Una encuesta revela que un 30% de los veterinarios de Valencia provincia reconoce que su trabajo le provoca “malestar emocional”

Una encuesta revela que un 30% de los veterinarios de Valencia provincia reconoce que su trabajo le provoca “malestar emocional”Una encuesta revela que un 30% de los veterinarios de Valencia provincia reconoce que su trabajo le provoca “malestar emocional”

  • El Colegio de Valencia (ICOVV) da a conocer los resultados del programa ‘EstarBien | BienEstar’ y anuncia que repetirá este sondeo anualmente entre sus colegiados para comprobar cómo evoluciona el burnout (síndrome de ‘estar quemado’) en esta profesión
  • El informe realizado, a partir de las experiencias recabadas en los grupos de trabajo creados, atribuye los niveles de estrés a la sobrecarga laboral, mala gestión del tiempo, precariedad salarial, horarios, conflictos con compañeros y/o con tutores pero también al impacto de la DANA y del RD 666/2023
  • En 2024/2025 se crearon tres grupos de ayuda mutua tutelados por una veterinaria experta y una psicóloga. Para este curso este programa de trabajo con colegiados se potenciará. El ICOVV hace un llamamiento a participar a los colegiados más jóvenes, los que más sufren la precariedad laboral

 

Los resultados de la primera encuesta del programa ‘Estar Bien | BienEstar’ promovida por el Colegio de Veterinarios de Valencia (ICOVV) son coherentes con estudios más amplios, nacionales e internacionales, sobre el llamado burnout (síndrome de ‘estar quemado’) y sobre la fatiga por compasión (vinculado al sufrimiento generado en estos profesionales por la muerte y duelo de los animales que atienden pero también con la crueldad y el trato no responsable de sus clientes, en ocasiones). Preguntados por el nivel de bienestar derivado de su trabajo, de 150 colegiados de la provincia de Valencia -una muestra representativa de un colectivo formado por unos 2.000- casi un tercio (un 30,1%) reconocieron estar emocionalmente “mal” (22,4%) o incluso confesaron “no poder más/estar muy mal” (7,7%).

Según el informe realizado después del primer año de aplicación de este programa, que recoge las experiencias recabadas en las reuniones de los grupos de trabajo de ayuda mutua realizados con colegiados, las causas de este malestar serían multifactoriales. En el ámbito laboral, se mencionan conflictos vinculados con la sobrecarga de trabajo, la gestión del tiempo y los descansos, los horarios, la precariedad salarial, los roces con los compañeros o con los tutores de los pacientes y en ocasiones, el propio sufrimiento del animal o el causado a sus responsables por ello. Pero también se destaca la presión por la responsabilidad legal en el ejercicio clínico, la “burocracia extra, complicaciones y mayor estrés” que ha supuesto la aplicación del RD 666/2023 que regula la prescripción, dispensación y distribución de medicamentos veterinarios y que impone nuevas restricciones concretamente en la de antibióticos. Además, se pone el acento en el “impacto” causado por la DANA del 29 de octubre, no sólo por los graves daños causados, también en muchos centros veterinarios, sino por haber proyectado en toda su crudeza “la vulnerabilidad del ser humano”.

Las respuestas a este primer estudio ratificaron los síntomas de un estrés laboral considerado por el colegio como “preocupante”: hasta un 32,2% reconoció que dormía “fatal”, un 14% habló de cierta “apatía” y un 9,1% de “gran cansancio acumulado”. Es más, confirmaron las principales razones que motivaban tales problemas: “Exceso de trabajo y falta de organización” (37,8% de los casos), “escasa remuneración” (22,4%) y conflictos en la “relación con los clientes” (17,5%). Tensiones que, a su vez, decían encontrar su origen en rasgos propios de la personalidad como: predisposición a altibajos motivacionales o inestabilidad emocional (27,3%), relacionados con un “elevado nivel de autoexigencia” (24,5%) o con la (excesiva) “capacidad de entrega” a la profesión (14%). Paradójicamente, más allá del trabajo, los veterinarios encuestados valoraron con una media de 4,15 sobre 5 (en el que 1 significa muy negativo y 5 muy positivo), el nivel de bienestar generado por sus vínculos personales, lo que -sin duda- podría servir para amortiguar los efectos del estrés profesional. La encuesta también refleja que una abrumadora mayoría del 83% sí estaría interesado en recibir información, recursos o acciones específicas si detectase un nivel bajo de bienestar. Ante estos datos y la experiencia acumulada el pasado curso 2024/25 con los grupos de trabajo para abordar esta problemática, el ICOVV ha acordado potenciar este programa y repetir anualmente el sondeo para comprobar la evolución del burnout entre sus colegiados.

 

 

Así lo anunció María Vitoria, coordinadora de ‘EstarBien | BienEstar’ y secretaria del ICOVV, en el transcurso de una jornada celebrada la pasada semana para hacer balance del conjunto de acciones referidas a este programa. Efectivamente, entre junio y septiembre de 2024 la entidad promovió la creación entre los colegiados interesados de tres grupos de ayuda mutua. Cada uno de ellos, con un número no superior a 12 personas, se ha reunido desde entonces una vez al mes. Las sesiones eran tuteladas por dos profesionales: Begoña Bermell, veterinaria certificada en esta materia, y Andrea Juste, psicóloga clínica también especialista. Durante estas citas se abordaron las causas y los modos de mitigar el burnout o la ‘fatiga por compasión’, se dieron claves para una mejor gestión emocional en el ámbito laboral, para afrontar los duelos por los animales con un fatal desenlace o para abordar las relaciones más delicadas con los clientes. Además, se pusieron en práctica herramientas para reducir el estrés (meditación, mindfulness, técnica de Jacobson, técnicas de respiración…).

 

El perfil de los colegiados que asistieron a estas sesiones era el de mujer -en su inmensa mayoría- con entre 35 y 60 años, todos con más de 15 años de experiencia. De ahí que Vitoria hiciera un llamamiento a los más jóvenes a participar durante este próximo curso: “Hay que saber detectar y reconocer los síntomas del burnout pero antes de que los problemas relacionados con el estrés en el trabajo sean más graves, convendría adelantarse y conocer las fórmulas para prevenirlos por lo que este año propondremos crear grupos de colegiados más jóvenes”.

 

Estudios previos

Los resultados de esta encuesta y del informe realizado a partir de los grupos de trabajo, ratifican las principales conclusiones de amplios estudios como el realizado en 2023 por la Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales (AVEPA) y la Universidad Autónoma de Barcelona. En tal trabajo se alertó -con una muestra a escala nacional- que el 20% de los veterinarios clínicos del país tenían síntomas de depresión, la ansiedad era reconocida por el 49%, el 47% consideraba que su salud mental era “mala” o “muy mala” y un 25% alertaba que, por todo ello, no era capaz de dedicar el tiempo suficiente a hijos, familia o amigos. Motivos por los que dos de cada diez de los profesionales que participaron en este trabajo estaba pensando en abandonar a corto/medio plazo la profesión.

 

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