Tumores de las vías respiratorias en perros
Tumores de las vías respiratorias en perros
Presentación clínica
Los tumores nasales son comunes y no suelen ser dolorosos. Cursan con epistaxis unilateral, deformación facial y epífora.
El tumor más frecuente es el adenocarcinoma, sin embargo, también se han documentado osteosarcomas, carcinomas de células escamosas, linfomas y otros tipos de tumores.
Afectan, por lo general, a perros gerontes, no hay predisposición por raza o sexo.
Factores de riesgo
Estufas hogareñas a carbón y queroseno para todos los perros.
Exposición al humo del tabaco para los perros de nariz larga.
Estadificación y diagnóstico
Localmente invasivos. Rara vez desarrollan metástasis en sitios distantes, excepto hacia el final del curso de la enfermedad.
Datos basales mínimos: hemograma completo, perfil de bioquímica sérica, urianálisis, biopsia, radiografías (tres proyecciones diferentes) o tomografía computarizada de tórax.
Evaluación de los linfonódulos regionales (mandibulares).
Radiografías o, preferentemente, tomografía computarizada) de la cavidad nasal.
Biopsia cerrada a través de la cavidad nasal. Es el método preferido para la obtención de muestras, pero puede ser necesaria una biopsia abierta.
Factores pronósticos
La invasión cerebral por parte del tumor es un signo de mal pronóstico.
Los tumores bilaterales que causan erosión ósea tienen un peor pronóstico y la remisión de los signos clínicos después de la radioterapia es un signo de buen pronóstico.
Tratamiento
Esta sección comprende tres opciones:
Bienestar, si se quiere mejorar la calidad de vida.
Bienestar y control, si se quiere mejorar la calidad de vida y, al mismo tiempo, lograr cierto control sobre el tumor.
Bienestar y control a largo plazo, si se quiere mejorar la calidad de vida y, al mismo tiempo, maximizar la posibilidad de control del tumor.
Bienestar
Esta opción de tratamiento provee bienestar al paciente por medio de la prescripción de fármacos destinados a disminuir las náuseas, los vómitos y la diarrea y aumentar el apetito.
Posiblemente, colocación de una sonda de alimentación.
Cuidados tópicos del globo ocular, alivio del dolor y tratamientos cutáneos tópicos, según sean necesarios.
Antibióticos para las infecciones secundarias.
Corticosteroides y anticonvulsivantes para los signos neurológicos.
En un estudio, la supervivencia de los perros que no fueron tratados fue de 95 días.15
Bienestar y control
Al tratamiento antes mencionado se le agrega:
Radiación paliativa (por ej., 2-5 dosis de radiación). Puede ayudar a mejorar el bienestar, reducir la tasa de crecimiento tumoral y, ocasionalmente, disminuir el tamaño del tumor.
La media del intervalo libre de progresión general en 38 perros tratados con radioterapia de curso fraccionado fue de 10 meses.42
En perros con carcinomas nasales no tratados previamente, pero confirmados mediante histología, la supervivencia general fue 335 días después del tratamiento con inhibidores selectivos de la COX-2 (firocoxib) y radioterapia paliativa, y de 244 días después del manejo con radioterapia paliativa sola. El grupo tratado con AINE tuvo una mejor calidad de vida.43
Bienestar y control a largo plazo
A las medidas terapéuticas para proveer bienestar se les agregan:
Radioterapia definitiva (por ej., 16-19 dosis de radiación). Puede ser útil, en algunos casos.
La media del rango de supervivencia fue de 8 a 23 meses.
En los perros con sarcomas nasales que fueron tratados con radioterapia fraccionada diaria, radioterapia fraccionada los lunes, miércoles y viernes, y radioterapia paliativa, las medias de sobrevida fueron de 641, 347 y 305 días, respectivamente.44
Quimioterapia con carboplatino y/o doxorrubicina. Puede mejorar la supervivencia y el control local.
En perros con tumores nasales que fueron tratados de manera alternada con doxorrubicina y carboplatino, la media de sobrevida fue de 7 meses.45
Radioterapia corporal estereotáctica o radiocirugía robótica con CyberKnife (1-3 dosis) para tratamientos de ultraprecisión. Estas opciones permiten mejorar el control de la enfermedad y, al mismo tiempo, minimizar el daño sobre el tejido normal cuando los bordes del tumor son definidos.
TUMORES PULMONARES
Presentación clínica
Moderadamente comunes.
No suelen ser dolorosos.
A menudo, no causan signos clínicos; sin embargo, a medida que la enfermedad progresa, los pacientes pueden presentar tos no productiva, disnea, letargia, claudicación (osteopatía hipertrófica) y pérdida de peso; algunos perros son asintomáticos.
El tipo de tumor más común es el carcinoma; a éste le siguen el adenocarcinoma papilar, el carcinoma broncoalveolar, el carcinoma adenoescamoso y el carcinoma de células escamosas.49 La quimioterapia es bastante útil para el tratamiento de la granulomatosis linfomatoide canina, otro tumor pulmonar que puede ser precursor del linfoma.
Afectan en particular a perros gerontes de razas grandes.
