Un día frío como se vaticinaba desde el muro de facebook en el que se han estado vertiendo ideas, opiniones y todo tipo de cosas .También se auguraba un fracaso y los más optimistas decían que no alcanzaríamos los 800 manifestantes. Uno se pregunta cómo puede ser que tanta gente que acude a un foro a decir y manifestarse a favor de la manifestación, unos 2.400 no terminaran de ir a defender lo de todas. Al final según datos de la policía unos 3.000 manifestantes entre veterinarias, acompañantes y animales de todo pelo y condición se juntan en Puerta del Sol para hacer el recorrido de dos horas hasta el Ministerio de Sanidad.

Los emprendedores de la manifestación aún con no todo a su favor y con alguna que otra diferencia personal tuvieron que dejar las riendas de la organización a FESVET, una amalgama de sindicatos profesionales veterinarios salidos del norte del país y que en 2018 sentaron las bases de muchas de las reivindicaciones que se llevaron a la misma. Eso después de que el Consejo General de Colegios Veterinarios de España declinara, tras la petición de los organizadores primigenios, ser cabeza de la organización de una “Manifestación Histórica” pero que estarían apoyando como no podía ser de otra manera. Desde los Distintos Colegios Provinciales y Consejos Autonómicos se puso en evidencia el tipo de gobierno de reino de taifa al que nos tienen acostumbrados desde tiempos inmemoriales. Unos apoyan, otros no y otros callan. Unos ponen un autobús, otros lo cambian por minibús al ver que no se completa el de 50 plazas y otros pagan el viaje sea como sea de los colegiados que quieran asistir. Algún presidente  de Colegio dice que irá, otros ni siquiera ante las preguntas de sus colegiados dice nada.

Todo ello fielmente seguido en el muro de facebook “Manifestación Veterinaria” en el que todo el mundo era bienvenido. Ideas empiezan a salir de cómo vestirse para la manifestación; si de bata blanca, si de pijama verde, si de mono azul.Alguien dice entonces que en Madrid va a hacer un frío que pela y quizás llueva, entonces ya se piensa mejor en no resfriarse que en ir de uniforme, aunque alguno se vio muy valiente con calzas y gorro quirúrgico al uso.

Las pancartas y mensajes también se ofrecieron en una lluvia de ideas en el muro de facebook , mensajes para ser coreados al unísono lo que se echó en falta por la poca vocación de “speaker” de los que llevaban los megáfonos que iban con delantal de organización. Yo escuchaba poco salvo aquello de “con mi inspección no hay chuletón” o “Somos Veterinarios, somos sanitarios”, aunque la que más gracia me hizo fue la de una compañera que como si fuera el rey Leónidas en la película 300 de Frank Miller se subía de vez en cuando a un pilote y arengaba a su grupo con aquello de “¿Qué somos?”….

El final en el Ministerio de Sanidad con la actuación del ex presidente Badiola leyendo el manifiesto aunque no se le escuchó ni papa a más de dos metros aún con los esfuerzos de la organización de ponerse los enormes altavoces en la chepa como si fueran raperos. Me gustó el detalle de dejar lazos verdes en las verjas de contención que la policía había puesto delante del edificio y el ambiente festivo en general sin incidentes, aunque un poco más de hermanamiento hubiera estado bien .No me gustó el uso particular de alguno con publicidad de su propio centro, creo que allí todos dejamos lo nuestro para ir con lo de todas.

Bien se puede decir que es el principio  de algo que la profesión veterinaria tiene atrofiado por  falta de uso: el corporativismo. Aquello de ve tú porque yo de política no quiero saber nada que todavía algunos siguen dando como excusa se va a acabar. Si quieres algo actúa y muévete, solo o acompañado y no dejes a nadie lo que tú deseas defender porque nunca lo hará.

Ahora me vuelvo a mi ciudad a preparar mi candidatura a las elecciones a la Junta de Gobierno del Colegio con la mochila cargada de ideas para mejorar la actividad diaria de los colegiados sin que le suponga un farragoso e interminable camino para conseguir mejor atención y defensa de los intereses veterinarios.

Rafael A.Luna Murillo, veterinario