SIVEPA denuncia que el principado pretende eliminar veterinarios con funciones de salud pública en plena crisis covid-19 y con la Gripe Aviar altamente patógena y la Peste Porcina Africana a las puertas

  • En plena pandemia COVID-19 con la Gripe Aviar altamente patógena detectada en Cantabria y la Peste Porcina Africana acercándose a España, el Principado deja sin servicio veterinario 5 ayuntamientos y 3334 explotaciones y debilita el Laboratorio de Sanidad Animal

 

El Sindicato Veterinario Profesional de Asturias observa atónito e impotente cómo el Gobierno del Principado no parece haber aprendido ninguna lección de la terrible pandemia que estamos sufriendo. Este lunes 30 de noviembre, la Dirección General de Función Pública del Principado de Asturias ha presentado en la Mesa General de Negociación de la comunidad autónoma un borrador de amortización de puestos de trabajo en que pretende eliminar un puesto de veterinario en la Oficina Comarcal de Agricultura de Laviana y otro veterinario en el Laboratorio de Sanidad Animal, además de eliminar la Jefatura de Servicio de ese mismo laboratorio para reducirla a una simple sección.

Con casi mil muertos de COVID-19 a nuestras espaldas y nuestra economía hecha trizas por el gasto hospitalario y el cierre de sectores, parece que el Ejecutivo no se ha enterado todavía que lo que sufrimos es una consecuencia de unas estructuras de prevención en Salud Pública débiles y raquíticas, y que el gasto y refuerzo asistencial de nada sirve sin un refuerzo de la prevención. Siguen sin enterarse que la Veterinaria es una profesión sanitaria al mismo nivel que Medicina o Farmacia, tal y como señala el artículo 2.2.a de la Ley 44/2003 de Ordenación de las profesiones sanitarias. Y no han asimilado que esto no es ningún capricho, sino que obedece a la altísima responsabilidad de los veterinarios en el mantenimiento de la salud pública en campos tan importantes como la seguridad alimentaria o el control de la propagación de enfermedades infecciosas de origen animal en el medio ambiente. Pensemos por ejemplo que el control del riesgo de contagio de la COVID-19 en la hostelería es un caso de propagación ambiental de una enfermedad infecciosa de origen animal en un establecimiento alimentario, competencia por tanto de los veterinarios por partida doble.

El Ministerio de Agricultura ha publicado este 27 de noviembre la detección del primer caso de Gripe Aviar altamente patógena en un ave silvestre de Cantabria. Esta enfermedad, que se extiende por Europa, era la favorita en las quinielas de la siguiente pandemia en lugar de la COVID-19, y tiene graves consecuencias para la producción alimentaria y para la salud humana, ya que afecta principalmente a jóvenes y puede llegar incluso a un 60% de mortalidad. Por otra parte, la Peste Porcina Africana se extiende lentamente por Europa a través de los animales silvestres y amenaza con llegar a España produciendo pérdidas económicas y de producción alimentaria sin precedentes. Para el control de estas dos enfermedades el Cuerpo Veterinario de la Administración es imprescindible y debe reforzarse, sobre todo la parte que depende de la Dirección General de Ganadería.

En este asunto el Principado se encuentra en una posición bastante vulnerable ya que, en relación a sus habitantes, posee un Cuerpo de veterinarios oficiales 4 veces menor que Castilla y León, 2,5  veces menor que Galicia y que Cantabria, y dos veces menor que Extremadura y Andalucía, sólo por poner algunos ejemplos de comunidades con una demografía similar y unas producciones agrícolas y ganaderas comparables.

A esto hay que sumar que el Cuerpo Veterinario de la Administración está llamado cada vez a tener una mayor importancia para mantener nuestra sanidad y nuestra economía debido a que el 60% de los patógenos que afectan al ser humano, el 75% de las enfermedades emergentes como el COVID-19, el 80% de los agentes infecciosos que se pueden utilizar en bioterrorismo, 3 de cada 5 nuevas enfermedades que surgen en el mundo cada año y las 8 enfermedades infecciosas que la OMS clasifica como las mayores amenazas para la salud pública mundial, todo ello, SON ZOONOSIS, es decir, enfermedades infecciosas de origen animal que afectan al hombre. Además, otra de las mayores amenazas presentes y futuras para la sanidad son las resistencias antimicrobianas, y su control es inviable sin la participación de los veterinarios. Así, en palabras de la Directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS, la Dra. María Neira, los veterinarios son FUNDAMENTALES en la lucha contra la COVID-19, en la prevención de las futuras pandemias, en la seguridad alimentaria, y en el control de la grave amenaza de las resistencias antimicrobianas.

Toda lógica y recomendación científica lleva a pensar que se debería estar reforzando drásticamente el Cuerpo Veterinario del Principado, tanto en la Consejería de Salud como en la de Medio Rural y, sin embargo, en un acto de temeridad que roza la negligencia, Función Pública, a instancias del Gobierno del Principado, pretende debilitar aún más este servicio sanitario, y lo que es peor, deteriorando servicios en zonas rurales que ese mismo Ejecutivo presume de querer revitalizar.