SIVEPA felicita al principado por incluir un veterinario en el comité asesor de la covid-19 pero reclama un mayor protagonismo de esta profesión sanitaria

SIVEPA se congratula y felicita a la Administración del Principado de Asturias por haber incluido nuevamente en uno de los comités de asesoramiento para la pandemia a un Veterinario.

La inclusión del doctor en Veterinaria Ignacio de Blas Giral en el recién creado Comité Asesor y de Seguimiento de la COVID-19, al que desde aquí felicitamos, es sin duda un paso en la buena dirección, ya que las aportaciones de la Medicina Veterinaria son fundamentales en la gestión de la crisis. Además, la utilización adecuada del Cuerpo Veterinario de todo el Estado en las labores de protección frente a la COVID-19 a nivel  de calle en Salud Pública, son indispensables para salir de este pozo en el que nos hemos metido dando palos de ciego y matando moscas a cañonazos.

Lamentablemente, parece que la Administración, liderada y asesorada principalmente desde el campo sanitario asistencial y hospitalario, aún es incapaz de ver que esta pandemia sólo tiene alguna probabilidad de controlarse con un plan integral que incluya actuaciones contundentes de protección de la salud y asesoramiento sanitario a pie de calle. Este es el trabajo fundamental de los Veterinarios de Salud Pública, tanto de los que dependen de las autoridades sanitarias como de los que dependen de las autoridades ganaderas, ya que ambos grupos, en Asturias y en la mayor parte del país, pertenecen al mismo Cuerpo Profesional Sanitario y tienen competencias en Veterinaria de Salud Pública (Art. 8.2, Ley 14/86, General de Sanidad), acumulando además gran experiencia y conocimientos en el control ambiental de zoonosis como la COVID-19.

Si tenemos una visión de la lucha y gestión de la crisis verdaderamente preventiva y de anticiparse al problema, no deberíamos constituir un comité asesor en que el peso específico de profesiones de marcado carácter asistencial minimiza o anula a las de marcado carácter preventivo. Este Comité está formado por seis médicos, una enfermera, un veterinario, una farmacéutica, un jurista, una economista y una filósofa. Medicina humana y Enfermería, son profesiones de marcado carácter asistencial y, aunque existen especialidades de todo tipo y también preventivas y de salud pública, el enfoque de estas profesiones tiende a tener un sesgo hacia la visión de la sanidad aplicada al individuo, tanto en el tratamiento particular como en la prevención sobre la persona. Sin embargo, la Medicina Veterinaria ha sido desde siempre una profesión sanitaria enfocada a la defensa y protección de la salud pública desde un punto de vista colectivo, que es lo que más necesitamos ahora. Esta es la razón de que la Ley General de Sanidad califique a la Veterinaria de Salud Pública como una actividad BÁSICA del Sistema Sanitario, a nivel de la mismísima Vigilancia Epidemiológica, que ahora es causa de tantos desvelos.

No parece lógico que los inspectores de Salud Pública, en su inmensa mayoría veterinarios, y de los que depende el éxito de la aplicación de las medidas sanitarias en actividades, sectores, servicios, y espacios públicos a nivel de calle, estén representados con el mismo peso relativo que por ejemplo la Filosofía, y en una proporción seis veces menor que la Medicina Humana en un comité asesor frente a la COVID-19.

Sin querer quitarle la más mínima importancia y protagonismo a los médicos, que indiscutiblemente lo tienen que tener, cuando reclamamos un mayor peso de la Medicina Veterinaria en esta crisis, lo hacemos con razones científicas muy bien fundadas que van incluso más allá de su reconocida mayor visión de las estrategias colectivas de prevención y protección de la salud, tal y como por ejemplo señaló la Directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS, la doctora María Neira González en la conferencia organizada por el propio Gobierno del Principado de Asturias el pasado 25 de septiembre ( https://youtu.be/KadDG-lNF5Y ).

Además de esta importante cuestión de la concepción colectiva de la medicina preventiva por encima de la individual, los veterinarios son los encargados de asesorar, controlar e instaurar medidas sanitarias preventivas de protección de la salud a nivel del ciudadano, de los negocios, comercios y actividades, entre otras muchas cosas, como inspectores de Salud Pública. Pensemos por ejemplo, que toda la hostelería está supervisada por veterinarios y que, el hecho de que ahora esté cerrando todo el sector, pagando justos por pecadores, de igual forma el que lo hiciera bien que mal, quizá esté relacionado con no haber utilizado bien a los sanitarios encargados de su supervisión, que son los veterinarios.

Unido a esto, la industria veterinaria está siendo protagonista en la producción de la futura vacuna. Una nueva mutación que amenaza el éxito de las futuras vacunas se ha producido en un animal de granja que además ha contagiado la enfermedad nuevamente al ser humano. Las vacunas y los nuevos medicamentos contra el coronavirus se prueban primero en animales antes de ser comercializados. Las medicaciones existentes para otras enfermedades que se prueban en el tratamiento contra la COVID-19, llevan tiempo siendo utilizadas en muchos casos por los veterinarios en el tratamiento de coronavirus en animales, con lo que sus posibles problemas, ventajas o efectos adversos para un nuevo uso en hombre, son primeramente intuidos o anticipados por los veterinarios, y su experiencia, consejo o advertencias, pueden evitar muchas situaciones desagradables o incluso muertes. La prueba PCR más barata del mercado ha sido diseñada por una doctora en Veterinaria; y podríamos seguir con multitud de razones más que serían demasiado numerosas y extensas para señalar.

En definitiva, Medicina Humana y Medicina Veterinaria son las dos únicas profesiones sanitarias que estudian “La Medicina” de forma integral y completa, y para aumentar la probabilidad de tener un mayor éxito en la gestión de la pandemia deben trabajar unidas de la mano, y es condición necesaria dar un mayor protagonismo a los veterinarios en los comités y a nivel de calle.

Por eso, este sindicato cree fundamental que se refuercen dos cuestiones: las actuaciones de asesoramiento y protección de la salud que ejercen los veterinarios de la Administración sobre el terreno, y el peso relativo de la Medicina Veterinaria en el Comité Asesor de la COVID-19, quizá con alguien del ámbito de la Salud Pública de la propia comunidad que aporte la visión necesaria de nuestras particularidades.