Caso clínico: Obstrucción del intestino delgado secundaria a hernia interna transmesentérica congénita en un gato

Caso clínico: Obstrucción del intestino delgado secundaria a hernia interna transmesentérica congénita en un gatoCaso clínico: Obstrucción del intestino delgado secundaria a hernia interna transmesentérica congénita en un gato

Min-Hee Kang1 Young-Chil Kang2 Jun-Won Yoon3 Parque Hee-Myung3*
  • 1Departamento de Sanidad Bioanimal, Universidad de Jangan, Gyeonggi-do, República de Corea
  • 2Animal Hospital with Love, Seúl, República de Corea
  • 3Departamento de Medicina Interna Veterinaria, Facultad de Medicina Veterinaria, Universidad de Konkuk, Seúl (República de Corea)

Un gato británico de pelo corto macho castrado de 8 meses de edad presentó anorexia aguda y vómitos. La presentación clínica general incluyó depresión generalizada. A la exploración física se observó masa abdominal palpable, por lo que se sospechó cuerpo extraño o invaginación intestinal. Las radiografías abdominales mostraron dilatación segmentaria del intestino delgado y la ecografía reveló una lesión diana con asas dilatadas del intestino delgado y alteración de la estratificación normal de la pared, sugestiva de invaginación intestinal. La laparotomía exploratoria confirmó defectos mesentéricos congénitos asociados a obstrucción del intestino delgado. La intervención quirúrgica consistió en la disección, la ligadura de los vasos sanguíneos circundantes y el cierre de los defectos mesentéricos. El gato fue dado de alta a los 3 días, presentando una recuperación postoperatoria normal. Hasta donde sabemos, este es el primer caso clínico de defecto mesentérico congénito asociado a obstrucción del intestino delgado en un gato. Si bien las hernias internas son poco frecuentes, es fundamental incluirlas en el diagnóstico diferencial de los casos de obstrucción intestinal, especialmente en pacientes sin antecedentes de cirugía o traumatismo previo. El potencial de estrangulamiento e isquemia en las asas afectadas eleva las hernias internas a una condición crítica y potencialmente mortal, lo que enfatiza la necesidad de un reconocimiento rápido y una intervención quirúrgica urgente como una emergencia.

Introducción

La hernia interna (HI) se define por la protrusión de los órganos abdominales a través de un defecto peritoneal o mesentérico en un compartimento dentro de la cavidad abdominal (1, 2). El HI es una enfermedad rara con una prevalencia inferior al 1% en la población general y se notifica principalmente en niños como una anomalía congénita (3). En adultos, puede desarrollarse como una afección adquirida como resultado de una lesión abdominal, inflamación peritoneal o factores iatrogénicos después de procedimientos quirúrgicos previos (2, 4). Como se señaló anteriormente, el HI puede provocar obstrucción intestinal en los seres humanos. Cuando se produce una obstrucción intestinal, el segmento intestinal afectado sufre estrangulación, lo que provoca isquemia y supone un riesgo para la vida (5, 6). Por lo tanto, el diagnóstico oportuno es crucial; sin embargo, la identificación del HI sigue siendo un reto en humanos (4, 6). La IH no ha sido reportada previamente en el campo de la medicina veterinaria.

Este informe describe una causa poco frecuente de obstrucción del intestino delgado asociada con hernia interna en un gato. En el presente informe se describe por primera vez en medicina veterinaria el defecto mesentérico congénito.

Descripción del caso
Presentación de casos e investigaciones diagnósticas

Un gato británico castrado de 8 meses de edad, con un peso de 3,8 kg, ingresó en el servicio de urgencias por abdomen agudo acompañado de 1 día de historia de anorexia y vómitos. El gato recibió todas las vacunas y desparasitaciones necesarias, vivía solo en el interior y no tenía antecedentes recientes de enfermedad. En la presentación, el gato estaba generalmente deprimido y reacio a ponerse de pie. A la exploración física se observó leve distensión abdominal y molestias. La palpación abdominal reveló masa palpable localizada en el cuadrante abdominal derecho. El resto de la exploración física no presentaba presentaciones.

