El riesgo de que aparezcan virus en los humanos puede no depender de su animal huésped, según un estudio

La probabilidad de que los virus emergentes se propaguen a los seres humanos desde los animales puede no depender del reservorio animal específico del virus original, según nuevas investigaciones dirigidas por el Centro de Investigación de Virus de la Universidad de Glasgow (MRC) y el Instituto de Biodiversidad, Sanidad Animal y Medicina Comparada de la Universidad de Glasgow (Reino Unido).

Al igual que la actual pandemia causada por el coronavirus SARS-CoV-2, que se cree que se originó en los murciélagos, la mayoría de las enfermedades infecciosas emergentes son virus zoonóticos, es decir, enfermedades que se propagan desde los animales para infectar a los seres humanos.

Como muestra el impacto de Covid-19, las enfermedades infecciosas emergentes pueden amenazar seriamente las vidas humanas y los medios de subsistencia a nivel mundial. Por lo tanto, para combatir las nuevas amenazas es importante comprender qué grupos de animales o virus plantean el mayor riesgo.

El estudio, publicado en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’, descubrió que la proporción de virus que son zoonóticos no difiere significativamente entre los 11 órdenes principales de aves y mamíferos. También se comprobó que el número de virus zoonóticos vinculados a cada orden animal parecía ser consecuencia de la riqueza de especies: los órdenes animales más diversos albergaban más virus en general y, por extensión, más virus zoonóticos.

Estos hallazgos sugieren que el pensamiento científico previo (que ciertos reservorios animales, como los murciélagos, plantean un mayor riesgo de propagación de los virus al hombre) puede no ser exacto. En cambio, estos científicos creen ahora que son los rasgos característicos de los virus, y no sus huéspedes animales, los que serán los predictores más útiles de la transmisión zoonótica.

«Nuestro hallazgo de que el número de zoonosis que han surgido de los murciélagos es aproximadamente lo que se esperaría de cualquier grupo de mamíferos de su tamaño pone en duda la idea de que los rasgos de los murciélagos producen virus con una mayor propensión a infectar a los humanos. Para saber si hay algo especial en los murciélagos, ahora necesitamos entender si los virus de murciélago que saltan a los humanos causan enfermedades más graves o se propagan mejor entre los humanos que los virus de otros animales, lo cual es actualmente incierto», detalla otro de los investigadores, Daniel Streicker.