¿Cómo tratar una herida?

¿Cómo tratar

una herida?

Una herida puede ser producida por múltiples causas como golpes, quemaduras, sustancias químicas o desgarros en la piel. Su gravedad estará en función de la parte del cuerpo que se vea afectada, de su profundidad, de su extensión así como de la causa que la haya provocado.

¿Cómo cicatriza una herida? ¿Debe siempre suturarse una herida?

En general hay dos formas de que cicatrice una herida, reconstruyendo la zona mediante una sutura (cosiendo la herida) o esperando a que cicatrice sin suturar (cierre por segunda intención)

Cicatrización de heridas suturadas

Hay heridas que por el tipo o extensión requieren un tratamiento específico como es la sutura. La sutura se realiza cuando la herida no está contaminada y es posible obtener unos bordes regulares que permitan un aceptable acercamiento de los mismos. De este modo, se protege la herida de agresiones externas y al aproximar los bordes de la herida con la sutura se hace la cicatrización más rápida y sencilla.

A veces el veterinario puede optar por suturar una herida que no es reciente. Para ello deberá “reavivar” o recortar los bordes de la herida para que cicatrice correctamente. Otras veces en heridas profundas o por distintas circunstancias el veterinario decidirá suturar la herida pero dejará en la zona más declive de la herida un drenaje que facilite la salida de secreciones.

Cuando la cicatriz formada sea capaz de mantener la unión de los bordes de la herida por sí sola, se procederá a retirar los puntos de sutura. Lo habitual es mantener los puntos durante una semana a diez ó doce días.

Cicatrización sin sutura de la herida

El veterinario debe valorar cuando no se debe suturar una herida y debe dejar que cicatrice así, sin “coser”. Normalmente se recurre a este tipo de práctica cuando hay heridas muy contaminadas, heridas que han tardado mucho en ser tratadas o cuando existe contusión (golpe, hematoma, etc) en la zona. Esta cicatrización es más lenta, se forma un tejido de granulación y deja una cicatriz algo más antiestética que suele mejorar con el tiempo pero muchas veces es la opción que se debe tomar.


¿Cómo se trata una herida?

Lo más importante a la hora de tratar una herida es la limpieza de la misma y la retirada de todo el detritus que haya.

Las heridas sucias o contaminadas deben ser desbridadas (retirar la suciedad, los objetos extraños, el tejido lesionado y los detritos celulares de una herida o de una quemadura para evitar la infección y facilitar la cicatrización), y lavadas con el fin de, por un lado eliminar todos los tejidos “muertos” y que pueden interferir con la cicatrización, y por otro disminuir la carga bacteriana.

Para ello debemos afeitar bien toda la zona y luego lavarla. La solución ideal de lavado es el suero fisiológico aunque también se puede emplear clorhexidina diluida, povidona yodada o incluso agua del grifo.

Así se va retirando todo el material extraño que tenga la herida y todos los tejidos “muertos”. Una vez realizado el desbridado y la limpieza de la herida se pone un vendaje o apósito si el veterinario lo considera necesario. Otras heridas pueden requerir cicatrizar “al aire”, sin apósito.

Si el veterinario pone un vendaje habrá que tener cuidado y realizar las distintas curas que nos indique. Hay que tener en cuenta que las heridas durante las primeras fases de la cicatrización en los perros y gatos son mucho más exudativas que en las personas y si el vendaje está muy apretado o permanece más tiempo del necesario la herida se secará o macerará (en función del tipo de venda aplicada) retrasando la cicatrización.

El uso de antibióticos aplicados directamente en la zona (pomadas) debe ser valorado siempre por el veterinario. El uso de antibióticos sistémicos (tomados por boca o pinchados) debe ser también valorado por el veterinario.

La limpieza, manejo y sutura de una herida puede ser un procedimiento largo y molesto o doloroso. En ocasiones y sobre todo al principio de las curas puede ser necesario anestesiar al animal o sedarlo y proporcionar una analgesia adecuada.

Para limpiar una herida hay que afeitar la zona y lavar con suero fisiológico, clorhexidina diluida, povidona yodada o agua del grifo. El empleo de collares isabelinos puede ser muy importante para evitar que se muerdan los puntos o el lamido excesivo de las heridas.