La bioquímica sérica y el hemograma completo revelaron una elevación en los recuentos de plaquetas (1.231 × 109/L, referencia 300–800 × 109/L) e hiperglucemia leve (173 mg/dL, referencia 53-150 mg/dL). El amiloide A sérico felino también estaba ligeramente elevado (29 μg/ml, referencia 0-10 μg/ml). Para la evaluación de las lesiones similares a masas abdominales, se realizaron evaluaciones de imagen adicionales mediante radiografías y ecografías. Las radiografías torácicas no presentaban presentaciones. Las radiografías abdominales mostraron dilatación segmentaria del intestino delgado llena de gas (Figura 1). La ecografía abdominal reveló una dilatación segmentaria significativa de las asas del intestino delgado, con alteración de la estratificación normal en la pared intestinal (Figura 2). El movimiento del contenido intestinal en las lesiones dilatadas disminuyó. No se detectó ningún cuerpo extraño visible ni masa; sin embargo, la imagen transversal de las lesiones presentaba características similares a las de una lesión diana (Figura 2B), lo que sugiere una alta sospecha de invaginación intestinal delgada.

www.frontiersin.orgFigura 1. Radiografía abdominal lateral de un gato británico de pelo corto de 8 meses de edad con abdomen agudo. La radiografía abdominal lateral derecha preoperatoria de este gato mostró dilatación segmentaria gaseosa de las asas del intestino delgado, sin presencia aparente de cuerpos extraños ni lesiones masivas.

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Figura 2. Imágenes de ultrasonografía de un gato británico de pelo corto de 8 meses de edad sospechoso de una obstrucción mecánica del intestino delgado. Las imágenes longitudinales (A) y transversales (B) a nivel de la lesión palpable en forma de masa revelaron asas dilatadas del intestino delgado. Se observó una marcada dilatación segmentaria de las asas intestinales con reducción del movimiento peristáltico del contenido intestinal. La estratificación normal de la pared del intestino se interrumpió y, en la imagen transversal (B), las lesiones se asemejaban a anillos concéntricos de varias capas. También se detectó grasa hiperecogénica adyacente a la lesión.

Sobre la base de estos hallazgos, se sospechó fuertemente una obstrucción mecánica debida a la invaginación intestinal delgada en este gato. Por lo tanto, se recomendó la laparotomía exploratoria tanto para el diagnóstico como para el tratamiento.

La estabilización preoperatoria se inició con inyección de oxígeno de flujo continuo, amoxicilina/ácido clavulánico (20 mg/kg, SC, Kuhnil, Corea del Sur) y fluidoterapia con solución de Hartmann (JW pharmaceutical, Corea del Sur). La anestesia se indujo con tiletamina-zolazepam (5 mg/kg, IM, Virbac, Carros, Francia) y la anestesia se mantuvo con isoflurano al 1%. Se realizó una laparotomía ventral estándar de la línea media, exponiendo asas distendidas del intestino delgado. El sitio de obstrucción involucró una hernia de intestino delgado que fue estrangulada por los vasos sanguíneos mesentéricos circundantes (Figura 3A). Una parte sustancial del mesenterio del intestino delgado estaba ausente, aunque las arcadas vasculares mesentéricas incluyen los vasos rectos, parecían normales (Figura 4). Los vasos sanguíneos que rodean los segmentos del intestino delgado fueron cuidadosamente diseccionados y ligados, lo que permitió la observación de los segmentos intestinales (Figura 3B). Se identificó dilatación y congestión del intestino proximal a la obstrucción. Al no haber signos que indicaran isquemia o necrosis intestinal, no se realizó cirugía de resección y anastomosis. Después de confirmar el movimiento normal del contenido intestinal, los grandes defectos mesentéricos se suturaron con suturas simples de patrón interrumpido utilizando poligliconato absorbible monofilamento 4-0 (Maxon, Covidien, Dublín, Irlanda). En este gato se confirmaron defectos congénitas del mesenterio con hernia interna. El gato se recuperó satisfactoriamente de la cirugía. Se continuó con líquidos intravenosos y antibioticoterapia (amoxicilina/ácido clavulánico, 20 mg/kg, SC, cada 12 h). Citrato maropitante (1 mg/kg, SC, cada 24 h; Zoetis, Gerona, España) se utilizó como antiemético, y se suministró gabapentina (10 mg/kg, VO, cada 8 h, Pfizer, Friburgo, Alemania) para el control del dolor. El gato no mostró signos de vómitos y su apetito volvió a la normalidad 2 días después de la cirugía. El alta se realizó 3 días después de la cirugía, y los medicamentos orales, incluidos antibióticos, antieméticos y analgésicos, se continuaron durante 7 días. Se programó una visita de seguimiento para la extracción de la sutura y la reevaluación después de 10 días. El estado general del gato era normal y no se observaron signos intestinales anormales.

