INSUFICIENCIA ASOCIADA A DEGENERACIÓN VALVULAR AÓRTICA EN TRES PERROS GERIÁTRICOS

Álamo Fernández, LF.1, Coll Antón, RA.2 1 Vet-Ecodiagnóstico. Servicio de Eco&Cardio Veterinario (Murcia y Alicante);2 Centro Veterinario Centrocan (Orihuela, Alicante)

Introducción

La insuficiencia/regurgitación aórtica consiste en el retorno de sangre desde la aorta al ventrículo izquierdo durante la diástole, relacionada con anomalías valvulares o dilatación de la raíz aórtica y/o de la aorta ascendente cuando es patológica1,2,3. En veterinaria se dispone de escasa documentación sobre la regurgitación aórtica generada por causa degenerativa valvular, a pesar de conocerse factible2,4,5. Se presentan tres casos de insuficiencia aórtica degenerativa en pacientes que también presentaban degeneración mitral mixomatosa.

Casos Clínicos

Canino macho de 14 años y de 3,2 kg. Presenta soplo sistólico izquierdo IV/VI, sin síntomas clínicos ni alteraciones electrocadiográficas, y la presión arterial sistémica es normal (presión arterial indirecta a través de manguito), con varias medidas tomadas siguiendo las recomendaciones del consenso ACVIM. En el estudio ecocardiográfico presenta degeneración mitral en estadio ACVIM B2 y regurgitación aórtica, con engrosamiento leve de las valvas aórticas y cierta asincronía en el cierre, jet de regurgitación aórtica diastólica amplio en doppler color, con velocidad pico 4,83 m/s lo que supone una presión de gradiente máximo de 93 mmHg, y tiempo de hemipresión (THP) de 206 segundos (medidas de doppler espectral). El flujo sistólico aórtico es normal. Este paciente tenía realizada una tomografía donde se había observado mineralización de valvas aórticas.
Canino hembra de 14 años y de 15.1 kg. Soplo sistólico IV/VI izquierdo y episodios de cansancio inespecífico, sin alteraciones electrocardiográficas ni en las medidas de presión arterial. Presenta degeneración mitral (ACVIM B2) y regurgitación aórtica. En este caso se observan anomalías evidentes en la morfología valvular con leve elongación y asincronía en el cierre de las hojas y dilatación de raíz aórtica. Presenta un flujo de regurgitación aórtico amplio y centrado en modo doppler color, y con velocidad pico de 5.23 m/s y presión de gradiente máximo de 109 mmHg, THP de 327 seg.

Canino macho de 9 años y 11 kg. Presenta soplo sistólico V/VI, sin síntomas evidentes. No hay alteraciones electrocardiográficas ni en las medidas de presión arterial. Presenta degeneración mitral (ACVIM B2), y regurgitación aortica, con leve engrosamiento valvular y cierta asincronía en el cierre, flujo de regurgitación aórtico amplio con velocidad pico 4,26 m/s, presión de 72 mmHg, y THP de 469 seg.

Discusión y Conclusiones

En humana, la regurgitación aórtica se genera por reumatismo, esclerosis valvular, enfermedad mixomatosa, hipertensión, arterosclerosis, espondilitis anquilosante (procesos degenerativos), problemas congénitos, síndrome de Marfan, ectasia anuloaórtica, disección aórtica, sífi lis, aorta bicuspídea, y otras causas atípicas, cuando es patológica1. En veterinaria, se dispone de documentación sobre regurgitación aórtica asociada a hipertensión arterial, alteraciones congénitas, aneurismas y endocarditis1,2,3,4,5 fundamentalmente, pero escasa de otras patologías, incluyendo causas degenerativas. Las alteraciones ecocardiográficas son dilatación de raíz y aorta ascendente con hipertensión arterial y aneurisma, nódulos visibles de tamaño considerable con endocarditis y detección estenosis aórtica y/o subaórtica o defecto del septo interventricular alto en casos de patologías
congénitas2,3,4,5. Se han presentado tres casos de regurgitación aórtica no asociada de forma evidente a ninguna de estas causas, por lo que se considera posible, por exclusión, una causa degenerativa. Las alteraciones ecocardiográficas detectadas en modo bidimensional en la válvula aórtica son engrosamiento, elongación y/o asincronía en el cierre de las valvas y dilatación de raíz aórtica y, con doppler color y espectral, un jet de
regurgitación valvular de leve o moderada gravedad. La detección ecocardiográfica de enfermedad degenerativa valvular es compleja pues las lesiones pueden no ser visibles cuando el tamaño es inferior a dos milímetros3.
La presencia de regurgitación aórtica debe ser testada en cada estudio ecocardiográfico, investigando todas las posibles causas y las complicaciones que puede implicar en pacientes con y sin otras patologías cardiacas.

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