Con todo, el sindicato advierte de que debido a la «mala planificación» de la campaña las granjas tienen que financiar en algunos casos veterinarios privados.

Sobre esto, en una respuesta de la Dirección Xeral de Gandaría, Agricultura e Industrias Agroalimentarias al SLG a la que ha tenido acceso Europa Press, el departamento autonómico recuerda que inició el pasado 7 de marzo una campaña urgente de vacunación en sábana, visitando todas las explotaciones de la zona afectada, «con medios propios y gratuita».

Al mismo tiempo, tras esta vacunación en sábana, la Consellería explica que los animales que van superando la edad de tres meses y, por lo tanto, están sin vacunar, se estableció la posibilidad de que tanto el personal veterinario clínico privado como el personal veterinario de la ADGS pudiesen realizar la vacunación, a demanda de los ganaderos.

Sin embargo, para el caso de los ganaderos que deseen vacunar a sus animales antes de que el personal de la Consellería realice la vacunación en su explotación cuando le corresponde, la Xunta indica que, «obviamente», el propietario deberá asumir el coste de los servicios de vacunación, aunque insiste en que «el producto será suministrado gratuitamente por la Consellería».

En este contexto, el sindicato considera un «agravio comparativo» esta situación, ya que, según apunta, hay granjas que se tienen que hacer cargo de los gastos de vacunación, al tiempo que en otras son los veterinarios oficiales los que cumplen con las obligaciones sanitarias, algo que, insiste, es causa de «la nefasta planificación de esta campaña de vacunación».

INDEMNIZACIONES

Asimismo, en relación con la posible existencia de daños y reacciones adversas tras la aplicación de la vacuna de la lengua azul, la Dirección Xeral de Gandaría asegura que son indemnizables por la administración «los abortos y muertes producidos como consecuencia de la vacunación, siempre que se pueda establecer una relación causal entre la vacuna aplicada y el efecto oportuno».

Ante esto, el sindicato lamenta que el plazo limitado para estas indemnizaciones sea de «48 horas después de la inoculación», lo que, según expone, «imposibilita identificar y recoger rigurosamente sus efectos secundarios», ya que las incidencias se ven «más allá de tres semanas».

En relación con las reacciones adversas, el Sindicato Labrego Galego asegura que las granjas están «preocupadas» porque la nueva versión de la vacuna, «modificada después de efectos secundarios adversos denunciados anteriormente, está siendo probada precisamente en Galicia», sin que «dé tiempo a seguir sus resultados o establecer comparativas con los de otros territorios».

A la vista de estos hechos y «ante la falta de voluntad de soluciones patente en la respuesta de la Consellería do Medio Rural», el SLG ha contactado con el Ministerio de Agricultura, «que argumentó no tener competencias», por lo que han vuelto a reiterar la solicitud a la Xunta de una reunión «urgente» para abordar la campaña de saneamiento de la lengua azul y medidas de control y erradicación de esta enfermedad.