Eficacia de los protocolos de tratamiento de la agresión canina

• Bonnie V. Beaver, DVM, MS, DSc (Hon), DPNAP, DACVB, DACAW, Universidad de Texas A&M

Los estudios de agresión canina con grandes tamaños de muestra son importantes porque la agresión, incluida la mordida, puede ser difícil de cuantificar y puede reflejar problemas relacionados con la raza.1,2

Este estudio investigó el éxito de diferentes especialistas, técnicas, equipos y medicamentos para controlar la agresión en perros. Aunque definir los tipos de agresión en un estudio puede ser problemático, los autores utilizaron un enfoque intragrupo que tuvo en cuenta las diferencias en la terminología y dio lugar a 5 amplias categorías: agresión de conflicto (es decir, agresión hacia humanos conocidos [anteriormente llamada agresión dominante]), agresión de compañero de casa perdeterminado, agresión de miedo hacia los humanos, agresión de miedo hacia

Se recogieron datos autonotificados de los propietarios de 963 perros agresivos. La mayoría de los propietarios (81%) que buscaron ayuda de un conductista certificado por la junta encontraron que el consejo era útil para tratar la agresión de su perro. El equipo de entrenamiento (por ejemplo, collares anticorte, bozles) disminuyó la probabilidad de un tratamiento de agresión exitoso. Las técnicas de entrenamiento para la modificación del comportamiento (por ejemplo, el bloqueo de la respuesta) disminuyeron la probabilidad de mejora en la agresión por miedo hacia otros perros y la agresión depredadora. Las técnicas de modificación del comportamiento más consistentemente beneficiosas incluyeron una mejor comunicación entre el dueño de perros, la habituación, los protocolos de relajación y sesiones de entrenamiento cortas y frecuentes. Los medicamentos recetados tradicionalmente (por ejemplo, fluoxetina, trazodona) no eran útiles, pero esto puede deberse a que los propietarios no fueron remitidos con la suficiente antelación a un especialista.

Los perros con comorbilidades de miedo y ansiedad eran más difíciles de tratar. Además, los cambios en el manejo afectaron negativamente a la agresión entre perros conocidos, posiblemente porque los cambios de manejo generalmente consistían en utilizar el tiempo de espera, lo que retrasa el establecimiento de una jerarquía estable entre los compañeros de casa caninos. Por el contrario, los cambios en el manejo para tratar la agresión depredadora (es decir, impedir el acceso a animales que puedan desencadenar la persecución) son particularmente importantes.

Se consultó a un médico por agresión en 213 (22%) perros. De ellos, al 15 % se les diagnosticó una afección médica contribuyente, lo que aumenta la sospecha de que algunos perros no vistos por un médico pueden haber tenido una afección médica contribuyente no diagnosticada. Es importante preguntar a los dueños de mascotas sobre posibles problemas de comportamiento durante los exámenes de rutina.