Eficacia del ondansetrón para el tratamiento de las náuseas en perros con síndrome vestibular

• Por Yael Merbl , DVM, DECVN, Universidad Estatal de Washington

El tratamiento de la enfermedad vestibular suele ser multimodal e incluye el tratamiento de la enfermedad subyacente, cuando está presente, y brindar atención de apoyo para la emesis y las náuseas. Los fármacos actualmente aprobados en medicina veterinaria para el tratamiento de las náuseas y los vómitos incluyen metoclopramida (un antagonista del receptor de dopamina D ₂ ) y maropitant (un antagonista del receptor de neuroquinina-1). Ambos medicamentos pueden controlar los vómitos, pero carecen de propiedades contra las náuseas en comparación con el placebo. ^1,2

El ondansetrón (un antagonista del receptor 5-HT ₃ ) puede eliminar las náuseas y los vómitos en perros ^2,3y alivia los signos de cinetosis (es decir, cinetosis), presumiblemente debido a la alta tasa de distribución de los receptores 5-HT ₃ en el área postrema. ^4,5 El área postrema carece de una barrera de difusión hematoencefálica específica para moléculas polares grandes y, por lo tanto, sus células especializadas pueden detectar toxinas eméticas en la sangre y el LCR. Junto con el núcleo del tracto solitario, esta área es responsable de generar náuseas y emesis. ⁶

La náusea es una sensación multidimensional afectada por entradas vestibulares y otros factores (p. ej., estimulación gastrointestinal, factores físicos y psicológicos) ⁷ y es más fácil de cuantificar en humanos, ya que pueden informar su existencia y gravedad. El comportamiento y las expresiones faciales se utilizan en perros y gatos para evaluar el nivel de náuseas, lo que dificulta su cuantificación. 

Este estudio evaluó el ondansetrón como fármaco contra las náuseas en 16 perros con náuseas debido a una enfermedad vestibular; sólo el 31,3% de los perros también tenían emesis. La intensidad del comportamiento similar a las náuseas (es decir, salivación, lamido de labios, inquietud, letargo, vocalización) se evaluó mediante una escala numérica de gravedad antes de la administración de ondansetrón (0,5 mg/kg IV) y 2 horas después del tratamiento. La aparición y frecuencia de salivación, lamido de labios, inquietud, letargo y vómitos se redujeron significativamente en 11 perros después de la administración de ondansetrón. El nivel de vocalización no cambió.