Las β-defensinas porcinas (pBD) son péptidos catiónicos que se asocian clásicamente con el sistema inmunitario innato. Estas moléculas tienen propiedades antimicrobianas e inmunomoduladoras, como lo demuestran varios ensayos in vitro y en animales. Los investigadores han revelado que la mejora de la expresión de pBD se puede lograr a través de componentes dietéticos y técnicas de edición de genes en cerdos y modelos de células porcinas. Esta revisión de vanguardia tiene como objetivo encapsular los hallazgos fundamentales y el progreso realizado en el campo de la pBD en las últimas décadas, con un énfasis específico en el papel biológico de la pBD en el control de infecciones y su uso en ensayos clínicos, ofreciendo así un nuevo panorama de oportunidades para la investigación destinada a identificar alternativas profilácticas y terapéuticas tanto para la medicina porcina como para fines traslacionales.

La resistencia a los antimicrobianos y el control de infecciones son preocupaciones públicas mundiales [1,2,3,4]. La efectividad de los antibióticos, que alguna vez se emplearon ampliamente en medicina humana y veterinaria, ha disminuido significativamente con el tiempo, de modo que su capacidad para mitigar las infecciones microbianas ya no es tan potente como se observó cuando se introdujeron por primera vez en 1928 con el descubrimiento de la penicilina [5, 6]. Las bacterias resistentes a los antibióticos están causando preocupación entre los profesionales de la salud y angustia emocional dentro de las comunidades [7, 8]. Los pacientes hospitalizados experimentan infecciones que ya no responden a los antibióticos existentes, lo que resulta en infecciones intratables y una alta mortalidad [8,9,10]