La electroquimioterapia (EQT) es una nueva modalidad para el tratamiento de neoplasias cutáneas y subcutáneas, que resulta alternativa a cirugías de elevada agresividad local y en aquellas áreas en las que la cirugía es compleja. También es útil como tratamiento adyuvante a cirugía en algunos tumores sólidos en los que los márgenes se consideran insuficientes. Esta tipo de tratamiento se basa en el aumento de la permeabilidad celular mediante la electroporación (aplicación de pulsos eléctricos) a nivel tumoral, lo que permite que fármacos citotóxicos (bleomicina y cisplatino) con baja absorción en condiciones normales, puedan penetrar en concentraciones elevadas en los tejidos del área tratada, lo que minimiza los efectos sistémicos teniendo una acción citotóxica local muy eficaz. Algunas de las neoplasias con esta indicación terapéutica son carcinomas de células escamosas, mastocitomas, lechos quirúrgicos de sarcomas, melanoma o linfoma cutáneos no epiteliotrópicos localizados.

Otra característica de la EQT es la producción de un efecto vasoconstrictor tumoral que produce, en primer lugar, bloqueo vascular y disminución del flujo sanguíneo dentro del tumor favoreciendo la retención de citostáticos dentro de él; y en segundo lugar, una acción de daño vascular endotelial directo

Es un procedimiento mínimamente invasivo, que requiere de una anestesia general de corta duración y en la mayoría de los casos, no precisa de tratamiento posterior (analgésicos, antibióticos…), observándose los efectos de la apoptosis celular de forma progresiva a lo largo de las siguientes 4-6 semanas.

Este es un ejemplo de un caso de carcinoma de  células escamosas agresivo, en área de tratamiento quirúrgico complejo, como el plano nasal, con excelente respuesta a la EQT 6 semanas después.

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