El páncreas , con su doble función endocrina y exocrina, tiene un papel crítico en la digestión. Centrándonos en la función exocrina, esta viene desencadenada por la presencia de alimento en el tracto digestivo, que produce una respuesta hormonal que activa la producción de enzimas digestivas en el páncreas. Las principales son lipasas, amilasas y proteasas, de modo que hablamos de las enzimas que llevan a cabo la digestión de los alimentos ingeridos y hace que estén disponibles para ser absorbidos a lo largo del tracto digestivo. Por lo tanto, una actividad pancreática óptima mejorará el rendimiento de los animales, mientras que una situación patológica, como el subdesarrollo en pollos como resultado de problemas en la incubación, limitará el aprovechamiento de la ración.

El butirato es un aditivo que puede influir en la regulación de la actividad pancreática. El butirato, como es bien sabido, tiene un efecto positivo sobre la digestibilidad de los nutrientes, mejorando el aprovechamiento de la ración y los parámetros técnicos de los animales (Guilloteau et al. , 2010 ; Mallo et al., 2011). En gran parte, estos se deben al efecto de este aditivo sobre la morfología intestinal, ya que tiene un efecto trófico sobre los enterocitos que mejora su capacidad de absorción. Además de esto, existe un efecto indirecto sobre la disponibilidad de los nutrientes en el tracto digestivo , que permite explicar mejor las mejoras en el rendimiento de los animales.

El efecto es indirecto porque lo observamos sobre las enterohormonas que estimulan a su vez la secreción pancreática y por lo tanto la presencia de enzimas digestivas en el intestino. La principal de estas entero hormonas es la colecistoquinina (C C K) , que estimula las células exocrinas del páncreas y cuya concentración aumenta con la adición de butirato en la dieta en mamíferos (Kotunia, 2004; Guilloteau, 2010b). En aves , se ha observado el aumento de preprocolecis toquinina , gen que interviene en la regulación de la CCK (Moquet, 2018). El aumento de esta enterohormona se ha atribuido a la presencia de FFAR3, receptores de ácidos grasos de cadena corta, en las células I del intestino (Moquet, 2018), que son las secre toras de CCK .

El efecto de la C C K es doble. Por un lado, activa la secreción del jugo pancreático, algo que no se ha estudiado mucho, pero cuyo aumento por la inclusión de butirato en la dieta se ha observado en lechones (Sileikiene et al., 2005). Por otro, tiene un efecto trófico en las mencionadas células exocrinas. Parece claro el efecto de aceleración mitótica (Guilloteau, 2010), pero no tanto si sólo promueve la regeneración celular o si permite aumentar el tamaño del páncreas , lo cual compensaría un crecimiento anormalmente pequeño del páncreas .

En conclusión, la adición de butirato sódico en la ración tiene el efecto de mejorar la eficacia de la actividad pancreática. En condiciones fisiológicas, esto optimiza la utilización d e la energía y la proteína de la dieta. Por su parte, en condiciones de subdesarrollo del páncreas, compensará en parte los problemas maximizando la actividad celular.