La profesión veterinaria. Esa gran desconocida

Hoy ha venido a la consulta una clienta desde hace muchos años, a preguntarme: ¿Por qué os habéis manifestado los veterinarios? ¿Qué problemas tenéis? ¿Es porque hay tantos perritos abandonados?

Yo le contesto con un par de preguntas: ¿Qué es para ti un veterinario? ¿Piensas que es importante lo que hacemos? Esta clienta me responde lo siguiente: “Sí Pilar, sois importantes, ya que los veterinarios sois gente que quieren a los perritos, como tú Pilar, que me cura a Rocky cuando está enfermo”.

Y es cierto. Rocky viene, sólo, cuando está enfermo, no viene a vacunarse de nada más “porque es muy caro”, excepto de la Rabia (por miedo a la “multa”) y alguna vez, cuando tiene “algo extra de dinero”, viene a hacer una desparasitación interna una vez al año. Pero eso sí, Rocky cada 2 meses va a la peluquería y ahora en fiestas más “para que lo dejen guapo para Navidades”

¿Qué ha pasado? ¿Cuándo dejamos de ser menos importantes que un corte de pelo? me pregunto internamente y le respondo a su pregunta diciéndole: ¿Sabías que un veterinario está contigo en toda tu vida diaria? La clienta me mira extrañada, algo disgustada, incrédula y curiosa, preguntando con la mirada.

A lo cual le respondo: “cuando tomas ese cocido madrileño tan rico, que sueles preparar o tomar en el restaurante de Oscar, muchos veterinarios han estado trabajando para que llegue a tu plato en las necesarias condiciones para que no enfermes”. Me mira interesada.

“Un grupo de veterinarios evalúan los medicamentos, las vacunas y la calidad de piensos que le dan a los animales, digamos a las vacas, para que estén sanas y puedan reproducirse. Otros veterinarios las controlan para que tengan terneros, a los que vacunan y controlan su hábitat, para que cumplan con los estándares de calidad y bienestar animal que marca la Comunidad Europea, no sufran y crezcan sanos. Luego, esos terneros, cuando crecen son llevados a los mataderos, donde otros veterinarios controlan que no sufran y tengan una muerte digna y controlan la calidad de la carne, para que no lleve ninguna enfermedad que se te pueda contagiar y en los supermercados, otros veterinarios hacen controles para que esa carne no se contamine. Más tarde, otros veterinarios van al restaurante de Oscar y controlan que dicho local cumpla con los niveles sanitarios adecuados para que ese cocido tan rico no te pueda hacer enfermar.

Por otra parte, tú sales a pasear por el parque con Rocky ¿no? Para que pasees por el parque tranquila con Rocky, un veterinario que está en el Ayuntamiento es el que controla y evita las plagas, por ejemplo, de ratas, para que ni Rocky ni tú os enferméis.

Cuando sales al campo y escuchas los pajaritos, tienes que saber que hay veterinarios que se encargan de controlar el medio ambiente y ayudan a que se mantenga la biodiversidad y que no desaparezcan “animalitos” digamos pajaritos, controlando su reproducción y su salud.

Si te vas de viaje a otras provincias, puedes estar tranquila, porque los veterinarios encargados del control de aduanas de España están trabajando para evitar que ninguna enfermedad peligrosa pueda entrar al país por nuestras fronteras.

Luego claro, estoy yo, la veterinaria clínica, el sanitario que cura a Rocky cuando enferma y que soy su médico. Para ello debo saber de Cardiología, Traumatología, Toxicología, Epidemiología y de todas las “ías” que se necesiten, como ocurre con cualquier médico de familia de la Seguridad Social, pero yo, además, tengo que ser una buena cirujana y saber todo lo relacionado con el laboratorio clínico, para poder saber de qué está enfermo Rocky, porque Rocky no habla y no me puede decir lo que le pasa. Y como a Rocky que es un perro, tengo que saber de varias especies animales más, gatos, iguanas, periquitos…

Por otro lado, además de curar, prevengo que tú y Rocky enferméis, como ya te he dicho muchas veces. Cuando le pongo la vacuna de Rabia a Rocky, estamos protegiendo a Rocky y te estamos protegiendo a ti, porque la Rabia es una enfermedad mortal y no tiene tratamiento, por eso siempre te digo, que deberías ponerle las otras vacunas, como el recuerdo de la Parvo y del Moquillo, porque si se enferma, los gastos serán muy altos, necesitará hospitalización y a veces ni con eso se logran salvar a los animales enfermos. También es importante ponerle la vacuna contra la Leptospirosis porque es una enfermedad que es contagiosa para ti, ya que se contagia principalmente con la orina de ratas y que puede provocarte diarreas y orinas con sangre. Además, tu médico de primeras nunca pensaría que pudieras tener una leptospirosis hemorrágica y podrías morir. Siempre te digo que deberíamos controlarle también contra la leishmaniosis, que, aunque el riesgo es bajo, si Rocky enferma, nunca se curará, sólo podremos mantenerlo estable y si por un casual, el mismo mosquito que pique a Rocky te pica a ti, te podría contagiar la leishmaniosis, que es causa de muerte en algunos casos de leishmaniosis digestiva. Por lo mismo, también te digo que hay que tenerlo desparasitado externamente para que no tenga pulgas ni garrapatas, ya que estas últimas pueden contagiarte la fiebre hemorrágica Crimea-Congo que es mortal en muchos casos o la enfermedad de Lyme, que puede provocarte trastornos neurológicos, cardíacos y reumatológicos y que está relacionada como causa de la temible fibromialgia

Como ves, estamos contigo cuidándote y previniendo que tú y Rocky no enferméis siempre y por eso nos manifestamos, para que la población nos vuelva a ver como lo que somos: SANITARIOS”

Al acabar, la clienta se me queda mirando, me abraza y me dice: “gracias, no sabía que eran tan importantes y que nos cuidaban tanto”

Pilar Pérez Miñano

Veterinaria Clínica