Con motivo del Día Internacional del Gato, pistas para entender cómo se siente y cuidarlo como se merece

• Identificar a tiempo cambios en su comportamiento es clave para detectar posibles problemas de salud

El próximo 8 de agosto se celebra el Día Internacional del Gato, una fecha señalada en el calendario por los amantes de estos animales, que cada vez están ganando un mayor protagonismo en los hogares españoles. En concreto, el número de felinos en España ha crecido un 38%, alcanzando una población estimada de casi 6 millones de ejemplares[1].

Su comportamiento, sin embargo, en ocasiones puede resultar un misterio para muchos de quienes conviven con ellos. Por eso Royal Canin, compañía referente en salud a través de la nutrición para gatos y perros, quiere insistir en la importancia de conocerlos mejor para poder garantizar su bienestar, contribuir a su salud y lograr una mejor convivencia.

Los gatos pueden comunicarse con sus cuidadores de varias formas. Por ello, es importante leer y comprender su lenguaje corporal, así como escuchar los sonidos que hacen para saber cómo se sienten y lo que necesitan. Algunas pistas que pueden ayudar son las siguientes:

– Tranquilos: postura erguida, cabeza levantada, y un ligero rizo en la cola. Orejas levantadas y hacia delante. Ojos redondeados y en posición neutral y, quizá, emitiendo un suave ronroneo. Es lo que debería ser su estado natural, cuando no están acurrucados o escondidos.

– Interesados: postura erguida, cola apuntando hacia abajo mientras las orejas apuntan hacia delante y arriba, ojos redondeados y centrados. Fíjate dónde dirigen su mirada: te ayudará a descubrir en qué han depositado toda su atención.

– Confiados y seguros: acostado, cola estirada, dado la vuelta, con la tripa expuesta. Sus orejas apuntarán ligeramente hacia los lados y sus ojos estarán entrecerrados. Esta postura corporal podrá estar acompañada de un ligero ronroneo. Muchas veces se malinterpreta como una invitación a que lo mimes, pero no se debe quebrantar con caricias en el abdomen.

– Preocupados: podremos detectar que un gato está preocupado cuando esté en una postura agachada, con los músculos tensos y la cola cerca del cuerpo. Las orejas se presentarán aplastadas y giradas hacia un lado, y sus ojos estarán abiertos de par en par con las pupilas dilatadas.

– Con miedo: postura tensa donde la espalda estará arqueada, con la cola hinchada y el pelo erizado. Sus orejas estarán aplastadas y sus ojos entrecerrados con las pupilas dilatadas. También es posible gruña o bufe.

Los gatos, maestros del camuflaje

Además, es importante conocer y prestar atención a los cambios de comportamiento del gato ya que, cuando tienen algún problema de salud, no suelen mostrarlo de forma evidente. Por eso las visitas regulares al veterinario son claves en el caso de los felinos.

Gemma Baciero, veterinaria de Royal Canin, apunta qué comportamientos pueden indicar que algo no va bien en la salud del gato: “los gatos no suelen dar tantas señales como los perros. Sin embargo, debe ser un signo de preocupación cuando encontramos al gato menos activo o que tiende a esconderse. Por ejemplo, un caso que puede resultar muy revelador es cuando el gato presenta problemas articulares ya que no cojean como pueden hacerlo los perros, sino que limitan sus movimientos o evitan las alturas. Es necesario estar muy pendientes de estos cambios repentinos o prolongados en el comportamiento del animal, que pueden indicar que algo no está yendo bien, por lo que sería necesario acudir al veterinario para su evaluación”.

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