¿Qué revela el genoma felino?
Los gatos y los seres humanos han compartido los mismos hogares durante al menos 9,000 años, pero todavía sabemos muy poco acerca de cómo nuestros amigos felinos se convirtieron en animales domésticos. Un análisis del genoma del gato dirigido por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis reveló algunas pistas sorprendentes.
¿Qué revela el genoma sobre domesticación?
Los gatos tienen una historia relativamente reciente de domesticación en comparación con los perros. Los cánidos surgieron de los lobos hace más de 30,000 años. Los gatos, a diferencia de los perros, son realmente sólo semidomésticos, su separaron de los gatos salvajes es muy reciente, y algunos incluso se reproducen con sus parientes salvajes.
Una forma en que los científicos pueden entender la genética de la domesticación es observar qué partes del genoma se alteran en respuesta a la convivencia con los humanos. Los investigadores compararon los genomas de gatos domésticos y gatos salvajes, encontrando regiones específicas del genoma del gato doméstico que diferían significativamente. Los científicos encontraron cambios en los genes del gato doméstico que otros estudios han demostrado que están involucrados en comportamientos como la memoria, el miedo y la búsqueda de recompensas. Este tipo de comportamientos, especialmente los de búsqueda de recompensa, generalmente se consideran importantes en el proceso de domesticación.
Los humanos muy probablemente dieron la bienvenida a los gatos porque controlaban los roedores que consumían sus cosechas de granos y ofrecerían comida a los gatos como recompensa para quedarse. Esto significaba que ciertos gatos que normalmente preferirían llevar vidas solitarias en la naturaleza tenían un incentivo adicional para quedarse con los humanos. Con el tiempo, los humanos preferimos mantener gatos que eran más dóciles.
¿Por qué los gatos son casi exclusivamente carnívoros y por qué su visión y sentido del olfato difieren de otros animales como los perros?
El estudio encontró genes particulares metabolizadores de grasa que proporcionan algún tipo de ventaja digestiva a los carnívoros que solo consumen proteínas animales.
Los gatos también dependen menos del olfato para cazar que los perros. Por lo tanto, no sorprende que los investigadores encontraran menos genes para el olfato en los gatos que en los perros. Pero sí encontraron más genes relacionados con una forma alternativa de olor que detecta sustancias químicas llamadas feromonas, que permiten a los gatos controlar su entorno social, incluida la búsqueda del sexo opuesto. Esta habilidad no es tan importante para los perros, que tienden a viajar en manadas, pero es crucial en los gatos, que son más solitarios y pueden tener más dificultades para encontrar parejas.
Los gatos también tienen mejor audición que la mayoría de los demás carnívoros, incluida la capacidad de escuchar en el rango ultrasónico para rastrear mejor a sus presas. Su visión también es excepcional en condiciones de poca luz. Los gatos tienden a ser más activos al amanecer y al atardecer por lo que deben ser capaces de detectar el movimiento en condiciones de poca luz. Por consiguiente, el equipo identificó genes específicos que probablemente evolucionaron para ampliar el alcance de la audición de los gatos y su visión con poca luz.
Montague MJ, Li G, Wilson RK, Lyons LA, Murphy WJ and Warren WC et al.