Castilla y León, declarada libre de brucelosis bovina, avanza «muy positivamente» en otras enfermedades animales

El director general de Producción Agropecuaria de la Junta de Castilla y León, Agustín Álvarez, ha presentado este lunes a las organizaciones profesionales agrarias y a Urcacyl los resultados finales de los programas de erradicación de enfermedades de los rumiantes que próximamente serán comunicados al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que dejan a la Comunidad como «libre» de brucelosis bovina.

En esta reunión se ha puesto de manifiesto el «espectacular avance» de Castilla y León en materia de Sanidad Animal y en el estatus sanitario de sus explotaciones ganaderas, resultados que, a juicio de la Junta, vienen a «refrendar el gran trabajo y esfuerzo llevado a cabo de forma conjunta entre el sector ganadero y los servicios veterinarios, tanto oficiales como privados».

Respecto a la brucelosis bovina, en el mes de marzo se ha publicado la decisión de la Comisión Europea por la que se declara todo el territorio de Castilla y León libre de brucelosis bovina. Con este estatus sanitario ya no es necesario someter a todas las explotaciones ganaderas a las pruebas anuales para su detección. Así, los ganaderos de bovino se unen al estatus sanitario de ovino y caprino, que en Castilla y León se declaró libre de la brucelosis en el año 2013.

En cuanto a la tuberculosis bovina, en el año 2020 se ha producido un nuevo descenso de la prevalencia en todas las provincias de Castilla y León, excepto Salamanca, si bien, en esta provincia ha disminuido la prevalencia en nueve de las doce Unidades Veterinarias en las que está dividida. En definitiva, en Castilla y León la prevalencia se sitúa en el 1,41 por ciento, cuando en el año 2007 la prevalencia era de 4,16 por ciento, de acuerdo con los datos facilitados por el Ejecutivo autonómico.

Siete provincias de Castilla y León –Burgos, León, Palencia, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora– se sitúan en baja prevalencia, es decir, en menos del uno por ciento, en concreto, Burgos está en el cero por ciento, León en 0,10, Palencia en 0,86, Segovia en 0,45, Soria en 0,67, Valladolid en cero y Zamora en 0,17 por ciento.

Esto supone que las explotaciones sin antecedentes de tuberculosis puedan mover libremente sus animales a cualquier cebadero (incluidos los cebaderos calificados) aunque tengan reactores a las pruebas diagnósticas de intradermorreacción (piel) cumpliendo el protocolo acordado y anexo al programa nacional.

Las provincias de Burgos, León y Valladolid no tendrán que hacer pruebas de movimiento de los animales de venta (sean o no reproductores) siempre que hayan realizado las pruebas en los seis meses anteriores.

 

PROVINCIAS LIBRES DE TUBERCULOSIS BOVINA

El plazo requerido para la declaración de oficialmente libre de tuberculosis bovina en Burgos, León y Valladolid ha comenzado a computar desde el 1 de enero, esto supone, que si no se producen repuntes, el 1 de enero del año 2024 estas tres provincias podrían tener el estatus de libres de tuberculosis bovina reconocido por la Unión Europea.

Esta situación sanitaria permite, además, que desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural se valore la realización de las pruebas de saneamiento de forma bianual en determinadas zonas y explotaciones ganaderas de las siete provincias de baja prevalencia es decir, en Burgos, León, Palencia, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora, siempre y cuando cumplan determinados requisitos sanitarios y la situación epidemiológica no varíe durante este año.

Además, 74 de las 103 unidades veterinarias que son las demarcaciones administrativas territoriales con las que cuenta la Comunidad Autónoma no han tenido ni un solo caso de tuberculosis bovina y su prevalencia es cero por ciento.

En la provincia de Salamanca, la mayor prevalencia se ha concentrado, fundamentalmente, en la Unidad Veterinaria de Vitigudino, sin embargo, el resto de la provincia evoluciona de forma favorable puesto que se ha producido un descenso de prevalencia en nueve de las doce Unidades Veterinarias de Salamanca, y zonas muy ganaderas como la comarca de Ledesma baja del umbral del tres por ciento (nivel que se considera en el marco del programa nacional como límite para tomar medidas especiales). Adicionalmente, cinco unidades veterinarias están en baja prevalencia (menor del uno por ciento), lo cual tiene ventajas a la hora de realizar movimientos.

El 90,7 por ciento de los cebaderos de Castilla y León, están calificados con el máximo estatus sanitario de tuberculosis (T3), circunstancia que les permite poder exportar animales a países terceros sin necesidad de realización de pruebas previas al movimiento.

En cuanto a la investigación epidemiológica de tuberculosis en fauna silvestre, los niveles globales de prevalencia de Castilla y León son bajos, y si excluimos la comarca del Barco de Ávila, sobre 2.252 muestras tomadas en el resto de la Comunidad solo se han detectado un 2,22 por ciento, de jabalíes con tuberculosis.

En el Barco de Ávila, donde confluyen diferentes circunstancias que motivan que la relación entre fauna silvestre y ganado doméstico sea más estrecha, se ha desarrollado un programa específico en el que se está trabajando en colaboración con el doctor Christian Gortázar, catedrático de Sanidad Animal del Instituto de Recursos Cinegéticos (IREC) que continúa en marcha ampliándose el estudio a otras especies silvestres como tejones.