José Luis Puchol Presidente de Honor del Colegio y Santiago Francisco Colegiado de Honor por su entrega y generosidad

El primero en intervenir fue el presidente de Colvema, Felipe Vilas (VER DISCURSO), que comenzó recordando a los compañeros que han fallecido en los últimos meses. Agradeció su presencia a numerosas personalidades como Juan Carlos Carretero y Jesús Carpintero, director general de agricultura, ganadería y alimentación y subdirector general de producción agroalimentaria de la Comunidad de Madrid, respectivamente; Josefa Lueso, presidenta del Cuerpo Nacional Veterinario; Arturo Anadón, presidente de la Real Academia de Ciencias Veterinarias de España; Rafael Laguens, presidente de la Asociación Mundial Veterinaria; Pedro Ruf, presidente de AMVAC; José Manuel Sánchez-Vizcaíno y Lucas Domínguez de VISAVET; Santiago de Andrés, director general de Veterindustria o la directora de Vet+i, María Jaureguízar.

El presidente hizo especial mención a los veterinarios que trabajan en salud pública, en la prevención y control de zoonosis, al frente de los laboratorios (muchos de ellos realizando pruebas diagnósticas para la población más vulnerable), garantizando la seguridad alimentaria, trabajando en la programación y control de las desinfecciones frente a la COVID, cuidando de la salud y bienestar animal, o los que han cedido equipos (como respiradores, y aparatos de anestesia) de forma altruista en momentos críticos al principio de la pandemia, entre otros muchos, ya que ‘habéis realizado un trabajo impagable’.

Para Vilas, ‘con la pandemia la profesión ha salido reforzada, se ha considerado esencial y ha conseguido una mayor proyección en  la sociedad, aunque como Colegio seguiremos trabajando para que seamos más reconocidos en todas nuestras competencias profesionales’.

‘El Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid, en sus casi 120 años de vida, se ha convertido en garantía para la profesión veterinaria  y para la sociedad’, explicó,

En una profesión, continuó el presidente, en la que las mujeres actualmente son mayoría(75% de colegiadas en el último año), existe una inclinación mayoritaria hacia la clínica de animales de compañía que son ya “miembros” de la familia en muchos hogares, pero esto deja “abandonados” nichos de empleo en los que los veterinarios tenemos mucho que aportar, como es el caso del medio rural, la agricultura, ganadería y la protección del medio ambiente.

’Como profesión, tenemos un gran futuro por delante, estamos bien valorados, nuestros servicios son muy profesionales y de calidad pero nos falta dar un salto para contar con mayor relevancia y liderazgo entre otras profesiones, instituciones y sociedad’.

‘Estamos ante un tiempo nuevo, en el que la meta es un ejercicio de la profesión más comprometida con el medio ambiente y la sostenibilidad, para ofrecer una respuesta colectiva más completa, en sintonía con lo que la sociedad nos demanda en nuestro desempeño profesional’, concluyó.

Para ello, ‘debemos todos ser capaces de hacer llegar a la juventud, a la sociedad en general, la riqueza y diversidad de opciones que tiene nuestra profesión, que no sólo pidan acceder a los estudios de veterinaria los estudiantes que les guste la clínica porque necesitamos a esos estudiantes que en un futuro lideren estas otras áreas de nuestra profesión menos conocidas y peleen por nuevos nichos que ahora estamos dejando escapar, por no tener gente que quiera ocuparlos’.

‘Cada uno de nosotros aquí presentes, ya que con la pandemia se ha puesto en valor la profesión, deberíamos seguir dando visibilidad a la misma y decir con la voz bien alta que somos veterinarios, qué hacemos y que es ser veterinario’.

La Decana destacó la ejemplar adaptación que ha tenido la Facultad de Veterinaria de la Complutense a esta situación, modernizando la enseñanza y adaptado las instalaciones ‘y ahora, al igual que con el teletrabajo, tendremos que saber ponderar y saber aprovechar las ventajas que estos sistemas tienen, si son bien utilizados’.

‘En definitiva, podemos estar más que orgullosos en la Facultad y en nuestra profesión, hemos sido líderes en ideas, líderes en acciones y hoy es el mejor día para celebrarlo y enorgullecernos de ello’, concluyó.

Isabel Rodriguez Hurtado, Decana de la facultad de la Universidad Alfonso X el Sabio (UAX), centró su intervención en destacar lo orgullosa que se siente de sus alumnos y se refirió especialmente a cada uno de los que fueron reconocidos en el acto por sus excelentes expedientes académicos, haciendo hincapié en la calidad humana, capacidad de esfuerzo y sacrificio de todos los alumnos de la facultad que lidera. Destacó que San Francisco de Asís fue conocido ya en su época por predicar el cuidado de los animales y el entorno, lo que ahora conocemos como ‘One health’ y que actualmente tenemos tan presente.

