Una vacuna contra el cáncer muestra resultados prometedores en ratones

Estos ratones son hermanos y deberían ser los dos marrones, pero uno de ellos se ha modificado con la técnica CRISPR y de ahí el cambio de color. – CENTRO DE INVESTIGACIÓN DEL CÁNCER

Un grupo de investigación internacional dirigido por la Universidad de Basilea (Suiza) ha desarrollado una estrategia prometedora para las vacunas terapéuticas contra el cáncer. Utilizando dos virus diferentes como vehículos, administraron componentes tumorales específicos en experimentos con ratones con cáncer con el fin de estimular su sistema inmunitario para que atacara el tumor. El método se está probando ahora en estudios clínicos en humanos.

Utilizar el sistema inmunitario como aliado en la lucha contra el cáncer constituye la base de una amplia gama de terapias modernas contra el cáncer. Una de ellas es la vacunación terapéutica contra el cáncer: tras el diagnóstico, los especialistas se dedican a determinar qué componentes del tumor podrían funcionar como elemento de identificación para el sistema inmunitario. A continuación, se administran al paciente exactamente estos componentes mediante la vacunación, con el fin de desencadenar una respuesta inmunitaria lo más fuerte posible contra el tumor.

Los virus que se han convertido en inofensivos se utilizan como vehículos para introducir en el cuerpo las moléculas características del tumor. En el pasado, sin embargo, muchos intentos de crear este tipo de terapia contra el cáncer fracasaron debido a una respuesta inmunitaria insuficiente. Uno de los obstáculos es que el tumor está formado por las propias células del cuerpo, y el sistema inmunitario toma precauciones de seguridad para evitar atacar dichas células.

Además, las células inmunitarias suelen acabar atacando el vehículo vírico «extraño» de forma más agresiva que la propia carga del organismo. Por tanto, con casi todas las terapias contra el cáncer de este tipo desarrolladas hasta ahora, el efecto deseado sobre el tumor no se ha materializado. Encontrar el vehículo adecuado es tan relevante en términos de eficacia como la elección del componente tumoral como punto de ataque.

El grupo de investigación dirigido por el profesor Daniel Pinschewer, de la Universidad de Basilea, ya había descubierto en estudios anteriores que los virus de la familia de los arenavirus son muy adecuados como vehículos para desencadenar una fuerte respuesta inmunitaria. Ahora, en una investigación publicada en la revista científica ‘Cell Reports Medicine, evidencian que la combinación de dos arenavirus diferentes produce resultados prometedores en experimentos con animales.

Los investigadores se centraron en dos virus lejanamente relacionados, denominados virus Pichinde y virus de la coriomeningitis linfocítica, que adaptaron mediante métodos de biología molecular para utilizarlos como vectores de vacunas. Cuando adoptaron el enfoque de administrar el componente tumoral seleccionado primero con un virus y luego, en un momento posterior, con el otro, el sistema inmunitario desplazó su ataque lejos del vehículo y más hacia la carga. «Al utilizar dos virus diferentes, uno tras otro, centramos la respuesta inmunitaria desencadenada en el objetivo real, la molécula tumoral», explica Pinschewer.

En los experimentos con ratones, los investigadores pudieron medir una potente activación de las células T asesinas que eliminaron las células cancerosas. En entre el 20 y el 40 por ciento de los animales, según el tipo de cáncer, el tumor desapareció, mientras que en otros casos el ritmo de crecimiento del tumor se ralentizó al menos temporalmente.

«Todavía no podemos decir nada sobre la eficacia de nuestro enfoque en humanos», señala Pinschewer. Sin embargo, los estudios en curso con una terapia contra el cáncer basada en un solo arenavirus ya han mostrado resultados prometedores. No se puede suponer que los efectos sobre los tumores en los experimentos con animales se traduzcan directamente en el efecto sobre los tipos de cáncer correspondientes en los seres humanos. «Dado que la terapia con dos virus diferentes funciona mejor en ratones que la terapia con un solo virus, los resultados de nuestra investigación me hacen ser optimista», apunta.

La empresa de biotecnología Hookipa Pharma, de la que Pinschewer es uno de los fundadores, investiga ahora la eficacia de este novedoso enfoque de la terapia del cáncer en humanos. «Actualmente estamos explorando lo que nuestro enfoque por sí mismo puede lograr. Si tiene éxito, se podría contemplar una amplia gama de combinaciones con terapias existentes, en las que los respectivos mecanismos unirían sus fuerzas para eliminar los tumores aún mejor», remacha el investigador.