En un trabajo reciente publicado en el “Journal of Dairy Science”, productores lecheros de Alemania fueron encuestados sobre los procedimientos de trabajo que se llevaban a cabo en sus granjas. Usando un cuestionario que incluía 16 preguntas, los investigadores (Hesse y col., 2017) analizaron el uso, desarrollo y utilización de POE en 248 lecherías. Las granjas fueron clasificadas como pequeñas (23% de las leche- rías; menos 100 vacas), medianas (53%; 101–500) y grandes (23%; >500).

La mayoría de los ganaderos (82%) indicaron la existencia de POE en sus lecherías (69, 83 y 93% de las granjas pequeñas, medianas y grandes, respectivamente). Alimentación (73%), ordeño (73%), manejo de terneros (64%) y manejo de vacas recién paridas (54%) fueron las áreas más comunes en las que se estaban siguiendo POE.

Entre los productores, los principales benéficios conseguidos al utilizar POE fueron un desarrollo de las tareas más eficaz, la monitorización de las actividades y la mejora en la salud animal. La producción anual media de las granjas que utilizaban POE fue un 4,3% superior a las lecherías en los que estos no estaban disponibles. Sin embargo, el recuento de células somáticas en el tanque fue significativamente más elevado en granjas que usaban POE para el ordeño (168 células/ mL) que en granjas sin POE de ordeño (181,318 células/mL). Del mismo modo, el índice de concepción al primer servicio fue menor en granjas que seguían POE para la detección de celos (45,8%) que en lecherías sin estos (51,6%).

Como estos resultados demuestran, el uso de POE no estaba cumpliendo las expectativas de los productores. Los POE utilizados para las actividades de ordeño y la detección de celos no solo no mejoraron la salud de las vacas, sino que empeoraron la salud de la ubre y el rendimiento reproductivo. Puede ser asumido que los POE no fueron bien desarrollados o que estos no estaban siendo implementados adecuadamente.

Estos podrían ser los motivos: