Jeffery Smith^1†Marc Kent^2*Eric Glass¹Garrett Davis¹

• ¹Red Bank Veterinary Hospital, Red Bank, Nueva Jersey, Estados Unidos
• ^{número arábigo}Departamento de Medicina y Cirugía de Pequeños Animales, Facultad de Medicina Veterinaria, Universidad de Georgia, Athens, GA, Estados Unidos

Un golden retriever de 7 años fue evaluado por una historia de 6 meses de cojera progresiva de la extremidad torácica derecha. En la exploración se identificó cojera (grado 3 de 5 en el análisis visual de la marcha) y dolor a la palpación de la cara medial del braquio proximal al codo. La resonancia magnética del miembro torácico derecho reveló una masa ovoide bien delineada que surgía del nervio mediano justo proximal al codo. Se realizó resección compartimental de la masa con preservación de la extremidad. Microscópicamente, la masa era una neoplasia maligna de la vaina nerviosa. Una semana después de la operación, la cojera era leve (grado 1). A los tres meses del postoperatorio, la cojera se había resuelto (grado 0). Un año después de la operación, el andar del perro se mantiene normal. Las neoplasias malignas de la vaina nerviosa suelen surgir en el plexo braquial o en los nervios espinales cervicales, y a menudo afectan a la inervación proporcionada por el nervio radial. Dado su papel en el apoyo al peso, la disfunción del nervio radial afecta significativamente la marcha. Por el contrario, la disfunción del nervio mediano no debería afectar la marcha. En el presente caso, la resección compartimental de la neoplasia que afectaba al nervio mediano resolvió la cojera del perro. El retorno de la función normal de las extremidades apoya la afirmación de que la cojera fue consecuencia de una disfunción aferente somática general, dolor neuropático, en lugar de una función eferente somática general (paresia).