Neutropenia inmunomediada primaria en perros

En los pacientes que se presentan para la evaluación de los signos clínicos inespecíficos (por ejemplo, anorexia, fiebre, letargo) y en los que el recuento de glóbulos blancos revela una neutropenia grave persistente (<1,5 x 109 células / 50), debemos sospechar de neutropenia inmunomediada. Su patofisiología se relaciona con la destrucción inmunomediada de los neutrófilos periféricos o con la supresión medular de la granulopoyesis neutrofilica.  Otras líneas celulares, las plaquetas particular, pueden también verse afectadas.

Debido a que esta patología se considera una causa poco frecuente de neutropenia, hemos de realizar  pruebas para excluir otras causas: cultivo de orina, ecografía abdominal, radiografía de tórax, y pruebas de enfermedad transmitida por vectores, evaluación ósea para excluir neoplasia y mielodisplasia. Otras pruebas de enfermedades infecciosas (por ejemplo, parvovirus, hongos, etc.) pueden estar justificadas dependiendo de la ubicación geográfica, la edad y el estado de vacunación del paciente. Además, es importante recabar del propietario información con respecto al uso de ciertos medicamentos o  suplementos que pudieran se causas secundarias de la neutropenia.

Este trabajo describe las características clínicas de presentación, los resultados hematológicos, las características de la médula ósea, las terapias utilizadas (fármacos y dosis), la respuesta clínica al tratamiento, las recaídas o remisones a seis meses y un año de un grupo de 35 perros con presunta neutropenia inmunomediada primaria. La presunta neutropenia inmunomediada se diagnosticó a partir de una concentración de neutrófilos <1.5 × 109 células / L en un mínimo de dos recuentos sanguíneos completos, la exclusión de otras causas de neutropenia en base a un diagnóstico de aspirado o biopsia de médula ósea y la exclusión de neutropenia mediada por inmunidad secundaria. Se incluyeron los perros que cumplieron con estos criterios de diagnóstico entre 2006 y 2013, y que tenían un hematocrito de ≥29%.

La neutropenia fue menor de 0·5 × 109 células / L en ventiún perros, 0.5 a 0.99 × 109 células / L en once perros, y 1.0 a 1.49 × 109células / L en tres. Ocho perros tenían trombocitopenia, que era grave (<49 × 9 × 109 células / L) en tres. Veintitrés perros tenían hiperplasia mieloide, diez perros tenían hipoplasia mieloide y dos perros tenían mielopoyesis normal. La neutropenia se resolvió en 32 de 33 perros dentro de las dos semanas posteriores al inicio de la terapia con corticosteroides y en todos los perros en un mes. La recaída de neutropenia ocurrió en 12 casos dentro de un año. El seguimiento a largo plazo para la recaída está justificado porque el 34% de los casos recayeron durante o después de la retirada de los medicamentos inmunosupresores. Se pueden añadir otros fármacos inmunosupresores para ayudar a mantener la remisión y / o limitar los efectos secundarios de los esteroides.

Presumed primary immune-mediated neutropenia in 35 dogs: a retrospective study

L. Devine et al.