El CITA apuesta por el enfoque One Health para preservar la salud global y anticiparse a futuras pandemias

La consejera de Ciencia de Aragón, Maru Díaz, junto a la directora del CITA, Lucía Soriano, en los laboratorios del centro

El Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), adscrito al Departamento de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento del Ejecutivo autonómico, promoverá el enfoque One Health –una salud o salud global–, en el que se aborda la estrecha relación entre la salud humana, la seguridad alimentaria, la salud animal y el medio ambiente, con el objetivo de anticiparse a futuras pandemias.

Los aspectos de sostenibilidad de los agroecosistemas, el cambio global y su relación con la salud son áreas de investigación que se incluyen en este enfoque One Health que el CITA quiere desarrollar, en línea con esta iniciativa impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha precisado el Gobierno de Aragón en una nota de prensa.

En el ámbito de la sanidad animal, el CITA cuenta con un «enorme potencial» en sus instalaciones para experimentación con microorganismos de tipo 3, aquellos que pueden causar una enfermedad grave en el hombre y tienen riesgo de propagación a la población, si bien se cuenta con tratamientos conocidos.

La ampliación de estas instalaciones permitiría al centro abrir sus puertas a otros grupos de investigación que requieren de medidas especiales de seguridad para desarrollar sus experimentos con animales.

El Ejecutivo ha indicado que el CITA ya es referente internacional en materia de diagnóstico y prevención de la brucelosis, comúnmente conocida como fiebres de Malta, una de las zoonosis –infecciones transmisibles de los animales a las personas– más extendida en el mundo.

También tiene una larga trayectoria de investigación, en colaboración con la Universidad de Zaragoza, en salmonelosis porcina, otra relevante zoonosis, y en enfermedades transmitidas por vectores –mosquitos–, de gran importancia ante el escenario de cambio climático actual. El 75% de todas las enfermedades infecciosas emergentes en humanos son de origen animal.

FOCO DE RIESGO DEL SIGLO XXI

La consejera de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento del Gobierno de Aragón, Maru Díaz, ha opinado que el mundo se enfrenta «a un foco de riesgo, quizás el foco de riesgo del siglo XXI», como ha demostrado por desgracia el coronavirus y, por eso, es necesario «transformar la forma en la que entendemos la investigación y la salud».

«Necesitamos ese enfoque global», ha remarcado y «tenemos la suerte de contar con el CITA, con este centro de investigación público puntero, que lleva años desarrollando estos estudios y que puede poner al servicio de todo el Gobierno de Aragón esa visión que nos permitirá estar más preparados y prevenidos a futuro».

Otro aspecto de salud pública sobre el que el CITA ha trabajado es el control de resistencias de los microorganismos frente a los antibióticos.

La resistencia de determinadas bacterias frente a los antibióticos, en parte vinculada con el uso indiscriminado de estos en la ganadería industrial, es un problema de salud pública de primera magnitud, puesto que reduce peligrosamente la eficacia de los antibióticos en tratamientos preventivos y curativos frente a infecciones en las personas.

Asimismo, el CITA quiere aumentar la cooperación con otros centros y profesionales de la salud pública, la salud animal y vegetal, y la salud ambiental a través de enfoques multidisciplinares que aborden el riesgo en la interfaz entre humanos, animales, plantas y ecosistemas.

Se trataría, según ha explicado la directora gerente del centro, Lucía Soriano, de liderar «una estrategia aragonesa de salud global al servicio de la sociedad aragonesa».

«Tenemos el compromiso de trabajar con otros departamentos, como Salud Pública, que conocen bien a lo que nos enfrentamos para, de manera conjunta, poder promover un enfoque de One Health. Nosotros tenemos el conocimiento sobre zoonosis, los equipos necesarios y el personal formado para trabajar en este campo, pero queremos y necesitamos colaborar con otras entidades para tener un enfoque solvente y enfrentarnos a los retos que nos plantea esta nueva situación», ha comentado Soriano.

OTRAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN

Otras líneas de investigación del CITA relacionadas con la salud humana incluyen el desarrollo de herramientas genómicas y bioinformáticas para el diagnóstico genético eficiente de enfermedades infecciosas y estudio de nuevos patógenos y el análisis de la presencia en el agua de antibióticos (y sus metabolitos) utilizados en producción animal.

También trabajo en el desarrollo de nuevos envases antimicrobianos para aumentar la seguridad y vida útil de productos agroalimentarios; en el estudio de los mecanismos que regulan la producción de nutrientes en frutas y hortalizas para obtener productos más saludables; y en la protección frente a plagas de los vegetales con estrategias de bajo impacto ambiental.

Igualmente, posee proyectos sobre conservación de la biodiversidad hortofrutícola para la seguridad alimentaria; inmuno-nutrientes en la dieta para una alimentación sana; bacterias patógenas emergentes en la cadena alimentaria; uso de la flora autóctona medicinal para obtener nuevos medicamentos e ingredientes activos; y la conservación de la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas ligados a la producción agraria.

Además, el CITA ofrece un servicio técnico «independiente e imparcial» a la Administración de la Comunidad Autónoma de Aragón para el control de las entidades de formación de auxiliares oficiales de la Inspección Veterinaria, han esgrimido desde el Ejecutivo.

También actúa como sede central de la red de laboratorios de mataderos de gran capacidad para el control de triquina, parásito causante de la triquinosis, otra importante zoonosis, al tiempo que está en posición de asesorar a industrias agroalimentarias (auxiliares y de restauración), en materia de buenas prácticas frente agentes patógenos.