Actualización, diagnóstico y tratamiento del asma felina
El asma felina es una reacción de hipersensibilidad de tipo 1 a aeroalergenos específicos, en la mayoría de los gatos provoca tos o dificultad respiratoria intermitente.
- El examen físico puede ser normal o revelar un aumento de los sonidos broncovesiculares, taquipnea y / o sibilancias espiratorias.
- Los hallazgos radiográficos clásicos del tórax en pacientes con asma felino incluyen un patrón difuso bronquial o broncointersticial, hiperinsuflación y / o colapso del lóbulo medio del pulmón derecho causado por la obstrucción del tapón mucoso. Hasta el 23% de los gatos asmáticos tienen radiografías torácicas normales.
- La inflamación eosinofílica de las vías respiratorias es característica del asma, pero los veterinarios deben tener en cuenta que otras enfermedades pueden dar como resultado escenarios clínicos similares y reclutamiento de eosinófilos.
- La ausencia de tos no descarta el asma porque algunos gatos solo manifiestan dificultad respiratoria.
- El diagnóstico definitivo requiere descartar otras causas de eosinofilia en las vías respiratorias (p. Ej., Parásitos pulmonares, enfermedad respiratoria asociada al parásito del corazón).
Estrategias de tratamiento
El tratamiento agudo está dirigido a estabilizar al paciente con dificultad respiratoria. La estabilización del paciente con estado asmático incluye minimizar el estrés (por ejemplo, sedación), proporcionar oxígeno suplementario e implantar terapia broncodilatadora (la vía de administración más oportuna probablemente no sea mediante inhalación, ya que en un paciente con disnea puede ser un desafío). Los glucocorticoides son importantes en el tratamiento del asma para reducir la inflamación de las vías respiratorias y se pueden usar en una crisis aguda, pero los efectos antiinflamatorios tardan de 48 a 72 horas en ser completamente eficaces, por lo que deben utilizarse lo antes posible en caso necesario.
El tratamiento crónico del asma felino tiene como objetivo reducir la inflamación de las vías respiratorias y prevenir y / o reducir la broncoconstricción. La mejor manera de reducir la inflamación es minimizar la exposición a aeroalergenos e irritantes ambientales (p. Ej., Polvo, aerosoles) combinados con un glucocorticoide oral (p. Ej., Prednisolona). A muchos pacientes se les puede hacer la transición a terapia con esteroides inhalados (p. Ej., Fluticasona) para minimizar los efectos secundarios sistémicos a largo plazo.
No se recomienda el tratamiento broncodilatador a menos que la broncoconstricción sea un signo clínico habitual, lo que se manifiesta como dificultad respiratoria. Algunos pacientes con asma felina muestran solo signos de tos y no tienen problemas respiratorios, y la terapia con broncodilatadores no es necesaria ni recomendada en estos casos. Aunque la terapia broncodilatadora es bastante segura, puede afectar negativamente el sistema cardiovascular en pacientes en riesgo. La terbutalina oral o la teofilina son las preferidas para la terapia broncodilatadora crónica.
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