Enfermedad periodontal

La enfermedad periodontal es la causa más habitual de problemas dentales en los perros, sobre todo, a partir de los 2 años de edad. Si no se trata puede provocar la pérdida de dientes e infecciones más graves que afecten al hígado, el riñón o el corazón

Enfermedad​

El diente es un órgano anatómico duro, enclavado en los procesos alveolares de los huesos maxilares y mandíbula a través de un tipo especial de articulación denominada gonfosis. Básicamente en el diente se pueden reconocer dos partes, la corona, parte recubierta por esmalte dental y la raíz no visible en una boca sana. El esmalte dental es un tejido formado por hidroxiapatita y proteínas (en muy baja proporción), tapizado en su interior por túbulos de dentina (carbonato cálcico).

El cemento radicular es un tejido conectivo altamente especializado. Es una capa dura, opaca y amarillenta que recubre la dentina a nivel de la raíz del diente. Se encarga de unir la pieza dental con el resto de la mandíbula o maxilar. La pulpa dentaria contiene vasos sanguíneos (arteria y vena) que conducen la sangre hacia el diente y por fibras nerviosas que otorgan sensibilidad al diente.


Cemento Radicular
Encía
Ligamento periodontal
Hueso alveolar
Cemento Radicular

Es el tejido mesenquimatoso calcificado que forma la capa externa de la raíz del diente, situado entre la dentina y el ligamento periodontal. Este tejido, que a diferencia de lo que ocurre con el esmalte tiene cierta capacidad de regeneración, está penetrado por las fibras de colágenas del ligamento periodontal.

Encía

Es la parte de la mucosa bucal que rodea el cuello de los dientes y cubre el hueso alveolar. Anatómicamente se diferencia una encía adherente al hueso y una encía marginal por encima del mismo. La encía adherente cubre el hueso y alvéolos, rodeando el cuello dental; forma el surco gingival, espacio alrededor del cuello formado por la superficie dental y el epitelio gingival que procede de la encía libre. Tiene una función de taponamiento alrededor del cuello dental que evita la entrada de material extraño y gérmenes, que cuando se ve alterada inicia la Enfermedad Periodontal.

Ligamento periodontal

Es una estructura de tejido conjuntivo que rodea la raíz y la une al hueso alveolar. Entre sus funciones están la inserción del diente al hueso alveolar y la resistencia al impacto de los golpes. También posee propiedades mecanorreceptoras siendo capaz de transmitir las fuerzas ejercidas sobre el diente a lo nervios adyacentes.

Hueso alveolar

Es la parte del hueso maxilar donde se alojan los dientes. Dentro del hueso hay pequeños cráteres que marcan el lugar donde los dientes deben insertarse. Estos espacios son los alveolos y sus paredes son llamadas procesos alveolares. Dentro de las funciones del hueso alveolar están: la de servir de soporte dentoperiodontal, la de participar en el balance sistémico del calcio (en situaciones de demanda se absorbe calcio a partir del hueso de los maxilares) y colaborar en la resistencia y adaptación de las fuerzas oclusales.

El diente es un órgano anatómico duro, enclavado en los procesos alveolares de los huesos maxilares y mandíbula a través de un tipo especial de articulación denominada gonfosis.

Básicamente en el diente se pueden reconocer dos partes, la corona, parte recubierta por esmalte dental y la raíz no visible en una boca sana. El esmalte dental es un tejido formado por hidroxiapatita y proteínas (en muy baja proporción), tapizado en su interior por túbulos de dentina (carbonato cálcico).

El cemento radicular es un tejido conectivo altamente especializado. Es una capa dura, opaca y amarillenta que recubre la dentina a nivel de la raíz del diente. Se encarga de unir la pieza dental con el resto de la mandíbula o maxilar. La pulpa dentaria contiene vasos sanguíneos (arteria y vena) que conducen la sangre hacia el diente y por fibras nerviosas que otorgan sensibilidad al diente.

Estructuras de soporte

Los tejidos peridentarios que conforman el periodonto, son todos aquellos tejidos que rodean al diente.

En condiciones normales la cavidad oral es una zona contaminada por multitud de bacterias, sin embargo, hay unos mecanismos de defensa que reducen constantemente el número de gérmenes capaces de originar patologías:

  • La acción constante de lavado de la saliva.
  • La masticación.
  • La descamación de células epiteliales.
  • La acción de barrido lingual.

La placa bacteriana comienza a formarse sobre la superficie del diente porque sobre los restos de comida, células de descamación, etc. se adhieren esas bacterias que habitualmente están en cavidad oral. Esta placa solo puede eliminarse por un efecto mecánico de la dieta ó a través de un cepillado diario. Si no se elimina, esta placa va a sufrir una mineralización, y se forman cálculos supragingivales, cuando se acumulan en la corona del diente, ó subgingivales, cuando se depositan debajo de la encía en la raíz del diente.

Además existen otros factores que inciden negativamente aumentando la placa:

  • Malposición dental y maloclusiones.
  • Hábitos de masticación inadecuados (ej. masticar objetos duros no adecuados).
  • Persistencia de los dientes de leche (especialmente común en Yorkshire Terrier, Caniche, Bichon Maltes y Lhapsa Apso).
  • Dieta blanda constante.
  • Estado inmunitario del animal y algunas enfermedades (diabetes mellitus, hiperestrogenismo, hipoestrogenismo, hiperparotidismo, deficiencia de vit A, C, D y deficiencia proteínica).

Etapas de la enfermedad periodontal

Hay dos grandes grupos de enfermedades periodontales. Cuando se afecta únicamente la encía, causando un proceso inflamatorio reversible, se denomina
gingivitis. Si la gingivitis se mantiene mucho tiempo y además se dan otros factores, se inicia la periodontitis en la que, además de la inflamación de la encía ya mencionada, se produce una destrucción más profunda que afecta a los otros tejidos del periodonto, es decir, el hueso alveolar, el cemento del diente y el ligamento periodontal. Esta destrucción es, además, irreversible, y favorece la progresión adicional de la enfermedad, al crear un espacio debajo de la encía que denominamos bolsa periodontal, en el que cada vez se acumulan mayor cantidad de bacterias que pueden poner en peligro la supervivencia de los dientes.

Tratamiento de la enfermedad periodontal

La enfermedad periodontal es un problema continuo que solo se llega a controlar; raramente se cura o se previene por completo; una vez que se ha instaurado la enfermedad es necesario establecer el adecuado plan profiláctico que no solo consiste en la limpieza periódica de la boca, sino en otras medidas adecuadamente planificadas.

Medidas profilácticas

  • Administrar una dieta seca que por su textura deja menos detritus, retardando por ello la formación de placa, siendo por tanto más beneficioso que una húmeda.
  • Facilitar al animal material duro para masticar como huesos enzimáticos, y otros juguetes, que ayudarán a retrasar la acumulación de placa y por tanto la Enfermedad Periodontal.
  • Cepillado oral diario. No se deben usar pastas dentífricas de humanos. El cepillado se puede realizar con dentífricos de formulación veterinaria para evitar gastroenteritis ó con agua si el animal rechaza ciertos sabores.
  • Aplicar sustancias antibacterianas, como clorhexidina al 2% en gel.
  • En casos muy severos, y siempre antes y después de una limpieza, es necesario el uso de antibiótico vía sistémica para evitar la aparición de bacteriemias por diseminación vascular. Es necesario que este antibiótico sea de amplio espectro.