Pirexia en perros jóvenes

Identificar la causa de la fiebre en perros presenta un desafío diagnóstico. Las terapias administradas durante el curso de la investigación diagnóstica o antes de la derivación pueden contribuir aún más a la dificultad de diagnóstico. En este estudio, así como en informes anteriores, 1 ≥18% de los pacientes no tenían un diagnóstico definitivo. Las quejas de presentación vagas e inespecíficas y los hallazgos del examen agravan aún más el problema; por ejemplo, los pacientes con poliartritis inmunomediada pueden no tener dolor articular o derrame aparente o pueden no presentar anomalías obvias en la marcha a pesar de los signos clínicos de enfermedad sistémica2,3. Por lo tanto, es importante comprender no solo la utilidad de las pruebas de diagnóstico, sino también las enfermedades probables según la edad, la raza, la historia, los hallazgos del examen y la ubicación geográfica. Una base de datos mínima para pacientes que presentan fiebre debe incluir un hemograma completo, perfil químico sérico, diagnóstico por imágenes y pruebas de enfermedades infecciosas.

Aunque estudios previos han evaluado la pirexia en pacientes de todas las edades, 1,4,5 este estudio evaluó el diagnóstico o presunto diagnóstico en una cohorte de perros jóvenes con pirexia. Aunque no se determinó un diagnóstico definitivo en 25 pacientes, las enfermedades inflamatorias no infecciosas predominaron (79%) en los pacientes que sí recibieron un diagnóstico. La arteritis por meningitis sensible a los esteroides se diagnosticó en aproximadamente el 48% de los que recibieron un diagnóstico; los pacientes con poliartritis inmunomediada representaron otro 11% de los diagnósticos. En estudios anteriores, 1,4 enfermedades inflamatorias no infecciosas también fueron comunes (24% -48%); sin embargo, las causas específicas identificadas fueron más variadas que las encontradas en el presente estudio. Dado el alto número de enfermedades inflamatorias no infecciosas encontradas en estos estudios, se deben considerar las punciones articulares y las punciones del LCR en pacientes sin causa de pirexia encontrada en las pruebas iniciales o en aquellos con fiebre persistente o creciente / menguante. Es importante señalar que, aunque existió una superposición significativa de edades, las causas infecciosas fueron más probables en pacientes más jóvenes en este estudio, aunque algunas enfermedades infecciosas (p. Ej., Bartonelosis) pueden ser más difíciles de identificar. A diferencia de los perros, un estudio reciente encontró que los gatos jóvenes son más propensos a tener causas infecciosas de fiebre y, en general, las enfermedades inmunomediadas son menos comunes en gatos jóvenes y mayores.6

Perlas clave para poner en práctica:

1.-  Idealmente, se debe realizar una investigación diagnóstica exhaustiva en los pacientes que presentan fiebre para obtener un diagnóstico definitivo y un tratamiento directo apropiado. Esto debe incluir una base de datos mínima e imágenes de diagnóstico, aunque es posible que se necesiten pruebas adicionales (p. Ej., Punciones conjuntas / LCR).

2.- La fiebre persistente en un paciente juvenil, a pesar de la administración previa de antibióticos y terapia no esteroidal, debe motivar una fuerte consideración de enfermedad autoinmune, particularmente arteritis o poliartritis meningitis sensible a esteroides.

3.- Aunque las etiologías infecciosas no fueron tan comunes como las etiologías no infecciosas en este estudio, es importante excluir las causas infecciosas antes de la prueba o el tratamiento presuntivo para la enfermedad inmunomediada.

Por Shawn Kearns, DVM, DACVIM (SAIM), Angell Animal Medical Center, Boston, Massachusetts

Fuente Clinician’s Brief