A Francisco de Asís se le echa de menos

Rafael A. Luna Murillo colegiado nº140994

Este fatídico año de 2020 y, quizás, varios años más la O.C.V. no organizará ningún dispendio a través de multitudinarios ICOV que campan a lo largo y ancho de nuestro Estado español. Son medidas cautelares o preventivas, según se mire, para evitar que la idiosincrasia española como ha calificado alguien últimamente en un artículo de opinión llamado “simplemente COVID” desate las ganas de fiesta y jolgorio que nos consta hace su aparición cada año en los distintos puntos colegiales y, con ello, se provoque un mal mayor que acabaría en contagio, enfermedad y alguna muerte entre los compañeros de profesión. ¡Que los dioses no lo quieran!

Me decía alguien que las mejores fiestas las organizaban en Andalucía con diferencia y que se notaba dónde estaban los dineros.

Todo ello se ha consensuado con las más altas esferas autonómicas y nacionales. Un momento, ¿que no es así?  La, de nuevo, idiosincrasia de los ICOV hispanos hace que cada uno se comporte como un Reino de Taifa, con sus propios Estatutos y su forma de hacer y deshacer las cuestiones de los colegiados. No obstante, no tengo más que añadir solo darle la enhorabuena a aquellos ICOV que han tenido ideas nuevas, del siglo XXI para que sus colegiados no se sienten solos este día tan memorable y no lo basen en una misa de difuntos, lo más tétrico que se puede hacer por los colegiados.

Pero volvamos a Francisco de Asís, nuestro patrón estatutario. Todo el mundo conoce su historia y su labor con las almas de los hombres, pero desconocen cómo fue su vida con los animales no humanos. El pobrecillo de Asís siempre llevó consigo la pobreza y la humildad de servir a los Evangelios y a los hombres y vivió una época convulsa en la Edad Media. Tuvo más suerte que los Cátaros a los que dichas convicciones les llevaron a la tortura y el exterminio porque no creían en el papa católico.

Realmente Francisco de Asís en su biografía sacada de sus escritos no dice nada de su actividad con los animales no humanos. Utilizó la simbología de los animales que siempre han sido fascinación, envidia y fuente de inspiración para hacer llegar a los legos analfabetos de su tiempo la palabra de Cristo cuando se cantaban en las iglesias o monasterios de la Orden Franciscana. El resto son leyendas… Hacia 1225, compuso el maravilloso poema Cántico de las criaturas o Cántico del hermano sol, que influyó en buena parte de la poesía ascética y mística española posterior.  Francisco de Asís falleció el 3 de octubre de 1226. En 1228, apenas dos años después, fue canonizado por el papa Gregorio IX que colocó la primera piedra de la iglesia de Asís dedicada al santo. La festividad de San Francisco de Asís se celebra el 4 de octubre. Patrono de los veterinarios y de los ecologistas.

Rafael A. Luna Murillo , veterinario