A continuación, el secretario de Colvema, Eloy Marino (en el atril en la imagen superior), fue nombrando a los colegiados honoríficos, todos ellos con más de 40 años de profesión a sus espaldas, cuya importante aportación fue destacada por el presidente y el resto de autoridades. Felipe Vilas, agradeció ‘vuestro esfuerzo y  defensa de los valores intrínsecos de la profesión, trabajando con vocación, ética y correcta praxis profesional y siempre con el apoyo científico que ha determinado vuestras decisiones, en resumen, dignificando la profesión con vuestro buen hacer’

También fue unánime la felicitación de los componentes de la mesa que presidía el acto para los mejores expedientes académicos de la UCM y la UAX, que son la representación del futuro de la profesión.

Seguidamente, Santiago Francisco Umbert, fue nombrado Colegiado de Honor no veterinario, según explicó el presidente, ‘por su entrega y generosidad en los momentos críticos de la pandemia, participando en un grupo de voluntarios que acondicionaron equipos de ventilación veterinarios para su utilización en humanos y que ayudaron a salvar vidas’. ‘Llevo 30 años aprendiendo de los veterinarios y todo lo que sé de equipos y de anestesia lo he aprendido de los clínicos por lo que agradezco mucho el reconocimiento al colectivo veterinario’, dijo tras recibir su reconocimiento.

El momento más emotivo llegó de la mano de José Luis Puchol de Celis quien, visiblemente emocionado, recogía de manos de Felipe Vilas su acreditación como Presidente de Honor del Colegio, rodeado de familiares, amigos y compañeros, porque, como explicó Vilas,’ has desarrollado la clínica de animales de compañía en niveles de excelencia siempre con gran rigor científico y eso ha dado mucho prestigio a la profesión y además has formado a numerosos veterinarios que siempre han destacado después en este campo.

‘Fuiste uno de los fundadores de la Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía (AMVAC) que contribuyó en su momento a aglutinar a un sector muy disperso, a formar a muchos veterinarios en los congresos y a defender los intereses de ese sector’. Además, continuó el presidente, ‘fuiste figura clave en la implantación de la identificación animal en el año 1991, que hoy en día es algo que influye enormememente en el control de la salud y bienestar animal y en la labor de los veterinarios clínicos de animales de compañía.

José Luis Puchol, agradeció muy emocionado este reconocimiento, en especial al Colegio y a su compañero y amigo Felipe Vilas, a quien señaló como uno de los que le apoyaron en el tema de la identificación animal. Dio las gracias a todos los compañeros que le han acompañado en su carrera, a sus colaboradores y a los que habían acudido a este acto para ser testigos de su nombramiento y aseguró que no tenía intención de jubilarse y de hecho, sigue acudiendo diariamente al hospital que fundó recientemente, en el que emplea a cerca de 100 profesionales.

El acto fue clausurado por Esperanza Orellana, veterinaria que fue nombrada también Presidenta de Honor en 2018 y que actualmente desempeña el cargo de directora general de producciones y mercados agrarios del MAPA, firme defensora del papel de la mujer en la veterinaria y, en particular, en el mundo rural, se mostró satisfecha con que cada vez veía a más mujeres en cargos relevantes en áreas como la agricultura, pesca, actividad cinegética o forestal, por citar algunás áreas que son menos conocidas y a las que ‘debemos dar mayor visibilidad’,

Orellana hizo hincapié en la enorme importancia del medio rural ‘donde los jóvenes veterinarios pueden aportar mucho’. A un veterinario, dijo, ‘le hace versátil el talento, la motivación, la capacidad de trabajo y de aprendizaje y su vocación va más allá de la medicina veterinaria’.

Habló de los retos a los que se enfrenta el sector en el que trabaja. dado que la agricultura es el sector más vulnerable al cambio climático: reducción gases de efecto invernadero al 50% en 2035, estrategia ‘de la granja a la mesa’, reducción del uso de insecticidas en cultivos, de antimicrobianos en granjas, mejora del bienestar animal, incremento de la producción ecológica y reducción del desperdicio de alimentos.

‘La sostenibilidad es un reto en un entorno global complejo en el que el talento y versatilidad de los veterinarios es clave para el desarrollo sostenible del sector agrícola y ganadero’, concluyó.

Como colofón de la celebración del patrón, los asistentes pudieron disfrutar de la actuación del coro de la facultad de veterinaria de la UCM, ‘En clave de Mu’, dirigido por el profesor Ignacio de Gaspar.

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