Esta es de las pocas efemérides que no llevan a un Santo o una Santa asociado entre las profesiones sanitarias. Se recuerda con ella la gran lacra de una de las enfermedades más terribles que mata a millones de seres humanos en el planeta Tierra, de gran trascendencia en la relaciones humano-animal y que se solucionaría vacunando a todos los perros del planeta.

La fecha conmemora la muerte de Louis Pasteur, químico y bacteriólogo francés al que le debemos la vacuna contra la rabia aún sin conocer que la enfermedad la producía un virus pero sabía estaba en el Sistema Nervioso por lo que utilizó medulas espinales de conejos infectados desecadas lo que debilitaba la virulencia del virus rábico. Después de probarlo en perros, dramáticamente se utilizó para salvar por primera la vez la vida de un ser humano, el niño Joseph Meister que fue mordido por un perro rabioso. Con este sistema de hacer perder virulencia de los patógenos que ya había probado con bacterias responsables del ántrax y el cólera aviar se inició todo lo que conocemos hoy como prevención de enfermedades infecciosas o vacunación.

En estas fechas los Veterinarios a través de los Colegios Profesionales organizan cursos de formación para actualizar la lucha contra esta enfermedad, sobre todo el aspecto legal de la misma a que existe una confusión tremenda entre las responsabilidades de los veterinarios privados o clínicos y los funcionarios y, entre estos, los que actúan para la Consejería de Salud y Familias y los que lo hacen para la de Agricultura, Ganadería y Pesca y Desarrollo Sostenible. Somos 17 CC.AA. y dos ciudades autónomas legislando y dando competencias. Algunos cursos como el celebrado por el Colegio de Cádiz han resultado en 4 días de formación a alto nivel, en otros como el de Córdoba al cual he asistido ha sido una conferencia de 4 horas.

Dicho lo cual se ponen los pelos de punta cuando se nos recuerda que muere una persona cada 10 minutos en el mundo por efector de la rabia, que la OMS y la OIE organismos internacionales que velan y realizan campañas sanitarias, el primero a escala humana y el segundo a escala animal pero con un frente común llamado ONE HEALTH tienen el proyecto de erradicar la rabia en el mundo en el 2030 , que se regalan un contenedor de vacunas antirrábicas a países del Magreb y no son utilizadas, que en Andalucía solo 1 de cada 4 perros tiene un protocolo adecuado de vacunación antirrábica, que  Distritos Sanitarios de Atención Primaria no disponen de lectores de microchip para atender las necesidades de los inspectores veterinarios en los casos de perros mordedores, que siendo España una zona indemne de Rabia pero con gran riesgo de entrada de esta enfermedad tanto por la zona de Algeciras procedente de Marruecos como de los países del Este de Europa hay CC.AA. donde no es obligatoria la vacunación antirrábica en perros, gatos y hurones.

Los veterinarios reivindicamos nuestro papel sanitario no solo esencial en la Rabia donde la prevención es la única forma de salvar vidas sino en el 90% de las enfermedades de padece el ser humano por ser de transmisión por animales, un papel no reconocido por el Ministerio de Sanidad ni las Consejerías de Salud de las CC.AA.

Rafael A.Luna Murillo, veterinario y máster en etología