FORMACIÓN CONTINUADA Y EDUCACIÓN

La salud y la educación son al ser humano como la fertilidad y la prolificidad en nuestras granjas porcinas, los dos pilares en que se sustenta su supervivencia. Aun así, y coincidiendo la mayoría en nuestras conversaciones coloquiales sobre dichos términos, no es menos cierto que las inversiones en el sistema sanitario y sistema educativo en los últimos años en nuestro país han dejado mucho que desear. Y es que como decía Ortega y Gasset, le estamos empezando a dar más importancia a las circunstancias virtuales que a las reales. Hoy me centro en el sistema educativo al comienzo de este nuevo curso académico, que sufre una crisis existencial desde hace años y que ha dado lugar a estos barros. Pero ¿qué significa educar? Educación y educar proceden del mismo vocablo latino, educare, que significa “contribuir a sacar del otro lo mejor de sí mismo”.

Claro que educación y formación no son lo mismo. Formación deriva del verbo latín formare, que puede referirse tanto a formar como formatear, lo cual ya se nos antoja cuanto menos preocupante en el término. Formar es el proceso de aprendizaje de técnicas, habilidades, conocimientos, ligados o no a dones y talentos de la persona. Formatear lo relacionamos con el término informático que nos lleva a borrar los archivos que tenemos y reemplazarlos por otros. Y aquí recuerdo la frase de la antropóloga estadounidense Margaret Mead en su libro Sex and Temperament in Three Primitive Societies que decía que a los niños se les debe enseñar a pensar, no qué pensar, que también lo dijo una de mis hijas en la ceremonia oficial de su graduación como bachiller. También Kant decía: “Atrévete a pensar, sal de tu minoría de edad intelectual” ¿No piensan que el sistema educativo desde hace años trata más de formatear a los alumnos para que en el día de mañana tengan pautas de conducta y comportamientos según las normas establecidas por el sistema y no tanto a formar y educar? A mí, personalmente me parece un grave error, y por ello creo que tenemos la oportunidad en nuestro sector en base al Real Decreto 306/2020, de 11 de febrero de este mismo año, el poder llevar a cabo la formación bien entendida de los equipos humanos en las granjas como personal cualificado, llevándonos más a formar que a formatear, y si encima somos capaces de aportar conocimientos sabiendo al mismo tiempo el talento de cada persona para sacar lo mejor de cada una de ellas, estaremos cumpliendo con las dos premisas esenciales, la formación y la educación. Esto, dicho así resulta sencillo, pero todos sabemos que es de las facetas más complejas de alcanzar en nuestra práctica profesional diaria tanto a nivel de empresas-granjas, dentro del mundo académico y en nuestras responsabilidades como padres, pero también, no es menos cierto que a más educación y más formación no formateada, mejor nos irá. Ya decía Nelson Mandela, que la educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo. Desde aquí deseo la mejor de las andaduras en estos términos a los centros de formación profesional agraria Dual en el sector porcino tanto de Castilla y León (Consejería Agricultura, Feporcyl, Fundación Bankia y Dualiza) ya en marcha, como de Aragón, que inicia su andadura este próximo curso 2020-2021 (Consejería Agricultura, Clúster i+Porcino, Fundación Bankia y Fundación Kerbest), animando al resto de comunidades a hacer lo propio. Es mucho más eficaz y productivo dejar sembrada la semilla de la duda por medio de preguntas que intentar extirpar las ideas erróneas. Ya conocen aquel refrán que dice: “Nadie escarmienta en cabeza ajena”.

La formación continuada es uno de los pilares esenciales también en nuestra profesión veterinaria, que afortunadamente en nuestro país se promociona cada día con más frecuencia, y que ya formaba parte de los planes de estudios de otros países que estaban más desarrollados que nosotros desde hace muchos años, siendo obligatorios en muchos casos. Pero bien sabemos que no es oro todo lo que reluce, y debemos ser capaces de discernir aquellos cursos-seminarios-congresos-masters-webinar que nos educan y nos forman, frente a aquellos que nos formatean. Es decir, recolectemos, trillemos y separemos el trigo de la paja. Invertir en enseñar es enseñar en invertir espacio-tiempo-dinero. No menos importante, desde mi humilde punto de vista, es nuestro día a día en nuestros equipos técnicos y a pie de granja con los trabajadores de las mismas, donde la objetividad, transparencia y formación continuada son la semilla para obtener buenos frutos en el futuro. Cuando más se, más puedo enseñar y más aprendo de a quien enseño. El conocimiento se retroalimenta y la educación también, además de pasar lo mismo con lo contrario. Como bien decía el estoico Epícteto, los bienes verdaderos, que además son esenciales, son el conocimiento, la educación, la moral y la  ética. Les deseo una elevada fertilidad y prolificidad.

“Libres son quienes crean, no quienes copian, y libres son quienes piensan, no quienes obedecen. Enseñar es enseñar a dudar” – Eduardo Galeano (1940-2015) escritor uruguayo.  “Sapere aude” – atrévete a pensar.

Por Antonio Palomo Yagüe – ADM SETNA