“En la situación actual, es muy importante trabajar de forma coordinada entre salud humana y salud animal”

  • Cada año, 385.000 perros se infectan de leishmania. En la nueva entrega del programa Con V de Vet, Guadalupe Miró, Catedrática en Salud Animal de la Universidad Complutense de Madrid e investigadora veterinaria y Manuel Linares, médico de familia, especialista en Microbiología y Parasitología y presidente de la Fundación IO, hablan de la importancia del enfoque One Health y de la coordinación entre médicos y veterinarios para dar soluciones frente a zoonosis como la leishmania.

 

La leishmaniosis es considerada hoy en día, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la segunda enfermedad más importante transmitida por un parásito protozoo después de la malaria. Cada año, 385.000 perros se infectan de leishmania. Guadalupe Miró, Catedrática en Salud Animal de la Universidad Complutense de Madrid e investigadora veterinaria, que “La tendencia actual demuestra un cambio. España, actualmente, es endémica en toda su geografía para la infección por leishmania en perros, aunque sí que hablamos de zonas hipoendémicas, endémicas e hiperendémicas encontrando focos con prevalencias muy altas como Baleares o bajas como la zona norte, aunque en toda la geografía hay casos y es importante tenerlo en cuenta”.

Una de las acciones que se están llevando a cabo por parte de MSD Animal Health dentro de la “III Semana de la lucha frente a la leishmaniosis” es el lanzamiento de una nueva entrega del programa Con V de Vet donde Guadalupe Miró y Manuel Linares hablan de la importancia del enfoque One Health y de la coordinación entre médicos y veterinarios para dar soluciones frente a zoonosis como la leishmaniosis.

En España se han detectado 700 nuevos casos en personas, aunque es una enfermedad que afecta principalmente a los animales. Al ser una enfermedad que en España afecta generalmente a personas con el sistema inmune más debilitado, en la situación actual en medio de una pandemia es necesario no bajar la guardia. Personas que han sufrido la Covid-19, puede que estén actualmente con su sistema inmunológico más debilitado, y en este caso el peligro de contagio por esta y otras enfermedades puede incrementarse. Manuel Linares, médico de familia, especialista en Microbiología y Parasitología y presidente de la Fundación IO, en primer lugar, resalta “la importancia de trabajar coordinadamente y de la mano medicina humana y medicina veterinaria, sobre todo en el panorama actual” y continúa, “falta mucha concienciación sanitaria por parte del paciente y, en parte, es culpa nuestra porque la gente no asocia, por ejemplo, la leishmania con personas, solo con perros y no es así. Actualmente, a pocos kilómetros del centro de Madrid, encontramos el mayor brote de leishmaniosis de Europa en personas. De ahí la importancia de trabajar conjuntamente, desde un punto de vista One Health. Con el sector veterinario, tenemos un reto por delante y tenemos que trabajar coordinadamente”.

 

Compromiso con la salud pública y la prevención de la enfermedad

En veterinaria, actualmente, la única medida preventiva que ha demostrado la eficacia necesaria para mitigar esta infección es el uso tópico regular de repelentes (piretroides) como Scalibor®. Además, el aumento de la incidencia de la enfermedad hace necesaria la protección durante todo el año. La vacunación también es una alternativa para reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad tras la infección, pero éstas no van a evitar que siga siendo necesaria la protección con un repelente eficaz ya que no evitan la infección

Otra de las recomendaciones es limitar los paseos nocturnos con el perro en la época de mayor incidencia, poner mosquiteras de malla fina en las épocas de calor y dejar que el perro duerma en casa durante las horas nocturnas. “Trabajar el diagnóstico precoz en mascotas también en gatos que se encuentran implicados, aunque en menor medida, y proteger a los perros para que no se infecten con repelentes con evidencias científicas probadas de que lo son”, afirma Guadalupe Miró.

“El veterinario es quien tiene que pautar las medidas preventivas más adecuadas para cada caso y teniendo en cuenta el tipo de vida de cada perro, la situación de la familia… y hacer diagnóstico precoz y tomar medidas preventivas para evitar la picadura del flebotomo y la infección por leishmania”, continúa Guadalupe.

Si bien la incidencia en personas es baja, es importante protegerse de la picadura del mosquito a través del uso de repelentes de insectos en la piel o mosquiteras impregnadas con insecticidas. Hasta la fecha, no existe una vacuna disponible para las personas, aunque las investigaciones en curso en esta área son prometedoras.

 

La evolución de la leishmania en los últimos años.

Recientes trabajos publicados en 2020 describen que la prevalencia de la leishmaniosis en perros en España oscila entre el 2% y el 57,1% dependiendo de la región geográfica2 en la que nos encontremos, siendo Ourense, Lleida, Girona, Cáceres, Valencia, Alicante, Murcia y casi toda Andalucía la zona de mayor seroprevalencia llegando a superar en muchos casos el 57,1% de perros positivos. En Galicia, Asturias y Cantabria hasta hace muy poco no se habían detectado casos. Los últimos estudios revelan la existencia de casos autóctonos. En el caso de Galicia, los datos de seroprevalencia de Leishmaniosis canina determinan una tasa de perros positivos entre el 1,6 hasta el 24,3%. En Asturias y Cantabria, se han mostrado datos del 3,6% y el 2% respectivamente, teniendo en cuenta que hasta ahora se consideraban zonas libres de leishmaniosis canina3.

Ante el rápido avance del proceso de expansión de la leishmaniosis en el norte de España, un estudio trató de determinar la prevalencia de esta enfermedad en el lobo ibérico y otras especies de carnívoros en Asturias. Hasta un tercio de los lobos analizados fueron positivos a leishmaniosis y la prevalencia media para todos los carnívoros analizados fue del 40%, concluyendo que existe una amplia presencia de este parásito en la región4.

Estos datos reflejan la necesidad de realizar acciones de prevención frente a la enfermedad en estas zonas tanto por parte de las familias hacia sus mascotas como de las autoridades sanitarias pertinentes.