www.frontiersin.orgFigura 3. Imágenes intraoperatorias de un gato británico de pelo corto de 8 meses de edad con una hernia interna transmesentérica. La laparotomía de urgencia reveló defectos mesentéricos congénitos (A, puntas de flecha) con los vasos congestionados que rodean el yeyuno medio (A, flecha). Los vasos sanguíneos alrededor del intestino delgado fueron cuidadosamente aislados y ligados (B, flechas). La parte aboral del yeyuno mostró distensión e hiperemia leves; Afortunadamente, no se identificaron áreas necróticas.

www.frontiersin.orgFigura 4. Imágenes asquerosas de un gato británico de pelo corto de 8 meses de edad con un defecto mesentérico congénito del intestino delgado. En este gato se confirmaron defectos congénitas del mesenterio con hernia interna. Cuando el yeyuno estaba expuesto, las arcadas vasculares mesentéricas incluían vasa recta que parecían normales, pero una parte significativa del mesenterio estaba ausente.

Discusión

La hernia interna (IH) es una afección poco frecuente en los seres humanos y no se ha notificado en perros y gatos. Se estima que su incidencia oscila entre el 0,2 y el 0,9% en los casos de autopsia, lo que contribuye al 0,6-5,8% de todos los casos de obstrucción del intestino delgado (SBO) (4, 6). La IH puede dar lugar a complicaciones como obstrucción intestinal, estrangulación y necrosis posterior que afecta a diferentes longitudes del intestino (4).

Este informe de caso describe un defecto congénito poco frecuente en el mesenterio del intestino delgado que resultó en SBO en un gato. El gato presentó signos digestivos agudos, y un examen físico identificó una lesión similar a una masa intraabdominal. Teniendo en cuenta la edad y el historial médico del gato, los principales diferenciales incluyeron cuerpo extraño, invaginación intestinal u otra causa de obstrucción.

Las etiologías predominantes de obstrucción gastrointestinal reportadas en perros y gatos incluyen cuerpos extraños, invaginación intestinal, neoplasia, absceso, granulomas y formación de estenosis (7). Entre las diversas etiologías, la ingestión de cuerpos extraños y la invaginación intestinal fue la causa más frecuente de obstrucción mecánica en gatos (8). Cuando la obstrucción intestinal se produce por cualquier causa, se produce una reducción del contenido intestinal y una inhibición de la motilidad intestinal. Además, la distensión directa de la pared intestinal por un objeto extraño puede inducir congestión venosa y edema, lo que puede conducir a un daño vascular más grave y necrosis (9). Para un pronóstico favorable, el diagnóstico precoz y la intervención terapéutica fueron esenciales.

En este caso, para el diagnóstico se utilizaron tanto exámenes radiográficos como ecográficos. Aunque la radiografía abdominal sugería la posibilidad de obstrucción intestinal, no fue posible identificar la causa exacta. La ecografía posterior hizo sospechar una invaginación intestinal. Como resultado, se realizó un abordaje quirúrgico en este gato, lo que llevó al diagnóstico final de obstrucción intestinal por IH.

Las hernias internas se clasifican en función de la ubicación de las aberturas defectuosas, y Meyers las clasifica en paraduodenales, pericecales, foramen de Winslow, transmesentéricas, transmesocólicas, intersigmoideos y retroanastomóticas (10). Entre estos, la hernia transmesentérica causada por una anomalía congénita es el tipo más común y ocho casos congénitos fueron reportados por primera vez en 1836 (11). La fisiopatología de los defectos mesentéricos sigue sin estar clara, y se han propuesto varias hipótesis, incluida la regresión parcial del mesenterio dorsal, el agrandamiento del desarrollo de áreas poco vascularizadas, la rápida elongación de un segmento mesentérico y la compresión del mesenterio por el colon durante el período prenatal (4, 12). Los defectos mesentéricos congénitos se asocian con frecuencia a otras anomalías gastrointestinales, en particular a la atresia del intestino delgado (13).

Con los recientes avances en la tecnología de diagnóstico por imagen, la caracterización de los diferentes tipos de HI mediante TC ha ido en aumento (4). Sin embargo, el diagnóstico preoperatorio del defecto mesentérico sigue siendo un reto tanto para los médicos como para los radiólogos (6).

