La asociación animalista Atea ha denunciado que un gato doméstico ha perdido una de sus patas al quedar atrapado en un cepo de grandes dimensiones en el límite de una parcela ubicada en Otazu, dentro del municipio de Vitoria-Gasteiz.

En un comunicado, ha señalado que no es el primer caso, ya que una vecina halló en su momento el cadáver de otro gato con «evidentes muestras de haber conseguido escapar de la citada trampa».

Por ello, ha deducido que «el vecino responsable mantiene de forma permanente el utensilio en la linde referida, lo que supone un grave acto de inhumanidad, no solo para con los animales en general, sino para las personas -especialmente niños- que tengan la mala fortuna de quedar atrapados en el artefacto».

Respecto al gato herido, ha explicado que su dueña lo halló atrapado en el mencionado cepo por una de sus patas traseras, que presentaba signos indiciarios de necropsia, y, liberado del artilugio, fue inmediatamente trasladado a un centro veterinario, donde le tuvieron que amputar la extremidad desde la misma cadera, pues no mostraba signos de riego ni de sensibilidad.

Los dueños del animal contactaron con la sección de Medio Ambiente de la Policía Local para que acudieran al lugar, a fin de recoger las pruebas pertinentes, así como retirar el cepo.

Atea ha señalado que los hechos referidos son constitutivos de un delito tipificado en el artículo 340 bis del Código Penal, por lo que ha presentado la oportuna denuncia formal ante la Fiscalía de Medio Ambiente de Álava, al objeto de que actúe en consecuencia ante los responsables de tan «criminal comportamiento».