Opinión de Rafael A. Luna Murillo: Mordor cada vez más cerca

Estamos en una fase apocalíptica para el ser humano del s.XXI eso parecen decirnos los últimos acontecimientos sociales, políticos, sanitarios. No salimos de una cuando nos metemos o nos meten en otra, pero de todo tienen la culpa los gatos. En otras épocas, como en la baja edad media, también le echaron la culpa al gato, pero al gato negro, por ser un animal que era asociado a las brujas, el demonio y no sé que inventos humanos basados en la ignorancia científica.

Los científicos han podido dar la vuelta a esa falta de conocimiento del ser humano, que en su evolución siempre ha ido asociada a la Teocracia que le asistía y le asiste en cuestiones éticas o de creencia en los milagros. Ya sabemos lo que se dice que” la Fe mueve montañas”. Todas estas civilizaciones teocráticas han caído más o menos pronto por la razón más elemental. En épocas de cambios brutales como los que vivimos, se buscan las causas y se mira al hombre para que las resuelva. No se dejan de mirar las estrellas, pero hacemos más Astrología que Astronomía. El ser humano, entonces, no deja de mirarse el ombligo y no se hace consciente que el verdadero mal es la actividad que generan miles de millones de personas sobre un único planeta.

Pero “viva el vino y la patrona o el patrón” que en rezando me dará lo que pido. Y mañana se lo pido al Gobierno.

Salen, entonces a las palestras los hombres de ciencia. Los que acumulando poder institucional se les encumbra con cargos electos a dedo porque son los más aptos para eso. Acumulan tantos cargos que parece que no les pudiera dar a vida para atenderlos a todos. Por eso el régimen presidencialista es una promoción de ellos mismos. ¡Qué lejos quedan los científicos que calladamente en su trabajo resolvían las dudas al resto de la Humanidad!.

Científicos dándonos lecciones de lo buenos que son los murciélagos y nos dicen que no hay pruebas de que fueran los causantes del covid-19 pero en ellos hay más armas de destrucción masiva que en los silos nucleares de la Rusia y la USA juntos. Hasta nos quieren convencer que los murciélagos comen insectos dañinos para favorecernos como especie.

Otros, aunados en nombres de gran talla científica y familiar, dicen que los gatos sueltos son el peligro número uno para la biodiversidad y qué los métodos CER solo funcionan si se hacen masivamente. Pues, entonces ¿en vez de quejarse y señalar por qué no invierten recursos en esto?.

Ahora vienen las enfermedades emergentes ya estamos avisados por la OIE y por la OMS. Se les acumula el trabajo a los científicos sacando a la palestra la cantidad de “bichos” que hay dentro de otras especies animales. Se invierten recursos en demostrar que los tienen pero el fin del trabajo es reducir tanto como se puedan las especies animales para protección de la única especie merecedora del planeta. Hemos jodido a la madre Tierra, científicos y no científicos. Antes no se necesitaba a la ciencia para matar seres vivos. Las guerras, las epidemias, las hambrunas no se hacen para el progreso humano y teniendo hoy tantos científicos trabajando en demostrar que los gatos son, otra vez, la fuente de todos los males es lamentable que no se salven vidas.

Las huestes de Mordor se acercan cada vez más, las comandan seres de fantasía pero cada vez más reales.

Rafael A. Luna Murillo, veterinario colegiado 140994

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