunque tenía una carga viral muy baja. No era el primer caso. Anteriormente, se habían reportado otros animales contagiados, como un tigre en el zoo de Nueva York, que había contraído la infección a partir de uno de los cuidadores, o un perro en Hong Kong.

Ahora, una investigación realizada juntamente con científicos del Institut de Recerca de la Sida IrsiCaixa y publicada en la revista PNAS arroja luz sobre la infección en mascotas. Los investigadores apuntan que los gatos domésticos se pueden infectar por SARS-CoV-2, que su sistema inmunitario genera una respuesta eficaz contra el virus y que, por el momento, no hay pruebas de que puedan contagiar a los humanos. A Negrito le pasó la infección su propietario, aunque eso no repercutió negativamente en el estado de salud del felino ni tampoco fue la causa de su muerte.

“Hasta el momento, solo se visto que los visones sí que pueden transmitir la infección a sus cuidadores, pero no los animales de compañía”, indica Júlia Vergara-Alert , investigadora del CReSA-IRTA y coautora del trabajo. “Las mascotas son susceptibles de infectarse, pero son víctimas colaterales de la enfermedad. Se contagian de su propietario y no se ha documentado ninguna transmisión de gato a persona”, destaca.

Los investigadores pudieron secuenciar genéticamente el virus hallado en muestras de sangre del propietario y también del gato y vieron que la coincidencia era casi total, lo que era, en cierta medida, de esperar porque el SARS-CoV-2 tiene una tasa de mutación muy baja. “Aún así, es un dato que sustenta la transmisión del propietario al gato”, apunta Julià Blanco, investigador del Institut de Recerca Germans Trias i Pujol en IrsiCaixa.

Negrito convivía con otro gato, Whisky, a quien una prueba de serología ha detectado que ha generado anticuerpos, lo que indica que el animal también ha estado expuesto al virus aunque no ha desarrollado síntomas. “Es difícil descartar que haya habido una transmisión de gato a gato porque a nivel experimental sí que se ha demostrado que puede darse, aunque fuera del laboratorio no se ha visto que los animales se contagien la enfermedad. Lo más probable es que Whisky se contagiara de su propietario, aunque no lo podemos determinar”, afirma Vergara-Alert.

Ambos felinos desarrollaron anticuerpos neutralizantes, capaces de unirse al virus y bloquearlo, lo que indica que el sistema inmunitario de los gatos puede hacer frente al SARS-CoV-2 y protegerlos para que no desarrollen síntomas.

Los investigadores han comenzado un estudio más amplio con otros hospitales veterinarios de Catalunya, que les irán enviando muestras de animales domésticos a las que realizarán PCR, y también se realizarán pruebas serológicas a aquellos animales sospechosos.

“Es importante saber qué especies animales son susceptibles a la infección y si las mascotas o los animales de granja pueden ser vectores de transmisión”, señala Blanco, que destaca que “los coronavirus pueden saltar entre especies y eso puede representar un peligro enorme adicional a la situación que ya tenemos, de ahí la importancia crucial de este tipo de estudios”.

 

Fuente La Vanguardia