Los lazos con el padre alargan la vida de las babuinas
Los lazos con el padre alargan la vida de las babuinas
Un estudio en Kenia revela que las hembras de babuino que mantienen una relación estrecha con sus padres durante la infancia viven entre dos y cuatro años más que aquellas sin ese vínculo. El hallazgo sugiere beneficios duraderos del cuidado paterno temprano en primates.
En la naturaleza muy pocos mamíferos reciben los cuidados de sus padres. Pero, cuando lo obtienen, el vínculo que se genera puede beneficiar a las crías y a su supervivencia en la edad adulta.
Una nueva investigación de la Universidad de Notre Dame (Indiana, EE UU), realizada en Kenia,ha descubierto que la solidez de las relaciones padre-hija en las primeras etapas mejora su calidad de vida, frente a aquellas ejemplares que no fortalecen tales lazos.
El estudio publicado en Proceeding of the Royal Society B, evalúo el impacto que tenía la convivencia entre padres e hijas de babuino. Hasta ahora, estas relaciones no se habían estudiado en las primeras fases de desarrollo de las crías, ya que las madres suelen brindarles todos los cuidados esenciales.
El padre babuino crea una zona de seguridad para sus hijas, lo cual les da libertad para alimentarse y socializar sin acoso
Padres mayores: más protección
No obstante, esto no ocurre en todos los babuinos. “Los machos mayores son más propensos que los jóvenes a centrarse en las relaciones con sus crías”, destaca la investigadora. Los adultos más jóvenes, en cambio, se centran en ascender en la jerarquía social y a aparearse con otras hembras.
A medida que entran en la mediana edad, su condición se deteriora y en vez de competir se centran más en las relaciones con sus crías
Tras observar a 216 hembras de babuino junto con sus padres en el ecosistema de Amboseli (Kenia), los investigadores revelaron que un tercio de las crías vivieron en el mismo grupo social que sus progenitores durante tres años o más.
Identificaron los hábitos de acicalamiento como un signo de confianza en las relaciones entre padre e hijas, un equivalente humano a sentarse, tomar un café y charlar, comenta la científica.
El estudio con 216 hembras de babuino reveló que un tercio convivió con su padre al menos tres años. El acicalamiento padre-hija se identificó como señal de confianza
En este sentido, los progenitores masculinos atraen el interés del resto de participantes de la comunidad. Para sus crías, esto significa que pueden «interactuar con otros miembros del grupo cuando están cerca de sus padres», explica la experta.
Más socialización
Una mayor socialización puede beneficiarles de dos formas. En primer lugar, les ayuda a agruparse con otros especímenes con los que cooperarán y competirán durante toda su vida; y por otro lado, impulsará sus redes sociales para que sean más sociables en la edad adulta, según Archie.
Asimismo, el estudio encontró que el vínculo paterno es muy diferente al que se produce entre individuos sin relación de parentesco. También reveló que conexiones entre hembras jóvenes y otros machos no se tradujeron en una mayor supervivencia en la edad adulta de ellas.
Las conexiones entre hembras jóvenes y otros machos no se tradujeron en una mayor supervivencia en la edad adulta de las babuinas
Pese a que los progenitores masculinos no brindan mucho a sus crías durante su infancia. Archie considera que su investigación ofrece información sobre las raíces evolutivas del cuidado parental humano.
Referencia:
Archie. E. et al. Early-life paternal relationships predict female survival in wild baboons. Proceeding of the Royal Society B. 2025
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