En ocasiones, estos tumores se diseminan hacia el cerebro y causan signos neurológicos. Por lo tanto, siempre que un perro presente anormalidades del sistema nervioso central debe obtenerse una radiografía de tórax.
Factores de riesgo
Los perros braquicefálicos que son fumadores pasivos pueden tener mayor riesgo de desarrollar un tumor pulmonar primario.
Estadificación y diagnóstico
Datos basales mínimos: hemograma completo, perfil de bioquímica sérica, urianálisis, biopsia, radiografías (tres proyecciones diferentes) o tomografía computarizada de tórax.
Es importante la identificación de metastasis en el pulmón y hacia los linfonódulos regionales, ya que sugieren un peor resultado final.
Puede realizarse una biopsia guiada por tomografía o ecografía, en lugar de una biopsia escisional. La broncoscopia puede ser útil, en algunos casos; sin embargo, estos tumores no suelen comprometer las vías aéreas.
Las radiografias de las extremidades pueden ser útiles si el paciente está claudicando, ya que la osteopatía hipertrófica es un hallazgo frecuentemente asociado con los tumores pulmonares primarios.
Factores pronósticos
Los linfonódulos regionales normales se asocian con una supervivencia más prolongada que la linfadenomegalia (11 meses versus 2 meses).52
La ausencia de signos clínicos es un factor de buen pronóstico.
El estadio del tumor es predictivo de la supervivencia posterior a la cirugía.52
El grado histológico del tumor se relaciona con el resultado final del paciente.
En un estudio, la media de supervivencia fue de 26 meses en los pacientes con tumores de bajo grado, de 8 meses en aquellos con tumores de grado intermedio y de 5 días en los perros con tumores de alto grado.55
Tratamiento
Esta sección comprende tres opciones:
Bienestar, si se quiere mejorar la calidad de vida.
Bienestar y control, si se quiere mejorarla calidad de vida y, al mismo tiempo, lograr cierto control sobre el tumor.
Bienestar y control a largo plazo, si se quiere mejorar la calidad de vida y, al mismo tiempo, maximizar la posibilidad de control del tumor.
Bienestar
Esta opción de tratamiento provee bienestar al paciente por medio de la prescripción de fármacos destinados a disminuir las náuseas, los vómitos y la diarrea y aumentar el apetito. Los supresores de la tos suelen ser útiles. Si el paciente tiene signos neurológicos, debe recibir corticosteroides y anticonvulsivantes.
Bienestar y control
Al tratamiento antes mencionado se le agregan:
Radiación paliativa (por ej., 2-5 dosis de radiación). Puede ayudar a mejorar el bienestar, reducir la tasa de crecimiento tumoral y, ocasionalmente, disminuir el tamaño del tumor.
La media de supervivencia en perros asintomáticos con tumores primarios de pulmón que fueron tratados con radioterapia paliativa fue de 10 meses.49
Vinorelbina, vindesina y carboplatino. Se han usado con cierto éxito para demorar la progresión de los tumores primarios de pulmón. Los perros con granulomatosis pulmonar pueden responder muy bien a una combinación de los esquemas de quimioterapia usados para el tratamiento del linfoma. Los pacientes presentan, a menudo, eosinofilia o basofilia.
Bienestar y control a largo plazo
A las medidas terapéuticas para proveer bienestar se les agregan:
Lobectomía para resección del tumor con evaluación y biopsia de los linfonódulos regionales.
Después de una lobectomía pulmonar, se ha documentado una supervivencia promedio de 11-13 meses.50,55,68
En un estudio, los perros que tenían compromiso de los linfonódulos sobrevivieron 26 días después de la lobectomía pulmonar, mientras que la media de supervivencia fue de 425 días en aquellos sin compromiso linfonodular.55
En otro estudio, la media de supervivencia fue de 545 días en los perros asintomáticos antes de la cirugía y de 240 días en aquellos con signos clínicos.55
Quimioterapia con vinorelbina. Puede ser beneficiosa para los pacientes con tumores pulmonares primarios.
La granulomatosis linfomatoide pulmonar responde mejor a los protocolos de quimioterapia CHOP y COP.
Los tumores pulmonares sólidos se tratan mejor con cirugía sola o combinada con radiación.
Radioterapia corporal estereotáctica o radiocirugía robótica con CyberKnife (1-3 dosis) para tratamientos de ultraprecisión. Estas opciones permiten mejorar el control de la enfermedad y, al mismo tiempo, minimizar el daño sobre el tejido normal cuando los bordes del tumor son definidos. Se las emplea con frecuencia en las personas, pero aún no han sido completamente estudiadas en perros. Puede requerirse la colocación de marcadores fiduciarios.
Referencias
Véase: www.intermedica.com.ar/
Biblio_Ogilvie.pdf
Autor
Gregory K. Ogilvie*
* DVM, DACVIM (Medicina Interna y Oncología), DECVIM (Oncología). Trabajo publicado en: Ogilvie GK. Fundamentos para la Atención Compasiva del Paciente con Cáncer. Buenos Aires: Inter-Médica, 2016.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
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