En este informe, surgieron limitaciones ya que no se pudieron realizar tomografías computarizadas adicionales. Sin embargo, un enfoque diagnóstico rápido y una laparotomía exploratoria evitaron con éxito complicaciones adicionales. El segmento del intestino afectado por la obstrucción en este gato fue relativamente corto, particularmente cuando se compara con el sitio del defecto mesentérico extenso. Además, la duración de la isquemia no se prolongó, lo que resultó en un daño intestinal mínimo y una rápida recuperación. En este caso no se realizó un examen histopatológico del mesenterio, aunque podría haber proporcionado información valiosa sobre la etiología congénita de la afección y la naturaleza de los cambios tisulares. Por lo general, los diagnósticos se realizan a través de una laparotomía exploratoria de emergencia, y la información histopatológica rara vez está disponible, incluso en casos humanos. La hernia transmesentérica es una causa poco frecuente que contribuye a la obstrucción del intestino delgado. En el caso de obstrucción intestinal en animales relativamente jóvenes, es recomendable considerar el defecto mesentérico congénito como un posible diagnóstico diferencial.

En conclusión, hasta donde sabemos, este caso clínico representa la primera documentación de un defecto mesentérico del intestino delgado en un gato. La consideración de un defecto mesentérico congénito debe incluirse en el diagnóstico diferencial para perros y gatos relativamente jóvenes que muestren signos de SBO, particularmente en ausencia de hernia externa, sospecha de un cuerpo extraño, cirugía abdominal previa o traumatismo.

Declaración de disponibilidad de datos

Los datos brutos que respaldan las conclusiones de este artículo serán puestos a disposición por los autores, sin reservas indebidas.

Declaración ética

No se requirió aprobación ética para los estudios con animales de acuerdo con la legislación local y los requisitos institucionales porque este artículo es un informe de caso basado en animales propiedad del cliente, y se obtuvo el consentimiento del propietario del gato para la publicación de este informe de caso y las imágenes que lo acompañan. Se obtuvo el consentimiento informado por escrito de los propietarios para la participación de sus animales en este estudio.

Contribuciones de los autores

M-HK: Conceptualización, Redacción – borrador original, Escritura – revisión y edición. Y-CK: Curación de datos, Redacción – borrador original, Redacción – revisión y edición. J-WY: Curación de datos, Redacción – borrador original, Redacción – revisión y edición. H-MP: Supervisión, Redacción – borrador original, Redacción – revisión y edición.

Financiación

El/los autor/es declaran/n que no se recibió apoyo financiero para la investigación, autoría y/o publicación de este artículo.

Conflicto de intereses

Los autores declaran que la investigación se llevó a cabo en ausencia de relaciones comerciales o financieras que pudieran interpretarse como un posible conflicto de intereses.

Nota del editor

Todas las afirmaciones expresadas en este artículo son únicamente las de los autores y no representan necesariamente las de sus organizaciones afiliadas, ni las del editor, los editores y los revisores. Cualquier producto que pueda ser evaluado en este artículo, o afirmación que pueda ser hecha por su fabricante, no está garantizado ni respaldado por el editor.

Referencias

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Palabras clave: felino, enfermedad gastrointestinal, hernia interna, enfermedad congénita, defecto mesentérico

Cita: Kang M-H, Kang Y-C, Yoon J-W y Park H-M (2024) Caso clínico: Obstrucción del intestino delgado secundaria a hernia interna transmesentérica congénita en un gato. Frente. Vet. Sci. 11:1358797. doi: 10.3389/fvets.2024.1358797

Recibido: 20 de diciembre de 2023; Aceptado: 10 de abril de 2024;
Publicado: 23 de abril de 2024.

Editado por:

Remo Lobetti, Especialistas Veterinarios Irlanda, Irlanda

Revisado por:

Haithem Ali Mohamed Ahmed Farghali, Universidad de El Cairo, Egipto
Noelia Vázquez Odo, Facultad de Veterinaria UdelaR, Uruguay

Derechos de autor © 2024 Kang, Kang, Yoon y Park. Este es un artículo de acceso abierto distribuido bajo los términos de la Licencia Creative Commons Attribution License (CC BY).

*Correspondencia: Parque Hee-Myung, parkhee@konkuk.ac.kr

Renuncia: Todas las afirmaciones expresadas en este artículo son únicamente las de los autores y no representan necesariamente las de sus organizaciones afiliadas, ni las del editor, los editores y los revisores. Cualquier producto que pueda ser evaluado en este artículo o afirmación que pueda hacer su fabricante no está garantizado ni respaldado por el editor.

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