Medidas que propone el CEVE para garantizar la atención sanitaria veterinaria

Como representantes del sector privado de la actividad veterinaria os queremos hacer saber que hemos trasladado tanto al Ministerio Sanidad como a las Consejerías de Sanidad de las Comunidades Autónomas que la red de los centros sanitarios veterinarios (CSV), como parte integrante del Sistema Sanitario Nacional, precisamos una vía de comunicación directa con las autoridades sanitarias a cargo del control de la pandemia de COVID-19.

En este sentido, es imperativo que la autoridad sanitaria transmita a la ciudadanía que la asistencia veterinaria de sus animales se ofrecerá normalmente en los CSV, que permanecerán abiertos para atender a los animales que lo requieran, como ha venido sucediendo hasta ahora. Una incorrecta comunicación en este punto podría conducir a una oleada masiva de abandono de animales en un momento de crisis sanitaria, con graves consecuencias para la salud pública.

El sector veterinario es consciente de que la prioridad absoluta en el acceso a equipos de protección individual y productos desinfectantes corresponde a la asistencia a los enfermos, pero no podemos dejar de advertir que los CSV ya carecemos de este equipamiento (mascarillas, alcohol, geles hidroalcohólicos, gafas, batas desechables, guantes) por la rotura de estocaje que sufren las distribuidoras de productos veterinarios. Los profesionales de nuestros CSV pueden verse directamente expuestos a la infección por vía del tratamiento de animales que conviven con personas infectadas por el SARS-CoV-2. Tenemos una seria preocupación por nuestros trabajadores y es preciso que se nos tenga en consideración cuando se haya logrado abastecer de estos elementos a los centros sanitarios del Servicio Nacional de Salud.

CEVE se ha asesorado técnicamente para la elaboración de unos protocolos de prevención de riesgos laborales para reducir al máximo en los CSV el contacto con los propietarios de los animales y, por lo tanto, la posible transmisión vírica. Sin embargo, en este momento no parece garantizar suficientemente la salud de los trabajadores cuando prestan atención sanitaria veterinaria a los animales de compañía en el domicilio.

En virtud de nuestro conocimiento, consideremos necesario mantener las siguientes actividades a desarrollar por los centros sanitarios veterinarios:

  • Asistencia veterinaria en situaciones de urgencia y a pacientes con patologías crónicas graves, por razones de bienestar animal, de paz social y de seguridad pública.
  • Hospitalización de animales con patologías graves.
  • Asesoramiento telefónico para todas aquellas patologías leves que los ciudadanos puedan manejar bajo consejo veterinario.
  • Tratamientos antiparasitarios internos y externos para prevenir la propagación de enfermedades vectoriales y zoonóticas. Las personas convivirán en contacto estrecho con los animales por un periodo prolongado, por lo que, de no realizarse, podrían complicar la salud pública en los próximos meses.
  • Inmunoprofilaxis. Las vacunaciones evitan la transmisión de enfermedades y reducen el uso de antibióticos en el tratamiento de enfermedades infecciosas, lo que disminuye la posibilidad de aparición de antibiorresistencias de importancia en la salud pública.En caso de los animales de producción y deporte el personal veterinario necesita autorización para poder desplazarse sin dificultad a las explotaciones y realizar las labores necesarias para garantizar la salud animal y el suministro seguro de alimentos para la ciudadanía.
  • Es preciso garantizar el suministro de alimentos para los animales de compañía dado que muchos animales siguen alguna dieta y estos alimentos se encuentran exclusivamente en los CSV. En estos momentos en algunos lugares ya hay rotura de estocaje y está en serio riesgo la atención adecuada de estos animales.
  • Igualmente es preciso asegurar el suministro de productos de higiene de los animales para poder garantizar una adecuada limpieza e higiene de los animales durante este periodo de convivencia estrecha con las personas.

De igual modo consideramos que deben suspenderse las siguientes actividades:

  • Cirugías preventivas, como por ejemplo castraciones o esterilizaciones.
  • Servicios de higiene y peluquería de los animales, salvo los tratamientos de parasitosis.
  • Venta de accesorios.
  • Atención sanitaria veterinaria a los animales de compañía en el domicilio, salvo a las personas dependientes.

Hemos transmitido nuestra preocupación por los albergues y las sociedades protectoras de animales que no estén debidamente controlados o autorizados, que no tengan implantado un plan de profilaxis zoosanitaria, que no tengan un riguroso control de entrada y salida de los animales o que no tengan un control veterinario estricto, porque se pueden transformar en un serio foco de problemas de salud, sobre todo si recogen y albergan animales de personas enfermas sin las debidas medidas de seguridad. Hemos advertido que estos núcleos normalmente son atendidos por voluntarios sin ningún tipo de formación sanitaria, de riesgos laborales o de manejo de los animales.

Hemos recomendado que se busque una solución en el seno familiar para los animales de compañía que conviven con personas afectadas por el COVID-19 que no puedan hacerse cargo personalmente de su cuidado. Recordamos que las instalaciones de hospitalización de los CSV no han sido diseñadas para mantener animales en régimen de alojamiento garantizando el bienestar animal a largo plazo.

El material infográfico editado por CEVE con ocasión de la pandemia de COVID-19 se encuentra aquí:

Fuente, ceve.es