Nuevo cromatógrafo de alta sensibilidad en el IRTA para mayor seguridad alimentaria y calidad medioambiental
- Toxinas como las del pez globo (tetrodotoxina) o las ciguatoxinas estarán ahora al alcance de las analíticas.
En este laboratorio del IRTA ya se vienen realizando analíticas para el control de toxinas en bivalvos así como de toxinas emergentes. Pero en la realidad actual se empiezan a detectar nuevas toxinas que antes no estaban presentes. Tal es el caso de la tetrodotoxina, una neurotoxina presente en los peces globo (una especie invasora que ya se ha detectado en el litoral catalán) o de la ciguatoxina presente en algunos peces. «Estas son toxinas muy potentes y, por ejemplo, en el caso de la tetrodotoxina, se recomiendan unos límites de detección muy bajos de 4 mg TTX / kg, lo que hace necesario disponer de aparatos mucho más sensibles para detectarlas», señala Rambla.
Las aplicaciones de este nuevo cromatógrafo, además del de la detección muy precisa de las nuevas toxinas emergentes, también las tiene en la detección de contaminantes medioambientales emergentes, fármacos citostáticos, compuestos antioxidantes, etc., analíticas que permiten garantizar la seguridad alimentaria de los consumidores y el control medioambiental. Además, disponer de un aparato de estas características impulsará la colaboración con otras instituciones nacionales e internacionales, y ampliará la capacidad de los grupos investigadores en sus investigaciones.