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Susana de Pedro. Comunicación Vuelta y Vuelta

Beneficios nutricionales de la carne de ternera

Independientemente de los vegetarianos, que evitan consumirlas, de forma general, por valores éticos, la carne de vacuno lleva años sufriendo una “caza de brujas” que le ha hecho ganarse una mala fama inmerecida pues, le pese a quien le pese, aporta muchos beneficios al organismo, siempre que se coma con moderación, como cualquier otro alimento.

 

 

La tan aclamada dieta mediterránea, sana y sabrosa, no está reñida con el consumo de carne de vacuno, pues las proteínas y otros nutrientes que contiene este alimento, complementan a la perfección  el equilibrio nutricional que ofrece esta dieta, eso sin contar el placer que supone llevarse a la boca un buen entrecot.

Vamos a analizar por qué comer carne, especialmente de ternera, es sano, siempre que sea de calidad y no se abuse de su consumo.

  1. Las proteínas de la carne de ternera son, tras las del huevo, las de mayor valor biológico para el cuerpo humano, gracias a sus aminoácidos esenciales (que el organismo no puede sintetizar) y a su digestibilidad, influyendo directamente en el proceso de reconstrucción de nuestros tejidos.
  2. La carne de ternera aporta hierro, que se presenta en un formato similar al de nuestro organismo, por lo que se absorbe rápida y fácilmente. Este mineral forma parte de la hemoglobina de los glóbulos rojos, y es fundamental para transportar el oxígeno a todos los tejidos. Además, el hierro es necesario para el buen funcionamiento del sistema inmune y para la formación de colágeno. Un déficit de hierro provoca anemia y cansancio. Cuánto más roja sea la carne, más hierro contiene.
  3. La carne de ternera es una importante fuente de vitaminas del grupo B. Contiene vitamina B1 (tiamina), que interviene en el metabolismo de los hidratos de carbono, y es necesaria para el buen funcionamiento del cerebro (su carencia produce desórdenes neurológicos y fallos en la contracción muscular). La carne de ternera también contiene altas cantidades de vitamina B12, necesaria para un correcto funcionamiento del sistema nervioso (especialmente importante para la formación de este sistema durante la vida intrauterina y en los bebés).
  4. El zinc es otro elemento presente en la carne de ternera, y es esencial para el organismo pues juega un papel importante en el sistema inmunitario, en la función de barrera de la piel y en el mantenimiento de la integridad celular.
  5. Las grasas presentes en la carne de ternera aportan los lípidos necesarios para mantener las membranas celulares, entre ellos, los ácidos linoleico y linolénico, que el organismo tampoco puede sintetizar, o el oleico, beneficioso para la salud cardiovascular y hepática, porque aumenta el llamado colesterol “bueno” (HDL) y reduce “el malo” (LDL). Por eso la carne de terneras que han sido suplementadas con aceite de oliva virgen tienen alto contenido en ácido oleico y es especialmente beneficiosa para la salud.

Por todo ello, la carne de ternera, siendo de calidad, es el complemento perfecto de la dieta mediterránea, patrón de alimentación basado en alta cantidad de legumbres, verduras y frutas y un consumo moderado de pescado y carne.

Es decir hay que comer poca carne, pero la que se coma, ha de ser de calidad (la recomendación es una o dos raciones de carne de ternera a la semana). Si mantenemos hábitos de vida saludables, hacemos ejercicio y nos alimentamos correctamente, la carne y, especialmente la de ternera, es un manjar que debemos mantener porque aporta infinidad de beneficios para el organismo y completa una buena alimentación.

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