Carta Abierta de un veterinario sobre las candidaturas al CGCVE

Candidatos.

Soy Antonio Reinoso Domínguez, colegiado n°307 por Pontevedra y n° 7692 por Madrid.

Lo que aquí voy a exponer es a título personal, sin rencor y procurando ser lo más objetivo posible dentro de mi pasión por mi profesión: VETERINARIO.

Después de repasar las biografías de muchos de los candidatos a formar parte del Consejo General, nos damos cuenta de que coinciden en dos cosas casi todos ellos. Una de ellas me resulta muy curiosa y significativa.

Pasar a detallar el historial de todos es tedioso así que me centraré en los cinco candidatos a Presidente y Vicepresidente del CGCVE.

La primera coincidencia y que no tiene nada de particular, es que todos llevan una media de 18 años en el cargo Presidentes de sus respectivos Colegios. El Sr. Oroquieta  lo es desde 1996, el Sr. Calvo Sáez desde el 2008 (de 2002 a 2008 fue Secretario de su Colegio), el Sr. Laguens lleva como mínimo desde 2002, el Sr. García Alía 2001 y el Sr. Sánchez Asensio 2002.

Esto, por sí mismo, no indica nada, posiblemente siguen en el cargo tantos años porque lo hacen muy bien y no ponen trabas a otros posibles candidatos de su zona en el período electoral.

Todos ellos son Presidentes o Vicepresidentes de sus Consejos Autonómicos y el Sr. Laguens pertenece desde el 2002 a la Federación Europea de Veterinarios, siendo el actual Presidente. Este mantenimiento cuasi perpetuo en el cargo me parece incoherente porque a nivel social…¿no estamos pidiendo que los políticos sólo se mantengan 8 años en sus cargos? Al menos, en política, se dice que todos los cargos de larga duración recuerdan a épocas pasadas en las que la Democracia no existía y no se permitían aires renovados. El riesgo de mantenerse demasiado tiempo en la poltrona consiste en que el pelo de la moqueta hace olvidar la realidad en la que viven día a día los representados por estos personajes.

La SEGUNDA COSA EN COMÚN y muy grave, es que, desde que estas personas ocupan esos cargos, la profesión veterinaria ha sufrido un deterioro muy grande. Voy a explicarme. En estos últimos veinte años

  1. el colectivo veterinario ha perdido sectores laborales que nos han pasado a otras titulaciones
  2. tenemos un IVA injusto y nadie ha dicho nada. Lo importante es la Receta y cobrar por ella
  3. tenemos una precariedad laboral que se acerca a la indigencia
  4. hay una falta total de presión para que las Administraciones convoquen oposiciones regularmente. ¿Por qué los veterinarios no podemos entrar en los exámenes MIR, como sí entran los biólogos o los químicos?
  5. han permitido una Ley del Medicamento que nos deja en total desamparo hasta con las cooperativas ganaderas
  6. no han hecho nada para solucionar el problema de que nos exijan 200 trámites para montar una clínica
  7. han proliferado las Facultades de Veterinaria cual setas en temporada
  8. se permite que haya 17 Registros de Identificación de Animales de Compañía y sus fastuosas Asambleas anuales…

Todas estas afirmaciones son fácilmente contrastables y conocidas por toda la profesión veterinaria, menos por sus representantes.

Puede parecer una casualidad pero yo creo que NO lo es.

Todas estas personas, nuestros actuales representantes, estaban y están ahí desde que la profesión empezó a empequeñecerse, a desvanecerse, a perder credibilidad y sólo se han preocupado de la receta «oficial» ¿Para ingresar más dinero en los Colegios? ¿Y qué hacen luego con tanto?

No digo que ellos sean los culpables pero ¿Qué hicieron para evitar todo este desastre? NADA.

Podríamos ampliar al resto de candidatos a la Junta Ejecutiva estas dos coincidencias (Presidente de Murcia, de Islas Baleares, etc.). A mí me da que pensar, no sé a vosotros.

Por lo menos ya sabemos qué nos espera y como dice el refrán: “Sr. Badiola, alguien vendrá, que bueno le hará”, como ya pasó con el Sr. Borregón (Q.D.E.P.).

Repito que estas son opiniones mías, personales y con la única intención de tratar de cambiar el establishment que existe en los Colegios y Consejo desde mediados del siglo pasado, cuando sólo existían los veterinarios oficiales. Por cierto, algún candidato tiene clínica pero también es funcionario o cobra de otras instituciones.

Ahora hay sobre 6.500 clínicas en toda España y los veterinarios clínicos somos el mayor colectivo dentro de la profesión y sin embargo, seguimos sin tener la representatividad que merecemos como mayor fuente de ingresos de los Colegios por cuotas. Y nos siguen poniendo trabas para que no la tengamos. ¿Será porque estas poltronas colegiales tienen cianocrilato incorporado en sus asientos?

Pertenezco a AEVET porque siempre ha luchado por los clínicos desde la discreción. Creo que es de las pocas Asociaciones que ha intentado unir a todo el conjunto veterinario con un único fin: mejorar nuestra reputación a nivel social (campaña compromisomascota.com) y ante las Administraciones. AEVET defiende con firmeza a los veterinarios clínicos tanto sean propietarios de clínicas como empleados de las mismas. Como he dicho anteriormente, todas estas opiniones son mis opiniones personales y lo único que deseo es conseguir es que los veterinarios seamos conscientes del poder que tenemos y que LA UNIÓN NOS HARÁ SER MÁS FUERTES.

Decía mi hermana (Q.D.E.P.): «solo se va más rápido, pero juntos se llega más lejos».

 

Fdo: Antonio Reinoso Domínguez «Tucho»