Teresa Ribera ‘flamante’ nueva Vicepresidenta de Transición Ecológica

  • La transición energética, la aprobación del Plan Nacional de Energía y Clima y la Estrategia de Transición Justa para cumplir los compromisos de lucha contra la crisis climática serán algunos de los principales objetivos de Teresa Ribera Ribera así como lidiar con la ‘guerra del agua’ en relación con el Trasvase del Tajo-Segura, desde Castilla-La Mancha a Levante o la contaminación que sufre el Mar Menor.

 

Durante el discurso de investidura previo a su elección como presidente del Gobierno, Pedro Sánchez prometió que el nuevo Ejecutivo estaría en la «primera línea con la transición ecológica, la protección de la biodiversidad y un trato digno a los animales».

Aunque para este último reto se ha creado una Dirección General de Bienestar Animal en la Vicepresidencia de Derechos Sociales que dirigirá Pablo Iglesias.

Además, Sánchez se comprometió con una Ley de Cambio Climático y Transición Energética de «objetivos ambiciosos» que incluye la neutralidad de carbono del sistema eléctrico en 2050.

Para ello, este jueves Moncloa ha confirmado que al frente de este reto se situará Teresa Ribera, como vicepresidenta, quien deberá coger las riendas para aprobar el plan integrado de Energía y Clima que reforme el mercado de la electricidad y reduzca la factura pero con la «transición justa» como prioridad.

«No puede quedar nadie atrás ni haber perdedores», afirmó.

La nueva vicepresidenta tiene algo menos de un año para llegar a la próxima Cumbre del Clima(COP26) que se celebrará en Glasgow (Reino Unido) con los deberes climáticos hechos y presentar compromisos nacionales de reducción de emisiones tan ambiciosos como para contribuir a limitar el aumento de la temperatura global del planeta a 1,5 grados centígrados.

En este marco, Sánchez anunció también la creación de un Instituto de Transición Justa para ayudar a las comunidades afectadas por el cierre de la cuencas mineras y centrales nucleares.

Otro de los retos de Ribera de acuerdo con el programa presentado por Sánchez, será la aprobación de una Estrategia de Economía Circular para alcanzar el residuo cero en 2050 y los plásticos de un solo uso, entre otras medidas, todas ellas encaminadas al autoconsumo sin sobrecostes.

Igualmente, se deberá encargar de impulsar una Ley de Movilidad Sostenible que incluya ayudas al vehículo eléctrico y un plan de cercanías y, en materia de agua, tendrá que poner en marcha un nuevo Plan Nacional de Depuración, Saneamiento y Eficiencia, además de solucionar la guerra del agua en el marco del Trasvase Tajo-Segura.

Además, otro de los asuntos ambientales que deberá gestionar es la protección del Mar Menor, que sufre de anoxia por contaminación ambiental.

Precisamente, este jueves el presidente de Murcia, Fernando López Miras, ha reclamado la «implicación» del nuevo Gobierno central para recuperar de forma «plena» el Mar Menor.

En materia de Medio Ambiente, Ribera no ha de olvidar tampoco que 2020 es un año clave a nivel internacional en materia de conservación, ya que en la próxima XV Cumbre de Biodiversidad Biológica de la ONU que se celebrará en Pekín (China) se ha de alcanzar un nuevo acuerdo multilateral para detener la pérdida de biodiversidad antes de 2030.

A nivel nacional, Sánchez apuntó también líneas de trabajo ambientales como la mejora de la gestión de espacios naturales.

 

La ‘España vaciada’, nueva competencia

Por otro lado, Teresa Ribera suma a sus competencias el Reto Demográfico, unas políticas que habían recalado en el ministro de Agricultura, Luis Planas, después de que Meritxell Batet dejara vacante la cartera de Política Territorial de la que dependía el Comisionado para el reto demográfico para convertirse en presidenta del Congreso en la pasada legislatura.

El Comisionado para el Reto Demográfico fue credo en 2017 por el Gobierno del PP y su primera responsable fue Edelmira Barreira.

Tras la moción de censura, el Gobierno de Pedro Sánchez nombró a Isaura Leal, pero también cesó para concurrir a las elecciones generales y el puesto ha quedado vacante desde entonces.

El Ejecutivo había aprobado en marzo de 2019 una estrategia nacional que resume los retos de la ‘España vaciada’ que ahora recoge Ribera: garantizar la conectividad territorial, asegurar una adecuada prestación de servicios básicos, incorporar el impacto y la perspectiva demográfica en la elaboración de la normativa.

Además de, avanzar en la simplificación normativa y administrativa para pequeños municipios; eliminar estereotipos; mejorar la colaboración público-privada y alinear las líneas de acción con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y de la Agenda 2030, estos últimos dependientes ahora de la Vicepresidencia de Derechos Sociales que dirigirá Pablo Iglesias.