Endocarditis fúngica clínica como componente de una presunta infección sistémica por aspergilosis en un perro
- Hospital de Especialidades Veterinarias – North County, Medicina Interna, Ethos Veterinary Health, San Marcos, CA, Estados Unidos
Una perra mestiza, esterilizada de 26 kilogramos y 2 años de edad, se presentó por azotemia aguda, un nuevo soplo cardíaco, anorexia y letargo. En la ecografía abdominal se observó una marcada azotemia con alteraciones renales bilaterales. En el ecocardiograma se detectó una lesión vegetativa en la válvula mitral, compatible con endocarditis infecciosa. El paciente dio positivo para el antígeno de galactomanano (Aspergillus EIA Galactomannan Test de MiraVista), lo que llevó a un diagnóstico presuntivo de aspergilosis sistémica. A pesar del tratamiento agresivo, el paciente continuó deteriorándose y desarrolló signos de disnea que mejoraron temporalmente con el tratamiento con furosemida (VetOne; Boise, ID). Después de la eutanasia humanitaria, la evaluación postmortem confirmó endocarditis fúngica. Este es el primer caso publicado de endocarditis clínica en un perro que se sospecha que es de aspergilosis basado tanto en el diagnóstico antemortem como en la patología postmortem. Por lo tanto, este caso sirve para mejorar nuestra comprensión de las manifestaciones de la aspergilosis sistémica, que a su vez puede ayudar en el diagnóstico y tratamiento oportunos de la afección.
Caso
Una perra mestiza, esterilizada y 26 kilogramos de 2 años de edad, acudió al Hospital de Especialidades Veterinarias (VSH) por letargo, azotemia aguda severa y un nuevo soplo cardíaco sistólico apical izquierdo de grado IV/VI. Fue adoptada originalmente a los 6 meses de edad y no se han reportado problemas clínicos previos, aparte de una presunta incontinencia del mecanismo del esfínter urinario que se controló con clorhidrato de fenilpropanolamina (Proin; PRN Farmacéutica; Pensacola, FL). El paciente presentaba valores de hematología y bioquímica dentro de intervalos de referencia 2 meses antes de la presentación. Dos semanas antes de la presentación, la paciente había acudido a su veterinario de cabecera por disminución de la actividad y el apetito. Mejoró transitoriamente después de un ciclo de antiinflamatorios no esteroideos que se recetaron para tratar la sospecha de dolor cervical. Debido al malestar continuo, el veterinario de atención primaria realizó análisis de laboratorio que revelaron policitemia (72% de hematocrito), azotemia marcada (BUN 83 mg/dL, creatinina 3,9 mg/dL), hiperfosfatemia (8,3 mg/dL), hiperglobulinemia (5,4 g/dL), isoestenia (1,010) y sospecha de bacteriuria. En el momento de la presentación a VSH, se estimó que el paciente estaba deshidratado en un 5%; la presión arterial oscilométrica fue normal y la prueba rápida de Lepto WITNESS (Zoetis; Kalamazoo, MI) fue negativo. El paciente ingresó con líquidos intravenosos (LRS IV 90 mL/h), ampicilina sódica/sulbactam sódico (780 mg IV cada 8 h; Unasyn; Pfizer; Nueva York, Nueva York), citrato maropitante (26 mg IV cada 24 h; Cerenia; Zoetis; Kalamazoo, MI) y pantoprazol sódico (26 mg IV cada 12 h; Protonix; Pfizer; Filadelfia, Pensilvania).
Trabajo original aquí
Date de alta y recibe nuestro 👉🏼 Diario Digital AXÓN INFORMAVET ONE HEALTH
Date de alta y recibe nuestro 👉🏼 Boletín Digital de Foro Agro Ganadero
Noticias animales de compañía
Noticias animales de producción
Trabajos técnicos animales de producción
Trabajos técnicos animales de compañía