Un veterinario valenciano confirma el primer caso de leishmaniosis en un hurón doméstico

Un veterinario valenciano, Jacobo Giner, ha confirmado el primer caso Leishmania infantum en un hurón doméstico infectado en una zona endémica como España, donde frecuentemente se detecta esta enfermedad en perros y gatos. El caso clínico ha sido publicado en la revista internacional Veterinary Parasitology y además del veterinario citado, el artículo está suscrito, entre otros, por Sergio Villanueva, del Laboratorio de Inmunología de la Facultad de Veterinaria de Zaragoza o por Cristina Riera, del de Parasitología de la Facultad de Farmacia de la U. de Barcelona. “Las investigaciones deberían analizar el papel epidemiológico de los hurones en la infección por L. infantum, incluida su prevalencia”, concluye el paper recién publicado.

En esta misma línea, el Consell Valencià de Col.legis Veterinaris (CVCV) considera que el hallazgo respalda lo alegado al anteproyecto de Ley sobre protección, bienestar y tenencia de animales de compañía -aún en tramitación por el Consell- en cuanto a la necesidad hacer extensible la identificación obligatoria de mascotas ya vigente para los perros a los gatos y a los hurones. “Para poder realizar las comunicaciones a la Red de Vigilancia Epizootiológica es imprescindible que los animales estén identificados. La Leishmaniosis es una de las enfermedades zoonóticas incluidas en esta red y este hallazgo debería obligar a incluir a los hurones como reservorios de la enfermedad”,  indica su presidenta, Inmaculada Ibor, quien defiende la medida “tanto por razones sanitarias como para mejorar la lucha contra el abandono de animales”.

Como reconoce el propio Giner, “cada vez son más los que tienen un hurón en casa por lo que convendría mejorar su vigilancia epidemiológica”.
De hecho, algunas autonomías ya obligan a identificar con microchip y alta en el registro a estos animales: Andalucía, Cataluña, La Rioja o Madrid son algunos ejemplos.

Desde la clínica
El hurón, según relata Giner, llegó al Centro Menescalia de Valencia de una protectora, Huronlife, en mayo de 2019. “El animal, de 4 años, sufría una lesión papular en un pabellón auricular, diagnosticada como una dermatitis piogranulomatosa en un examen citológico”, relata. “Al no existir mejoría con el tratamiento convencional, realizamos una biopsia y posterior estudio histopatológico, donde se observó lo que podría ser el parásito, que finalmente confirmamos mediante inmunohistoquímica”, explica.

Un mes después, reapareció la lesión en el mismo lugar donde se biopsió y mediante una aspiración Giner logró aislar el parásito y enviarlo al laboratorio de Inmunopatología Clínica de la Facultad de Veterinaria de Zaragoza, donde se logró cultivar en un medio especial para el crecimiento del parásito. Igualmente, se confirmó la detección de L.infantum mediante PCR en la sangre del hurón en el laboratorio de Parasitología de la Universitat de Barcelona

Fue entonces cuando se decidió iniciar un tratamiento. El hurón hoy mantiene una buena calidad de vida.

 

– Ver art Veterinary Parasitology

 

Fuente, icovv.com