Papel epidemiológico de los perros en el brote de leishmaniosis humana de Madrid

Leishmania infantum ocasionó en el año 2009 el brote más grande de leishmaniosis humana en Europa, afectando a la zona sur-oeste de la Comunidad de Madrid, principalmente los barrios de Fuenlabrada, Leganés, Getafe y Humanes.

La leishmaniosis es una enfermedad endémica zoonótica difundida en la cuenca mediterránea y transmitida a humanos y animales por flebotomos. Los perros son considerados el principal reservorio para la infección humana por el parásito protozoario L. infantum . Sin embargo, en la última década se ha atribuido un papel importante en el ciclo de transmisión a animales silvestres como lagomorfos y otros canidos. En España, la enfermedad es transmitida por las “moscas de la arena” Phlebotomus perniciosus y P. ariasi; P. perniciosus es el principal vector de la Comunidad de Madrid.Desde mediados de 2009, la incidencia de leishmaniosis humana aumentó abruptamente en la región suroeste de Madrid, también entre adultos inmunocompetentes, la mayoría de los casos fueron formas cutáneas de leishmaniosis. Los cambios ambientales provocados por la construcción de parques verdes en un gran escenario urbano han llevado a una mayor densidad de lagomorfos (principalmente liebres) que sostienen una gran población de moscas de arena. Los estudios de xenodiagnóstico han demostrado la capacidad de las liebres y de los conejos seropositivos a L. infantum para infectar a P. Perniciosus. También se han examinado otros reservorios como los gatos en el área afectada por el brote, llegando a la conclusión de que probablemente éstos no han jugado un papel crucial como reservorio para la infección de L. Infantum.

Para elucidar el papel epidemiológico de los perros en el brote de Madrid, este estudio buscó identificar posibles diferencias en la seroprevalencia de L. Infantum entre perros callejeros en áreas afectadas por el brote y áreas no afectadas de la región de Madrid (2009-2016). También se examinaron posibles factores de correlación. Para completar esta información, se estudiaron las seroprevalencias de los perros domésticos en la zona del brote se han supervisado de 2011 a 2016 haciendo una distinción entre los perros de alto riesgo (perros de caza o de granjas) y las mascotas.

Durante el período de estudio, la seroprevalencia de Leishmania infantum se determinó en 2123 perros callejeros, en 1722 perros domésticos de alto riesgo y 1372 perros domésticos de bajo riesgo. Las variables registradas para cada animal fueron: raza, edad, sexo e historia clínica indicando si el animal estaba sano o clínicamente sospechoso de tener alguna enfermedad y si mostraba un cuadro clínico compatible con leishmaniosis canina.

Las seroprevalencias de L. infantum en perros callejeros fueron similares en las dos áreas examinadas: 4,7% (20 de 346) en el área de brote y 5,4% (96 de 1,777) en el resto de la Comunidad. Sí se encontró una asociación significativa entre la seroprevalencia y la edad. La seroprevalencia en perros domésticos en el área de brote fue de 2,1% en perros de alto riesgo (37 de 1.722) y 1,2% en mascotas (17 de 1.372).

Tanto los perros callejeros como los perros domésticos no parecen desempeñar un papel importante en el mantenimiento del ciclo de transmisión de L. infantum en la zona del brote de Madrid. La seroprevalencia estable de la infección observada en perros centinela sugiere el buen manejo clínico y la prevención de leishmaniosis canina por los veterinarios en los perrosdomésticos.

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Epidemiological role of dogs since the human leishmaniosis outbreak in Madrid