Diseñan un bioadhesivo para el cierre de heridas en humanos y animales que permite regenerar tejidos

El laboratorio de adhesión de la Universidad de Alicante (UA) pone a disposición del sector médico y veterinario un innovador material biocompatible capaz de sellar heridas tanto en humanos como en animales.

Se trata de un bioadhesivo diseñado junto a la Universidad de Brighton (Reino Unido) con óptimas propiedades como su compatibilidad con tejidos vivos y elevada capacidad adhesiva, gran flexibilidad, adaptable al tejido de la herida que une, así como baja toxicidad y propiedades regenerativas de los tejidos. Todo ello evita la formación de cicatrices.

Habitualmente, este tipo de adhesivos y sellantes médicos y veterinarios se usan en clínicas y cirugías como una alternativa a otros métodos de cierre de heridas (suturas o grapas), ya que permiten detener rápidamente el sangrado en accidentes y emergencias sanitarias, reducen el tiempo de cicatrización y la formación de cicatrices.

Sin embargo, la mayoría de estos bioadhesivos se basan en polímeros sintéticos o naturales que presentan algunas desventajas al ser considerados como cuerpos extraños por las células inflamatorias de los tejidos circundantes o pueden generar respuestas autoinmunes, apunta en un comunicado el director del laboratorio, José Miguel Martín.

Hay casos de necrosis asociados a este tipo de materiales y su rigidez puede producir un cierre incompleto de las heridas. Entre otros efectos constatados, pueden presentar riesgos de trasmisión de enfermedades si proceden de animales.

Para superar estas barreras, la UA propone un biomaterial polimérico que permite cerrar y sellar heridas y presenta alta compatibilidad, baja toxicidad y propiedades de regeneración de los tejidos. «Proporciona un rápido curado, elimina las cicatrices e incrementa la flexibilidad del adhesivo evitando su desprendimiento prematuro», añade el investigador.

APLICACIÓN

Se aplica y genera preferiblemente in situ sobre la propia herida colocando simultáneamente una solución de dendrones y un adhesivo cianoacrilato de manera que, en contacto con el agua del cuerpo o la sangre, se produce una reacción (proceso de polimerización).

El biomaterial polimérico se va endureciendo (proceso de curado) a medida que la reacción de polimerización transcurre y, finalmente, queda una fina capa sobre la herida o tejido en el que se ha aplicado.

Los dendrones se usan como factores de crecimiento y los adhesivos de cianoacrilato en el campo médico como alternativa a la sutura. La utilización de estos está limitada en el interior del cuerpo porque se genera mucho calor y puede producir necrosis y otros tóxicos durante su degradación.

Por ello, la ventaja es que la adición de dendrones reduce el calor durante la aplicación del adhesivo sin reducir su adherencia, y hace que su degradación sea muy lenta eliminado la toxicidad. Los dendrones también facilitan el crecimiento de tejido celular acabando con las marcas y cicatrices.

EN BUSCA DE EMPRESAS

El nuevo bioadhesivo está patentado tras superar superado ensayos físicoquímicos en laboratorio, por lo que los investigadores esperan realizar ensayos con células vivas tanto de personas como de animales. La UA busca empresas biomédicas o parafarmacéuticas interesadas en adquirir esta tecnología para su explotación comercial mediante acuerdos de licencia del modelo.

Es fruto del trabajo de colaboración del director del laboratorio y el investigador de la Universidad de Brighton Mateo Santin, responsables de desarrollar un material para cerrar orificios de cirugías en el marco del proyecto europeo ‘Disc regeneration’.